tag:blogger.com,1999:blog-3072777252834581252024-03-13T07:27:14.255-03:00Narrativas Pedagógicas SantiagueñasAquí podrán encontrar producciones de docentes de toda la provincia y de todos los niveles y otras cosas útiles para la docenciaUnknownnoreply@blogger.comBlogger31125tag:blogger.com,1999:blog-307277725283458125.post-91733825203320023762012-08-02T19:38:00.001-04:002012-08-02T19:45:16.720-04:00En Los Bordes De Un Agotamiento<br />
<div align="center" style="line-height: 150%; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black; font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;"><br /></span></i></b></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="color: black; font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Santiago
egresó del jardín de la sala de 5 años hace cuatro años, allá por<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el año 2007.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Entonces tenía cinco</span><span style="font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">,<span style="color: #ccffff;"> </span><span style="color: black;">cumplidos. Era un niño delicioso, inteligente, espontáneo
pero muy revoltoso, de esos con los que es difícil conversar. Jugaba, se divertía
y también pensaba solo. Su tiempo, era distinto a los demás, a la clase en
general.</span></span></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="color: black; font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>A lo largo de todos esos meses en que Santiago
estaba inestable dialogamos mucho con él, siempre le proponía <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pensar qué le estaba pasando, también le ponía
límites y le decía "esto no puede ser así", pero muchas veces también
me detenía <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a jugar con él. Si realizaba
algo fuera de lo “normal”, no siempre le respondía, otras, si observaba<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que estaba demasiado contrariado, no le exigía
integrarse al grupo.</span></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="color: black; font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Día a día
nos sorprendía con sus posturas, se sentaba atrás solo y desde allí en forma
impulsiva, en medio de mi clase, decía:” no hagan chicos eso, es una Bolu…..,
no la escuchen <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y con unos sonidos desarticulados
como un la la la la la la la la la la la, simulando un canto pensaba<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>seguramente que así no podrían los otros
alumnos escuchar a la seño. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Otras veces,
comentaba en voz alta: ¡no hagan, no hagan eso o aquello, o tal cosa ,la seño
no sabe,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la seño no sabe, uh uh uh uh. </span></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="color: black; font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Llego un momento que estaba muy agotada, cualquier
situación de trabajo que planteaba era motivo para desafiarme. Contrariando mis
intervenciones, generando ruidos que molestaban la clase que tenia organizada, creaba
un clima de desorden que anulaba mi propuesta. </span></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="color: black; font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Hasta
allí llegué.</span></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="color: black; font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Consulte
estos estados de Santiago con un Profesor del Jardín y compartía mis
observaciones. Había coincidencias en nuestras opiniones a cerca del niño. Su rapidez,
el modo de actuar, la capacidad de respuestas, su constante no querer seguir el
ritmo del grupo. Teníamos informes y datos de años anteriores <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sobre él y los mismos decían que le fue
imposible a las docentes compartir el aula con Santiago.</span></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="color: black; font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Busqué y revisé todos
los antecedentes de su historia escolar y solo había reclamos del modo en que éste
niño se manifestaba en los momentos escolares, casi igual o más acentuadas las
formas de compartir con violencia. </span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://us.123rf.com/400wm/57/72/sumners/sumners0810/sumners081000024/3755718-nino-enfermo-con-termometro-sentado-en-una-gran-silla-de-cuero-cubierto-con-mantas.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="213" src="http://us.123rf.com/400wm/57/72/sumners/sumners0810/sumners081000024/3755718-nino-enfermo-con-termometro-sentado-en-una-gran-silla-de-cuero-cubierto-con-mantas.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="color: black; font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">En los
informes habían juicios y apreciaciones <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>con resultados poco saludables, en <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>relación a los <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>parámetros deseados para las docentes, en función
a <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>los propósitos anuales. </span></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="color: black; font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">En estos
archivos observé reiterados reclamos hacia sus tutores<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que tenían que ver con <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>las actitudes y comportamiento de su hijo </span></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="color: black; font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Con
este profesor pensamos que Santiago era un niño distinto y hasta lo calificamos
de índigo. Nada lo sorprendía, todo era aburrido y él ya lo sabia, pensaba en
voz alta, leía todos los textos, resolvía cualquier situación hasta la más
difícil y para colmo nos desacreditaba ante el resto de los alumnos. </span></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="color: black; font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Fue así
que me dispuse hablar con su familia. Unos padres jóvenes, separados en su relación
matrimonial, con tenencias acordadas durante el fin de semana. En los
encuentros con su padre, el niño recibía recompensas materiales en exceso. </span></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="color: black; font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Le
comente a su mamá, como se manifestaba Santiago, en que podía colaborar ella
para que modificara su actitud y que me estaba irritando fuertemente. Entre
esos relatos, del hacer de Santiago, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de
todos los días, le dije<i style="mso-bidi-font-style: normal;">:…”Mami no atiende,
no realiza sus producciones, permanece molestando y no queda quieto. Pero hay
algo que tengo que informarte: es muy inteligente, rápido en sus respuestas,
sabe leer y hasta contar”</i>. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“¿Cómo es
posible que siendo así, moleste y no quede quieto? ¿Podrás ayudarme y pedirle a
tu manera que cambie su comportamiento?</i></span></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="color: black; font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Luego de esta conversación con la mama de Santiago, después de un
fin de semana largo, pasaron unos días. Así<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>fue que:</span></i></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="color: black; font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Un día
en el aula, encontré a Santiago sentado en su mesita y al <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>saludarlo, como nunca me contestó y allí quedó
el resto del día sin ni siquiera ir al baño, jugar <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y sin gozar en el patio como l</span><span style="font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">o hacia
habitualmente. </span></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Y pasaron varios días
en los que el niño seguía con esta misma actitud. Una reacción distinta a la
que estaba acostumbrada hasta ese dia, en su estadia en la sala y en los otros
lugares comunes.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Fue entonces que todas aquellas cosas que le había
exigido <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>las estaba viviendo reflejadas
pero él no era<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el mismo niño. En esos
momentos me llenaba de preguntas: ¿Por qué ese cambio? ¿Por qué a mí no me
hacia feliz? ¿Por qué esta nueva situación me provocaba el deseo de fugar? </span></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Estaba tendida hacia
un sentido posible, que entonces no emergería inmediatamente, por eso<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pensé "¡qué chico rebelde!" o
"este chico necesita límites" como alternativas definitivas. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Trate de estar a la escucha me movía a la
orilla del sentido, en el que se manifestaba Santiago, aunque <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>no encasillaba <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>esas posibilidades de interpretación. Entonces
parecía interceptada por una encrucijada de supuestos que ya no sentía como válidos
y eso se lo transmitía a él.</span></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Fue así que empecé
a pensar si nuestra actividad diaria, a partir de los parámetros deseables,
condicionaba la actividad y en realidad <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¿cómo
hacía para involucrarme con la situación que ya se manifestaba como un <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>problema y buscar alguna solución? ¿Por qué no
respetaba los procesos de cada alumno? y también ¿Cómo trabajar con estos niños?
</span></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Santiago cambio y
fue el motor para que los docentes hiciéramos un alto y decidiéramos iniciar la
búsqueda de la reflexión hacia nuevas estrategias que permitieran modificar el
discurso pedagógico y los modos de intervención en el aula. En la búsqueda de
información sobre pensar en Santiago como <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>un niño
índigo encontré esto que cito<i style="mso-bidi-font-style: normal;">:</i></span></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">“Hoy el modelo de<span style="mso-spacerun: yes;">
</span><a href="http://www.monografias.com/trabajos15/metodos-ensenanza/metodos-ensenanza.shtml"><span style="color: windowtext; text-decoration: none; text-underline: none;">enseñanza</span></a>
es siempre <a href="http://www.monografias.com/trabajos7/impu/impu.shtml"><span style="color: windowtext; text-decoration: none; text-underline: none;">impuesto</span></a>,
sin mucha interacción, sin escuchar y sin la participación de los alumnos. Este
<a href="http://www.monografias.com/trabajos/adolmodin/adolmodin.shtml"><span style="color: windowtext; text-decoration: none; text-underline: none;">modelo</span></a>
es simplemente incompatible con los Índigos, siendo por lo tanto el mayor <a href="http://www.monografias.com/trabajos4/confyneg/confyneg.shtml"><span style="color: windowtext; text-decoration: none; text-underline: none;">conflicto</span></a>,
muchas veces superior al que hay con <a href="http://www.monografias.com/trabajos/antrofamilia/antrofamilia.shtml"><span style="color: windowtext; text-decoration: none; text-underline: none;">la</span><span style="color: windowtext;"> </span><span style="color: windowtext; text-decoration: none; text-underline: none;">familia</span></a>, principalmente por la falta de
vínculos afectivos y <a href="http://www.monografias.com/trabajos16/filosofia-del-amor/filosofia-del-amor.shtml"><span style="color: windowtext; text-decoration: none; text-underline: none;">amor</span></a>.
Como los Índigos poseen una <a href="http://www.monografias.com/trabajos15/todorov/todorov.shtml#INTRO"><span style="color: windowtext; text-decoration: none; text-underline: none;">estructura</span></a>
mental diferente, resuelven <a href="http://www.monografias.com/trabajos15/calidad-serv/calidad-serv.shtml#PLANT"><span style="color: windowtext; text-decoration: none; text-underline: none;">problemas</span></a>
conocidos de una manera diferente, más allá de encontrar formas diferentes de
razonamiento que sacuden el modelo educativo actual. También pude ver que:</span></i></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-weight: bold;">Algunos de los patrones de
comportamiento más comunes</span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;"> de este tipo de
niños se expresan así</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 150%; margin-left: 20.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; mso-margin-bottom-alt: auto; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Symbol; font-size: 10.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-bidi-font-size: 14.0pt; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Ellos vienen a este
mundo con un sentimiento de <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">realeza</span>
(y frecuentemente se comportan de ese modo). </span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 150%; margin-left: 20.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; mso-margin-bottom-alt: auto; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Symbol; font-size: 10.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-bidi-font-size: 14.0pt; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Ellos tienen la
sensación de "<span style="mso-bidi-font-weight: bold;">merecer</span> <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">estar aquí</span>" y se sorprenden
cuando otros no comparten eso. </span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 150%; margin-left: 20.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; mso-margin-bottom-alt: auto; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Symbol; font-size: 10.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-bidi-font-size: 14.0pt; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">La <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">aut<span style="color: black;">o</span>estima</span>
no es para los niños índigo un gran tema de preocupación. Con frecuencia les
dicen a sus padres "quiénes son ellos". </span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 150%; margin-left: 20.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; mso-margin-bottom-alt: auto; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Symbol; font-size: 10.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-bidi-font-size: 14.0pt; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Ellos tienen <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">dificultad en aceptar una <a href="http://www.monografias.com/trabajos2/rhempresa/rhempresa.shtml"><span style="color: windowtext; text-decoration: none; text-underline: none;">autoridad</span></a>
absoluta</span> sin ninguna explicación y sin alternativa. </span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 150%; margin-left: 20.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; mso-margin-bottom-alt: auto; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Symbol; font-size: 10.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-bidi-font-size: 14.0pt; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Ellos simplemente
no harán ciertas cosas; por ejemplo: esperar en una fila es muy difícil para
ellos. </span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 150%; margin-left: 20.0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; mso-margin-bottom-alt: auto; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Symbol; font-size: 10.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-bidi-font-size: 14.0pt; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font: 7.0pt "Times New Roman";">
</span></span></span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Se frustran con <a href="http://www.monografias.com/trabajos11/teosis/teosis.shtml"><span style="color: windowtext; text-decoration: none; text-underline: none;">sistemas</span></a><u>
</u>rituales que no requieren <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">pensamiento
<b>creativo</b></span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">. (“</b>Los niños índigos”
autor Lee Carroll y Jan Tober - Mayo de 1999)</span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 150%; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Tal vez este rumor de la creatividad, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que fuertemente lo marcaba Lee Carrol, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>movilizó nuestras propuestas pedagógicas para colocarlas
del lado de lo sorprendente y dejar que este niño sea motor, es decir
movilizante. Sí, para aprovechar su intervención y ubicarlo en papel de líder y
promotor de dinamismo en el aula, en<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>interacción
con el hecho de enseñar y aprender con sus pares. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 150%; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Estas características descriptas
sirvieron para que me decidiera y acordara con el Profe de educación física
usar algunas estrategias para potenciar las capacidades de Santiago. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 150%; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Entonces comenzamos a repensar
nuestra práctica y la propuesta pedagógica alrededor de: Hay que buscar qué
enseñarles y cómo enseñarles, esos contenidos pedagógicos que marca el
currículo, para aprovechar al máximo las capacidades que traen los niños. Ese
suele ser el desvelo que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>muchos maestros
deberíamos tener, la idea de la permanente reflexión y el encuentro con el otro
que enseña. La pregunta que retorna es ¿Sólo poniendo foco en la enseñanza
generaremos mejores oportunidades de desarrollo para estos niños pequeños?</span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 150%; mso-margin-bottom-alt: auto; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;"></span></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<i><span style="font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">"Mirar <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>es un gesto hacia adentro, no hacia
afuera"</span></i><span style="font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">, decía Juarroz. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Me resulto especialmente rico analizar de
esta manera mis propios modos de relación continente,</span><span style="font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"> es particularmente a través del vínculo creado<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>entre el adulto (padres, docentes) y el niño,
que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>puede volverse capaz de digerir e
internalizar experiencias. </span></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En el
caso del trabajo con los niños y cualquier alumno; pensando y analizando en
situaciones de gran introspección, y nos<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>ayudo mucho a transformar modos de intervención. </span></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Pero también
podríamos extenderlo a la relación con cualquier niño, independientemente de su
edad, cuando nos pensamos como acompañantes capaces de alojar sus preocupaciones,
de envolvernos en una relación vincular con nuestros alumnos, con nuestros
equipos de trabajo. ¿Cuánto somos capaces de alojar? ¿Cuánto rechazamos y qué
efectos tiene ese patrón de relación en los niños y con los otros?</span></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="background: white; color: #333333; font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Podría
decirlo de un modo más suave: se agotó la experiencia escolar fundada en el
dispositivo pedagógico actual en donde: se <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>reproducen operaciones de modo eficaz <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a la veloz realidad del mercado, tal vez esta
afirmación sea la que fuertemente atravesó mis cuestionamientos, tal vez por la
experiencia<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que me envolvió.</span></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="background: white; color: #333333; font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Lo vivido con Santiago pudo marcar y me ayudo
a pensar <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que: derechos, opinión,
consumo, información son realidades compartidas. La verdad, lo que se necesita
son realidades compartidas y no meras experiencias que favorezcan el
aprendizaje, en forma aislada sin pensar en<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>colectivo </span></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Entonces
coincidimos en los ricos recursos que Santiago poseía, en cómo lo salvaba esa
capacidad de pensar.</span></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">La claridad de un
niño de cinco años nos advirtió que la mejor educación no está necesariamente
relacionada con las horas extras de matemática o computación, sino con la
vincularidad, con la capacidad de escucha, con el poder ser uno distinto. Alrededor
de todo esto surgía que:</span></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">¿Cómo escuchamos a
los niños pequeños? </span></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Si utilizamos las
mismas respuestas para todos los niños, probablemente haya algo de la escucha
que nos está fallando, porque entonces estaremos haciendo una
"unificación" del sentido. </span></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Los niños son ambiguos,
decía Graciela Montes, los seres humanos en general lo somos. ¿Cómo
convertirnos en seres entregados a la escucha? ¿Qué deberíamos escuchar para
garantizarles a nuestros niños buena compañía, buenos aprendizajes?</span></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">Para llegar al fin,
les dejo estos pensamientos muy precisos </span></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="background: white; color: #333333; font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">“Sino niños con derechos, enanos con una
lucidez sorprendente, bellas y seductoras imágenes mediáticas.
Correlativamente, los adultos hemos dejado de ser los que sabemos sobre la
infancia, para devenir sujetos interpelados por el veloz pensamiento infantil.
Fin de la pedagogía. El tiempo de la postergación, la promesa de ser alguien en
el futuro, ha dejado de ser la temporalidad de la infancia”</span></i><span style="background: white; color: #333333; font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">. (Cristina Corea , Semiologa graduada en Lic en Letras;UBA)</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-boYmqT9zRbM/T22K69lMdtI/AAAAAAAAABQ/wE0HegCYfj8/s1600/mafalda-examen-large.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://3.bp.blogspot.com/-boYmqT9zRbM/T22K69lMdtI/AAAAAAAAABQ/wE0HegCYfj8/s320/mafalda-examen-large.jpg" width="303" /></a></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="background: white; color: #333333; font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">ANA
MARGARITA ESCOBAR</span></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="background: white; color: #333333; font-family: Arial; font-size: 14.0pt; line-height: 150%;">ESCUELA
NORMAL SUPERIOR MANUEL BELGRANO / Santiago del Estero</span></div>
<div style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="margin-left: 35.4pt; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div style="margin-left: 35.4pt; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-307277725283458125.post-76674881501573386192012-08-02T19:30:00.003-04:002012-08-02T19:30:43.816-04:00“Yo tengo un Bart Simpson en mi sala”<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri;">“Aprendí a Mirarme” </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri;">Esta experiencia de sala <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>considero que <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>tal vez no sea algo novedoso, pero sí algo que
las maestras jardineras debemos recuperar.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri;">Entonces era maestra de alumnos de 4 años, y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a medida que pasaban los meses observaba al
grupo de alumnos de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>3 años que su
maestra era <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>una de las compañera del Jardín,
los miraba bastante inquietos, molestos algunos, y entre los niños sobresalía
un niño que se llamaba José . No obedecía, agredía a sus compañeros, con
bastantes <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>berrinches, y me llenaba
internamente de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>este pensamiento:”
¡Ojala que ese grupo de niños no <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sean
mis alumnos en el siguiente año.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<a href="http://images2.wikia.nocookie.net/__cb57088/lossimpson/es/images/9/92/Bart_Simpson2.png" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://images2.wikia.nocookie.net/__cb57088/lossimpson/es/images/9/92/Bart_Simpson2.png" width="232" /></a><span style="font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri;">Comenzaba <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el nuevo año escolar,
en el mes de marzo cuando recibí el listado de mis alumnos y entre ellos
estaba, José, un poco resignada acepte a ese niño.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri;">Al comenzar las clases, estaba nerviosa, ansiosa, a pesar de mi experiencia,
y me preguntaba: ¿Cómo será el nuevo grupo de alumnos?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri;">Recibí a los alumnos con muchas expectativas y con el correr de los
días me fui dando cuenta de que iba a ser un año difícil, de mucho esfuerzo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri;">El grupo de niños, en general, era muy inquieto y con dificultades de
integración. Había cuatro niños que no acataban consignas, tenían problemas al
compartir juegos, materiales y actividades. No había grandes problemas de
aprendizaje, pero sí de desorden en los momentos de actividades cotidianas y de
trabajo grupal.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri;">Uno de los niños, José, de cabellos rubios, ojos negros, de piel
blanca, era el que presentaba más dificultades: no se adaptaba al Jardín, ni al
grupo, hablaba mucho, se movía constantemente, salía de la sala, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>no participaba en las actividades. Actuaba con
mucha agresión con los compañeros y siempre estaba enojado. Nada llamaba su
interés. Solo, a veces, realizaba construcciones y dibujos que eran muy
creativos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri;">Entonces, este cuento que es mi cuento y pasó en el Jardín, yo te lo
cuento:</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri;">Un día entré a la Sala
y me encontré con los alumnos de siempre: los cariñosos, los tímidos, los
revoltosos, los curiosos y también, con José, el “malo del Jardín”, como decían
sus compañeros.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Fue así que en esa etapa
pensaba que con mis 22 años de experiencia docente no podía bajar los brazos
ante este<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>niño y empecé a buscar
estrategias para poder captar su atención. Como ser, le dije que el seria mi
secretario, resulto los dos primeros días pero volvió a ser el mismo de siempre
También, les propuse , como otra posibilidad, confeccionar con todos sus
compañeros un código de convivencia lo que esta bien y lo que esta mal, pero al
poco tiempo, tampoco resulto. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri;">Y Pasaron<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y pasaban los días,
cada mañana al levantar no tenia la alegría de ir a trabajar y a veces sentía
que quería huir de la realidad que estaba pasando, sentía que bajaba los brazos
y comencé a pedir auxilio. al gabinete psicopedagógico y a mi directora. Entonces
solicite <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a la Psicopedagogo que
dictara una charla a los padres <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de esta
salita sobre Limites, la cual me solicita que realice un Informe de los temas
que ella expondría<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en la Charla.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri;">Realizamos un listado, se fija una fecha para que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>asistan los padres</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri;">El día de la charla, los padres de los compañeros de José<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se quejaron sobre la agresividad de José
hacia sus hijos de denunciando<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>cuan malo
era este niño. Pero en realidad yo no lo escuche esto<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>(me comento la docente celadora que estaba
presente en la charla).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri;">A los días el padre, se presento en el jardín para hablar conmigo y me
comento que estaba separado de la mamá, ese comentario fue de gran asombro, porque
no estaba enterada, además me pregunto:¿ Mi hijo es Bid laden para los demás
padres?, me sorprendí y al mismo tiempo me dolió esa expresión y le dije porque
decía así. En ese momento entendí el dolor que sentía por su hijo, que todo era
reclamos y reclamos de los demás hacia su hijo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri;">Lo único que atine a decir fue por favor señor no diga así, no se
sienta mal, en ningún momento piense, que los otros padres piensan de esa
forma. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri;">Después de conversar un largo rato sobre su hijo, trataba imperiosamente
y esforzándome <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que entendiera lo que
estaba pasando Y al final, por lo menos, me quedo la tranquilidad que este papa
se fue del jardín un poco mas tranquilo .</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri;">Al siguiente día la directora me llama para conversar sobre mis
alumnos y decirme que a ella no le interesa lo pedagógico y que lo único que le
importa es que los niños se porten bien.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri;">No, le conteste. Salí muy molesta con ella por lo que me había pedido
y cuando volvía a casa me pregunté: ¿Qué puedo hacer? ¿Qué debo cambiar? y en
ese momento sentí en lo profundo de mi corazón que no tenia que bajar los
brazos y cumplir con la tarea que me compete que es de enseñar a mis alumnos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri;">Al otro día, cuando llegue al jardín, me di cuenta que la que tenia
que cambiar era yo. Entre a mi sala y en ese momento llego José <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y me dijo ¡Hola Seño ¡ me arrime lo abracë
(cosa que no se dejaba hacer, le molestaba el contacto) , y le di un beso, sentí
allí la necesidad de hacerlo, el me miro y me abrazo fuerte. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri;">Al pasar los días note cambios, que me sorprendían cada día ,José
sonreía y conversaba con sus compañeros. Había hecho muchos dibujos, trabaja y
muy creativos. De a poco, empezó a compartir otras tareas y a relacionarse con
algunos compañeros. Los otros niños empezaron a jugar con él y a tenerlo en
cuenta en distintas actividades. José, encontró su lugar... ¡Y hasta que un día
me pregunta, abrazándome,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¿Seño si me
porto mal vos no me vas a querer? Y le pregunte ¿Quién te dijo eso? , y el me
contesto mi mamá, y le conteste , tu mamá esta equivocada, yo siempre te quise
y siempre te querré, a veces hasta los grandes nos portamos mal.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri;">Tenia una sonrisa tan grande y me abrazo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Pensemos en este tipo de
experiencias para acercar a la practica docente, al aula<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en
este mundo: convulsionado, enrarecido, dudoso... ¿Por qué? Porque LA SONRISA DE UN NIÑO VALE</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri;">LA PENA</span><span style="font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri;"> y significa YO SOY,
YO PUEDO, YO APRENDO. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Calibri;"> </span><span style="font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri;">María Alejandra Lazarte</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-307277725283458125.post-13397400499387776992012-08-02T19:28:00.000-04:002012-08-02T19:28:07.330-04:00Pórtate Bien...<br />
<div class="yiv369764568msonormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<b><u><span style="font-family: Times; mso-bidi-font-family: Times;"><br /></span></u></b><span style="font-family: Times; mso-bidi-font-family: Times;"></span></div>
<div class="yiv369764568msonormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="yiv369764568msonormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Times; mso-bidi-font-family: Times;">Comenzaba el mes de marzo
y con él el ciclo lectivo, un nuevo desafío, pero este año se presentaba
distinto porque era mi primera experiencia en salita de 4 años ( siempre fui
seño de salita de 5 años). ¿Qué me depararía este año?.</span></b><span style="font-family: Times; mso-bidi-font-family: Times;"></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://profile.ak.fbcdn.net/hprofile-ak-snc4/188175_208913999130362_4881239_n.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://profile.ak.fbcdn.net/hprofile-ak-snc4/188175_208913999130362_4881239_n.jpg" /></a></div>
<div class="yiv369764568msonormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Times; mso-bidi-font-family: Times;">Estaba en la galería del
jardín cuando comenzaron a llegar los pequeños con grandes mochilas y grandes
guardapolvos en la mano de las mamis, entre besos y saludos comenzamos a
entablar una pequeña relación cuando de repente apareció "Él"
,Pablito, un torbellino de energía abriéndose paso como podía entre los niños y
adultos. Su mamá muy nerviosa no sabía como contenerlo, solo atinaba a decirle
en todos los tonos posibles "<i>portate bien".</i></span></b><span style="font-family: Times; mso-bidi-font-family: Times;"></span></div>
<div class="yiv369764568msonormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Times; mso-bidi-font-family: Times;">A medida que pasaron los
días nos fuimos conociendo cada vez más, entendí que Pablito se portaba bien,
se portaba como era su costumbre, de tratar a los demás como era tratado
él.</span></b><span style="font-family: Times; mso-bidi-font-family: Times;"></span></div>
<div class="yiv369764568msonormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Times; mso-bidi-font-family: Times;">Todos los días la mamá al
dejarlo en el jardín le decía "<i>portate bien" </i>yo
observaba que Pablito trataba de integrarse, quería ser parte del juego pero lo
rechazaban aunque era cariñoso y demostrativo ¿Qué esta pasando aquí? me
preguntaba.</span></b><span style="font-family: Times; mso-bidi-font-family: Times;"></span></div>
<div class="yiv369764568msonormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Times; mso-bidi-font-family: Times;">Una mañana un grupo de
mamás de "<i>las nenas" </i>de mi sala me abordaron en la puerta del
jardín para hablar conmigo en un tono amable pero preocupadas, varias al mismo
tiempo comenzaron a contarme que sus hijas iban todos los días a sus casas con
quejas de que Pablito les pegaba patadas, pellizcones, empujones, que ellas
sabían como era Pablito por que ya era violento desde el año pasado... Las deje
hablar sin interrumpir (ya que los años de experiencia m enseñaron a tener
mucha paciencia y sobretodo “ saber escuchar y leer entre líneas) y
cuando <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>terminaron las acusaciones, las
mire fijamente di un paso hacia atrás, respire hondo y respondí, que me
sorprendían sus relatos y que Pablito no se sentaba con ninguna nena, ellas no
juegaban con él, y que sobre todo lo sucedido el año pasado era otro tema del
cual yo no podía opinar por la simple razón que el año anterior
no me encontraba en el jardín y que se queden tranquilas que desde
ahora iba a observar con mas atención las relaciones entre
ellos. Todas mis palabras estaban acompañadas de un tono de vos firme, una
mirada franca, una mano en el hombro y sobretodo una sonrisa calma. ( todo esto
les dio tranquilidad , seguridad y calmo sus ansiedades )</span></b><span style="font-family: Times; mso-bidi-font-family: Times;"></span></div>
<div class="yiv369764568msonormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="yiv369764568msonormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Times; mso-bidi-font-family: Times;">Todos
los días pasaba lo mismo, la mamá al despedirse
le decía "<i>portate bien" </i> y él se portaba igual.
Lo observaba al jugar y veía que Pablito corría, gritaba,
asustaba, de repente se calmaba y trataba de intervenir en el juego de las
nenas. Todo esto en un mundo de gritos, movimientos y risas. Él siempre
tratando de llamar la atención con cualquier recurso,
y así jugaban todos.</span></b><span style="font-family: Times; mso-bidi-font-family: Times;"></span></div>
<div class="yiv369764568msonormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Times; mso-bidi-font-family: Times;">Como estrategia didáctica
les propuse diferentes juegos donde el personaje principal rotaba( como el lobo
, las ardillas sin casa, etc.) y en forma paralela cite a mamá y papá de
Pablito para poder conocer mas sobre él. Apenas les propuse venir al jardín
para hablar, la mama me miro con desesperación, al ver esa reacción la tome con
firmeza de las manos y con una gran sonrisa le dije “ <i style="mso-bidi-font-style: normal;">tranquila vamos a hablar de una personita muy importante para mi, SU
HIJO</i>”“. </span></b></div>
<div class="yiv369764568msonormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Times; mso-bidi-font-family: Times;">Gracias a esta reunión me
entere que éste niño no jugaba con niños de su edad, que no había niños
en su barrio, que jugaba con su tío de 18 años, y con su papá y mamá,
que su juego preferido era el futbol (va a la cancha ) y la luchita, que era
muy mimado y consentido por toda la familia y que su mamá trabajaba muchas
horas.</span></b></div>
<div class="yiv369764568msonormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Times; mso-bidi-font-family: Times;">Les describí como era un día
de Pablito en el jardín y la reacción de los demás ante sus gritos , revolcadas
, empujones , carreras alocadas etc. </span></b></div>
<div class="yiv369764568msonormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Times; mso-bidi-font-family: Times;">La mamá me miraba
angustiada y el papá me miraba sin entender que era lo extraño del
comportamiento de su hijo. </span></b></div>
<div class="yiv369764568msonormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Times; mso-bidi-font-family: Times;">Tranquilice a la mamá
resaltando lo bueno de su hijo e hice reaccionar a su papá motivandolos para
que cumplieran el rol de padres y no de hermanos, ni amigos de su hijo.
Les sugerí ponerle limites, asumiendo roles de adultos y sobretodo cambiar los
juegos diarios por unos más tranquilos, de mesa e ingenio. También les propuse
que sería bueno visitar a los compañeritos y pasar más horas con papá
y mamá y no jugar a la luchita con el tío. </span></b></div>
<div class="yiv369764568msonormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Times; mso-bidi-font-family: Times;">Pasaron
los días y el cambio se notaba en Pablito, ya podía ser
parte del juego, su trato con los demás se fue modificando, su trato
con los demás era mas tranquilo, ya no gritaba ni daba alaridos ,al jugar respetaba
el rol de sus compañeros , etc.</span></b><span style="font-family: Times; mso-bidi-font-family: Times;"></span></div>
<div class="yiv369764568msonormal" style="line-height: 150%;">
<b><span style="font-family: Times; mso-bidi-font-family: Times;">Un día mientras
lo miraba jugar de repente comenzó a correr y gritar y
se dirigió a mi, abriéndose paso a empujones, me abrazó
fuerte, me dió un beso húmedo, me miró y me dijo "<i>te amo
seño"</i>, lo abrace y le dije -yo también, y sin soltarlo la
pregunte <i>“¿Vos te portas bien</i>?” a lo que respondió (con mucha
seguridad) <i>“-si” </i>, <i>“¿Por qué?”</i> le pregunte, se alejo
unos centímetros de mi cara me miro con sus ojos grandes, negros y
profundos y me contesto <i>–“por que apendí”</i> (le cuesta
pronunciar la "r") <i>“¿A qué?”</i> le pregunte -con una sonrisa
que cubría toda su picara carita dijo <i>“¡¡a jugar!!”</i> y salio
corriendo tan rápido como había llegado a mis brazos...</span></b><span style="font-family: Times; mso-bidi-font-family: Times;"></span></div>
<div class="yiv369764568msonormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Times; mso-bidi-font-family: Times;">Cuanta razón tenía
Pablito, el jugar nos sirve para relacionarnos con el otro, a respetarnos, a
aceptar límites, a pensar, a desarrollar estrategias, a cooperar. Nos enseña a
"<i>ver" y </i>a "<i>escuchar".El había aprendido a
relacionarse con los otros sin perder su esencia , respetando y respetándose.</i></span></b><span style="font-family: Times; mso-bidi-font-family: Times;"></span></div>
<div class="yiv369764568msonormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Times; mso-bidi-font-family: Times;">Tenía mucho
en común con "<i>portarte bien"</i> frase que
diariamente escuchaba y le costaba llevar a la práctica, ahora
si había encontrado una manera de portarse
bien, había aprendido a jugar...</span></b><span style="font-family: Times; mso-bidi-font-family: Times;"></span></div>
<div class="yiv369764568msonormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Times; mso-bidi-font-family: Times;">Y por sobre todo
no había dejado de ser "MI PABLITO".</span></b><span style="font-family: Times; mso-bidi-font-family: Times;"></span></div>
<div class="yiv369764568msonormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="yiv369764568msonormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Times; mso-bidi-font-family: Times;">MARTA.M</span></b><span style="font-family: Times; mso-bidi-font-family: Times;"></span></div>
<div class="MsoNormal">
Maestra de sala de 5 ENS Manual Belgrano</div>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-307277725283458125.post-57260525623282998602012-08-02T17:55:00.000-04:002012-08-02T18:03:07.993-04:00Mi olfato y experiencia docente no fallo.<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR">Hoy Leandro es mi alumno, un niño
que asiste al jardín desde que tenía 3 años Siempre me llamo la atención su
comportamiento. En la iniciación y despedida de cada jornada de</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://www.cucaluna.com/wp-content/uploads/2010/11/8-dibujos-colorear-profesiones.gif" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="299" src="http://www.cucaluna.com/wp-content/uploads/2010/11/8-dibujos-colorear-profesiones.gif" width="320" /></a></div>
<span lang="ES-AR">trabajo lo observaba detenidamente.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR">Leandro nunca formaba con sus
compañeros, no cantaba. Siempre se mantenía alejado del grupo</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR">y de la experiencia. Era más bien un
niño que siempre estaba aislado, tratando de llamar constantemente la atención.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR">Corría de un lado a otro, lloraba,
se tiraba al piso. Todas las maestras tratando de hacer que Leandro se sumara a
las actividades que el resto de los niños realizaba pero sus ganas y esfuerzos
eran en vano.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR">Cuando Leandro estuvo en sala de 4
años, seguía igual. No permanecía en la sala, corría por</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR">la galería, lloraba, daba revolcones
en el piso, siempre estaba de mal humor ,las canciones las</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR">acompañaba desde que comenzaban
hasta que terminaban con un sonido que emitía ( “auuuuu”).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR">Las maestras solíamos decir… “ya
empieza a aullar”.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>A menudo la maestra lo dejaba en la
Dirección<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>aduciendo la imposibilidad de
trabajar con el resto de la clase diciendo.. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Leandro no hace más que molestar y pegar a sus compañeros, arrastra
las sillas, las mesas y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>así no puedo dar
clase”</i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR">La maestra de esta sala tampoco pudo
con él.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR">El comportamiento de Leandro en<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>su paso por las salas de 3 y 4 años no era el
más optimo, a mi modo de ver y, con todo esto que guardaba en mi recuerdos y
memoria<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>continuamente me<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>preguntaba ¿Por qué no seria mío?,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y me decía… Quisiera tenerlo una semana!
...,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Siempre tuve la convicción<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y certeza que este niño no hubiera llegado a
tener tal comportamiento si yo hubiera sido su maestra.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR">Se acercaba el fin de año (sala de 4
años), esto significaba que Leandro el próximo año sería mi</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR">alumno como tantas veces anhelé;
pero esta vez ya no quería.¿ Habrá sido quizás, ver a mis colegas</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR">que no pudieron revertir ninguna
conducta en el?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR">Desde mi interior deseaba no ser ya
su maestra, ya que existía la posibilidad de desempeñarme en</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR">otra función y pensaba además que
sería una buena forma de evitar este inconveniente.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR">Comenzaron las clases, llego el día
en que debía hacerme cargo del nuevo grupo de alumnos al</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR">cual Leandro pertenecía.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR">Recuerdo que al presentarme mi
postura fue la de una maestra poco cariñosa o dulce, donde a cada momento
resaltaba como debía comportarse los niños que llegaban a esta sala: “A esta
sala vienen los niños<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>más grandes del
jardín. Los que se portan bien los que atienden a la Srta., los que quieren
aprender, los que no pelean.etc, etc. Si no tendrán que volver a la salita que
han estado el año pasado. (Esta conducta adoptada fue solo al comienzo).Con
todos estas condiciones, por llamarlo de alguna manera,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que yo había marcado para su permanencia en
esta nueva sala, les pregunte si querían estar aquí o volver<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>donde estuvieron el año pasado, lo cual obtuve una respuesta unánime,
espontanea y sobre todo segura “NO QUEREMOS VOLVER”. Esta respuesta hizo que
propusiera a los niños armar un código de convivencia<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>para que la permanencia en el jardín y
fundamentalmente en la sala sea lo más armoniosa y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>placentera posible</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR">A medida que trascurrían los días,
note como el grupo iba adquiriendo hábitos de orden, respeto,</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR">disposición al trabajo y
especialmente Leandro que paso de ser un niño malhumorado, desobediente, con
dificultades para socializar con sus compañeros, alejado de participar de
diferentes experiencias grupales, a ser un niño alegre que se relaciona con sus
compañeros, y participa de todas las actividades que se le propone; capaz de
realizar sus tareas sin intervención de<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>de la maestra. En una palabra comenzó a disfrutar de la permanencia en
el jardín con todo lo que ello implica (formar, cantar las canciones de saludos
a las<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>banderas, al jardín, compartir
y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>participar de variadas experiencias de
aprendizajes. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR">Al ver ese cambio en Leandro yo me
sentí reconfortada con mi trabajo, con más fuerzas y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>seguridad para seguir adelante y lograr los
objetivos de ver un niño sociable, integrado y aceptado por<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>grupo de pares para realizar no solo algunas actividades, sino todas las
que se desarrollan en el jardín.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR">Creo que la firmeza de mi voz,
sumado a sostener mis decisiones, ordenes tales como, permanecer</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR">en la formación, hacerle ver que
debemos respetar los símbolos patrios, el no salir de la sala sin el</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR">permiso de la maestra, mas hacer
cumplir las pautas de convivencia fijadas en común acuerdo</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR">fueron los recursos y estrategias
adecuados que llevo al grupo y, especialmente<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>a<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Leandro, a</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR">cambiar de actitud, ya que siempre
sostuve que mas allá de presentar cierta dificultad en el</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR">desarrollo de su lenguaje,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>era un niño al que le faltaba marcar los
límites sin descuidar sus intereses.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR">Hoy puedo decir que él es un niño
encantador, alegre, que tiene buena relación con las maestras y sus compañeros,
que recibo palabras<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de elogio de mis
colegas por lograr que Leandro demuestre</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR">bienestar, placer y esté<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>inserto a todas las actividades que se
desarrollan en el jardín, logro que</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR">se consiguió con la aceptación del
uno por el otro ,el amor ,la paciencia , la firmeza para marcar<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR">sostener aquellos limites<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que quizás, él de alguna manera reclamaba y
las maestras que tuvo no lo</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR">supieron interpretar.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-AR"><span style="mso-spacerun: yes;">
</span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>NANCY LUNA JUAREZ</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-307277725283458125.post-28054379720907716322009-09-21T08:23:00.001-04:002009-09-21T08:23:27.363-04:00EL VALIOSO TIEMPO DE LOS MADUROS<span style="font-size: 11pt;">“..Conté mis años y descubrí, que<span> </span></span><span style="font-size: 11pt;">tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante, que el que viví hasta ahora...</span><br /><span style="font-size: 11pt;">Me siento como aquel chico que ganó un paquete de golosinas:</span><br /><span style="font-size: 11pt;">las primeras las comió con agrado, pero, cuando percibió que quedaban pocas, comenzó a saborearlas profundamente.</span><br /><span style="font-size: 11pt;">Ya no tengo tiempo para reuniones interminables, donde se discuten estatutos, normas, procedimientos y reglamentos internos, sabiendo que no se va a lograr nada. </span><br /><span style="font-size: 11pt;">Ya no tengo tiempo para soportar absurdas personas que, a pesar de su edad cronológica, no han crecido.</span><br /><span style="font-size: 11pt;">Ya no tengo tiempo para lidiar con mediocridades.</span><br /><span style="font-size: 11pt;">No quiero estar en reuniones donde desfilan egos inflados.</span><br /><span style="font-size: 11pt;">No tolero a maniobreros y ventajeros.</span><br /><span style="font-size: 11pt;">Me molestan los envidiosos, que tratan de desacreditar a los más capaces, para apropiarse de sus lugares, talentos y logros.</span><br /><span style="font-size: 11pt;">Detesto, si soy testigo, de los defectos que genera la lucha por un majestuoso cargo. </span><br /><span style="font-size: 11pt;">Las personas no discuten contenidos, apenas los títulos.</span><br /><span style="font-size: 11pt;">Mi tiempo es escaso como para discutir títulos.</span><br /><span style="font-size: 11pt;">Quiero la esencia, mi alma tiene prisa....... .</span><br /><span style="font-size: 11pt;">Sin muchas golosinas en el paquete...</span><br /><span style="font-size: 11pt;">Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana.</span><br /><span style="font-size: 11pt;">Que sepa reír, de sus errores.</span><br /><span style="font-size: 11pt;">Que no se envanezca, con sus triunfos.</span><br /><span style="font-size: 11pt;">Que no se considere electa, antes de hora.</span><br /><span style="font-size: 11pt;">Que no huya, de sus responsabilidades.</span><br /><span style="font-size: 11pt;">Que defienda, la dignidad humana.</span><br /><span style="font-size: 11pt;">Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez.</span><br /><span style="font-size: 11pt;">Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena.</span><br /><span style="font-size: 11pt;">Quiero rodearme de gente, que sepa tocar el corazón de las personas….</span><br /><span style="font-size: 11pt;">Gente a quien los golpes duros de la vida, le enseñó a crecer con toques suaves en el alma.</span><br /><span style="font-size: 11pt;">Sí…. tengo prisa… por vivir con la intensidad, que solo la madurez puede dar.</span><br /><span style="font-size: 11pt;">Pretendo no desperdiciar parte alguna, de las golosinas que me quedan…</span><br /><span style="font-size: 11pt;">Estoy seguro que serán más exquisitas, que las que hasta ahora he comido.</span><br /><span style="font-size: 11pt;">Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con mis seres queridos y con mi conciencia.</span><br /><span style="font-size: 11pt;">Espero que la tuya sea la misma, porque de cualquier manera llegarás..... "</span><br /> <br /><br /><em><span style="font-size: 11pt;">Mensaje de Mario de Andrade <span style=""> </span></span></em><span style="font-size: 11pt;">(Poeta, novelista, ensayista y musicólogo brasileño).</span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-307277725283458125.post-12924469650633424842009-06-12T10:58:00.003-04:002011-09-28T18:06:37.818-04:00<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://3.bp.blogspot.com/_L1BP7U7k5pw/SjJt3iMMsUI/AAAAAAAAACU/gbZ_vVY-OBA/s1600-h/pluma.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 173px; height: 175px;" src="http://3.bp.blogspot.com/_L1BP7U7k5pw/SjJt3iMMsUI/AAAAAAAAACU/gbZ_vVY-OBA/s320/pluma.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5346456508480401730" border="0" /></a><br /><div style="text-align: center; color: rgb(0, 0, 0);"><span style="font-size:130%;">Hemos comenzado a trabajar con dos grupos de narradores.<br />Uno de docentes en funciones y el otro de docentes recien recibidos que darán cuenta de su reciente aprendizaje y de sus ganas de comenzar a trabajar en una escuela.<br />Pronto podrán leer estos nuevos relatos.<br /><br />Saludos</span></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-307277725283458125.post-37984601529261834592008-12-16T09:26:00.003-03:002008-12-16T09:30:26.418-03:00Un ejemplo a seguir: Centro Educativo Isauro Arancibia<div class="seccion"><span style="font-family: lucida grande;">Esta no es una narrativa pedagógica, pero me pareció muy enriquecedora. Aprendamos de esta experiencia, de su compromiso y de lo que significa ser docente. Si es posible repliquemos la experiencias.</span><br /><span style="font-family: lucida grande;">Extraido de </span><a style="font-family: lucida grande;" href="http://www.lavaca.org">www.lavaca.org</a><br /><br /><span style="font-family: lucida grande;">Subido por Pablo Panosetti</span><br /><br /><br /><div style="text-align: center; font-weight: bold;">Un escuela modelo en peligro</div></div><div style="text-align: center; font-weight: bold;"> </div><div style="text-align: center; font-weight: bold;" class="titulo">Lecciones de vida<br /><br /></div> <div class="copete"><img src="http://lavaca.org/img/anticopyright.gif" alt="anticopyright" align="absmiddle" border="0" />Son 120 chicos que, en su mayoría, viven en las estaciones de trenes de Constitución, Once o Retiro. Están aprendiendo a leer y escribir en el Centro Educativo Isauro Arancibia . Su fundadora es Susana Reyes, una mujer que conoció los campos de concentración de la dictadura y sobrevivió para contarlo. Pero también para hacer algo. “Estos chicos son los desaparecidos de hoy”, dice con la seguridad de quien sabe de qué habla. Ahora, los decentes denuncian que las nuevas autoridades del área amenazan la continuidad del Centro y, especialmente, desconocen a la coordinadora, por lo que se han declarado en estado de alerta. Para dar cuenta de lo que están en juego, reproducimos a continuación la nota que sobre este Centro publicamos en la edición Nº 4 de <b>Mu</b>, nuestro periódico.</div> <div><div><img src="http://lavaca.org/img/blanco.gif" width="1" height="20" /></div></div> ¿Qué trabajos conocen?”, preguntó Susana Reyes para comenzar a hablar con sus alumnos sobre el tema de la clase: el mundo laboral. La maestra dividió el pizarrón en dos para anotar las respuestas de los chicos. A la derecha pensaba colocar las tareas productivas y a la izquierda, las vinculadas con los servicios.<br />La primera respuesta la dio un varón: “Abrir puertas”, dijo. Y propuso que la anoten en la columna de la izquierda, con más dudas que certezas. Una adolescente embarazada agregó: “Pedir”. Y justificó que se trataba de un servicio porque “a la gente le gusta que le pidan”. La tercera respuesta fue aun más difícil de digerir. Un nene de 8 años la lanzó con naturalidad, sin ningún tipo de segundas intenciones:<br />-Chupar pijas.<br />-¿Eso es un trabajo? –reaccionó Reyes, como pudo.<br />-Sí, porque a mí me pagan.<br />La escena ocurrió hace un tiempo en la escuela Isauro Arancibia, que trabaja con chicos en situación de calle. Allí concurren a diario 140 alumnos de hasta 20 años que van en busca de los conocimientos propios de la escolarización primaria. Casi todos viven en la Estación Constitución, algunos llegan desde Villa Fiorito y unos pocos vienen de hogares de la zona, a los que llegaron tras experimentar la vida encerrados en un instituto de menores.<br />La escuela nació hace diez años, cuando le encomendaron a Reyes, desde la Dirección de Adultos y Adolescentes del Ministerio de Educación de la Ciudad, abrir un centro de alfabetización en la Central de Trabajadores Argentinos (cta) que tuviera como principales destinatarios a los integrantes del Movimiento de Ocupantes e Inquilinos y de la Asociación de Mujeres Meretrices Argentinas. Convencida de la necesidad de trabajar en red, la maestra se conectó con el Servicio Paz y Justicia (serpaj), que ya contaba con un programa de operadores de calle para contener a los chicos que dormían en Constitución. Así, llegaron al centro de alfabetización los primeros adolescentes: Analía y Luis, que poco a poco fueron acercando a sus amigos.<br />La alfabetización comenzó a realizarse en la sala de reuniones que el actual diputado Claudio Lozano tenía en su despacho de la cta. Sobre su escritorio, las madres adolescentes cambiaban los pañales a sus hijos. “Tuvimos que comprar un corralito a los bebés para poder darles clases a los padres con cierta tranquilidad. Después de un tiempo conseguimos una madre solidaria para cuidarlos”, recuerda Reyes.<br />A medida que las clases se sucedían, un chico iba trayendo a otro y muy pronto el lugar quedó apretado de sisa. La cta improvisó un aula en la planta baja de su edificio. No obstante, el espacio siguió siendo insuficiente. Hubo una mudanza a las instalaciones del Movimiento de Ocupantes Inquilinos (moi), pero la cantidad de pibes que se acercaba no paraba de crecer y los maestros comenzaron a soñar con tener un edificio propio.<br />A esta altura, la escuela exclusivamente trabajaba con chicos que vivían a la intemperie. Las clases, como en todos los centros de alfabetización de adultos, duraban apenas dos horas diarias, pero para alumnos y docentes tenían gusto a poco: “Mientras avanzábamos con el proyecto, nos dimos cuenta de que la escuela les organiza la vida a los chicos. De marzo a diciembre son unos pibes, pero en el verano son otros. ¿Sabés las veces que me llamaron en enero para avisarme que la policía se había llevado a tal o que otro se había muerto? Por eso pensamos: si nosotros éramos los mismos maestros que los del resto de las escuelas, si ganábamos el mismo dinero y pertenecíamos al mismo sistema, ¿por qué estos chicos no podían recibir lo mismo que otros?”, relata Reyes.<br />Con pocas expectativas, los maestros presentaron un proyecto al Ministerio de Educación porteño que contemplaba la jornada completa. Y, para su sorpresa, cuando estaban haciendo trámites para transformarse en una fundación que les permitiera llevar adelante la idea, se enteraron de que la propuesta había sido aprobada. Desde este año, la jornada escolar es de 9 a 16 y, además de las materias básicas, los chicos cuentan con clases de educación física, teatro, video, computación, electricidad e inglés. “Buscamos un edificio propio, pero no lo conseguimos. Educación nos propuso funcionar en el Instituto de Formación Profesional de la uocra, que tenía espacio ocioso, y acá estamos”, señala Reyes con algo de resignación: “Seguimos pensando en convertirnos en una fundación. No queremos depender todo el tiempo del humor del funcionario de turno”.<br /><br /><br /><b>El mundo al revés</b><br /><br />De pronto, chilla la puerta del aula donde la maestra desgrana la historia. Un par de alumnos se asoman con una manzana en la mano. La docente interrumpe la conversación, levanta la cabeza y les recuerda:<br />-No se vayan, que hoy a la tarde tienen taller de electricidad.<br />-¡Bieeennnn! –grita uno de ellos y mira hacia el cielo. Luego, comienza a correr en redondo por uno de los pasillos. Parece el festejo de un gol.<br />“No sé de qué manera, pero el valor de la escuela se sigue transmitiendo en este país –se maravilla Reyes-; aun en casos como éstos, en los que por ahí los padres jamás la pisaron. Si a veces proponemos charlar sobre algo o mostrar un video, los pibes protestan y quieren tareas formales. ¿Sabés cómo cuidan sus carpetas para que no se manchen? Están orgullosos de ellas. Cuando se recibió la primera promoción, le entregamos diplomas. Al final del acto, los chicos me los devolvían. Me pedían que se los cuide mucho. Claro, ¿dónde los iban a guardar? ¿En Constitución?”.<br />Por momentos, la escuela parece el mundo al revés. Los alumnos no quieren irse: las clases son a sus vidas lo que el recreo es a cualquier otro colegio. Los que protestan, aunque parezca mentira, son adultos escolarizados. Una vecina, dueña de un comercio, encaró hace unos días a las maestras: “Hasta que vinieron estos chicos de la calle vivíamos tranquilos”, se quejó.<br />La mujer estaba indignada porque una naranja había explotado contra su ventana y, encima, se había convertido en el blanco de algún que otro insulto. Con la mejor voluntad, Reyes intentó hacer algo de docencia: “No son chicos de la calle, son de todos nosotros. Por ahí tienen 16 años y están en tercer grado, pero están aprendiendo ahora porque no pudieron hacerlo en su momento. Usted se queja porque están en la escuela. ¿Se da cuenta?” La señora no aceptaba razones, gritaba sin escuchar. Cansada, la docente la cortó en seco: “Mire, si estos pibes no vienen a la escuela, van a estar alrededor suyo”.<br />La vecina no es un caso aislado. Los maestros gestionaron pases libres de subterráneo para que sus alumnos puedan asistir a la cursada. Pero como por ahora tienen certificados provisorios, un policía decidió impedirle el paso a uno. El chico, que sentía la responsabilidad de llegar puntual a clase, se irritó y lo insultó. Y ante la impotencia, la novia –que estaba a su lado- le arrojó una piedra. La historia terminó así: el policía atrapó al pibe y lo aprisionó contra el piso. La novia, asustada, le entregó su bebé al policía a modo de garantía, para que le permitiera ir a buscar a sus maestros: ellos demostrarían que su novio no mentía. Cuando Reyes llegó a Constitución en su auxilio, el pibe aún estaba en el piso y el bebé en brazos del uniformado. “Hay una serie de complicidades sociales para que estos chicos no vayan a la escuela. La vecina no acepta el colegio enfrente de su local, el policía no lo deja viajar y así, el único camino que les queda es seguir en la calle”, denuncia la maestra.<br />El sistema educativo también parece alimentar este círculo vicioso. Su burocracia se encarga con frecuencia de poner uno y otro obstáculo en el camino. Las planillas que envía Educación, por ejemplo, exigen números de documentos de los alumnos o fechas de nacimiento, datos muchas veces inexistentes o desconocidos por los chicos. Si los maestros planifican una excursión, las autoridades educativas exigen autorizaciones firmadas por madres, padres, tutores o encargados. “No tienen en cuenta la realidad de estos chicos, que parecen adultos: desde los cinco años se generan su propio sustento. Todo el tiempo me hacen actuaciones por tener los registros incompletos. ¿Qué me están diciendo? Que no los deje venir a la escuela”, se indigna Reyes.<br /><br /><br /><b>“No me dejen afuera”</b><br /><br />Reyes comenzó alfabetizando en los años 70, mientras estudiaba en el Normal 9 de Corrientes y Callao. Tenía una compañera que vivía en un inquilinato (María Rosa Lincon, asesinada por la dictadura militar en lo que se conoció como la Masacre de Fátima) y empezó a acompañarla para enseñar a leer y a escribir a sus vecinos. Pronto se incorporó a una unidad básica alineada con Montoneros y, mientras estaba embarazada, fue secuestrada en junio de 1977 por un grupo de tareas. La llevaron al centro clandestino de detención llamado El Vesubio, en Camino de Cintura y General Paz, donde también trasladaron a su pareja. Estuvo desaparecida durante tres meses y luego recuperó la libertad. Pero nunca más tuvo noticias de su compañero. “Ser sobreviviente es un peso. Nunca te alcanza lo que hacés para justificar tu existencia”, confiesa mientras intenta vincular su trabajo actual con aquella militancia.<br />Cuando comenzó con este proyecto, Reyes iba a despertar a los chicos que dormían en la Estación para que no se perdieran las clases. “Los veía tirados, en los pasillos angostos y largos, y me hacían recordar a mis compañeros detenidos, cuando estaban engrillados en las cuchas”, cuenta mientras sus brazos dibujan en el aire la escenografía que describe. Después concluye: “Estos chicos son los desaparecidos de hoy: todos saben de su existencia pero nadie los ve”.<br />La impronta de Reyes se respira a cada paso en esta escuela bautizada con el nombre de Isauro Arancibia, un sindicalista docente tucumano que desapareció el 24 de marzo de 1976. Cuenta la historia que era un maestro pobre, que estaba en huelga porque no le pagaban y que iba descalzo porque no tenía ni para zapatos. El día del último golpe de Estado por fin recibió los salarios atrasados y lo primero que hizo fue ir a la zapatería. Esa misma noche lo fusiló un grupo de tareas y después... le robaron los zapatos. La clase inaugural de cada ciclo lectivo consiste en conocer el derrotero de este docente.<br />Pero ahora un maestro está dando clase de Matemática y escribe un problema sobre el pizarrón verde: “Julio Jorge López está desaparecido desde hace siete meses, ¿cuántos días hace que está desaparecido? ¿Cuántas horas?” Los chicos bajan sus cabezas y copian. En un silencio que aturde comienzan a resolver en sus carpetas. Los alumnos, cuentan los maestros, disfrutan mucho más del trabajo solitario que de la elaboración colectiva. “Tal vez –arriesga Reyes- estén cansados de pasar la vida en ranchadas y éste sea su único momento de intimidad, la única oportunidad para encontrarse con ellos mismos.”<br />En el aula abundan las gorras raperas, los tatuajes y las cabelleras teñidas de amarillo y rojo furioso. También sobresalen los teléfonos celulares y las zapatillas Nike. “Se los consiguen como pueden, y como saben”, dice la coordinadora con una mirada cómplice. “Lo hacen –agrega- por la necesidad de pertenecer, esas cosas son la tarjeta de entrada para esta sociedad. Es su manera de decir: ´No me dejen afuera´.”<br />Las puertas y los bancos están llenos de graffiti que pregonan amor y pasión. Y numerosas panzas embarazadas se desparraman en los pupitres. Las hay incipientes y también a punto de estallar. O, mejor dicho, de parir. En la planta baja del edificio funciona una improvisada guardería maternal que cobija a unos 20 bebés. “Al principio, los nenes estaban con sus madres, pero era imposible lograr que se concentraran y dar clase. Como Educación no nos manda maestra jardinera, una de nosotras los cuida mientras las madres estudian”, explica Nilda Rendo, otra de las docentes, que acaba de llegar a la improvisada guardería. Pero los cambios permanentes de adultos referentes no termina de dejar tranquilos a los nenes. Por eso, Milagros resuelve el problema de Matemática mientras le da la teta a Priscila, su hija de veinte meses.<br /><br /><br /><b>Penitencias y conclusiones</b><br /><br />La cursada necesariamente es familiar: clanes enteros concurren a la escuela. Y con demasiada frecuencia trasladan su cotidianidad a las aulas. Una mañana, los gritos desencajados paralizaron a docentes y alumnos. Un adolescente había encerrado a su pareja en el baño. “La molió a palos”, sintetiza Reyes. Los maestros llevaron el tema al debate en clase, con la expectativa de lograr la autodisciplina. Sin embargo, se encontraron –una vez más- con una sorpresa: “A los chicos no les parecía mal lo que pasó, decían que la chica se lo merecía porque había estado con otro, la acusaban de ´putita´. Ahí cortamos el debate, les dijimos que estaban haciendo lo mismo que la policía hacía con ellos”.<br />Las sanciones en la escuela Isauro Arancibia son distintas a las de cualquier institución: aquí no existen las suspensiones. “No podemos dejarlos afuera una vez más”, argumenta Reyes. “Cuando se produce un hecho de gravedad, lo que hacemos es que en vez de asistir a clase, van esas horas a reflexionar con las trabajadores sociales o las psicólogas que trabajan en la escuela hasta sacar conclusiones sobre lo que pasó.”<br />Uno de los últimos de los que atravesaron esta experiencia fue Fumanchú, un pibe que se ganó ese apodo el primer día de este ciclo lectivo. Y no precisamente por sus habilidades con la magia: el chico entró al aula con cierta arrogancia, fumando marihuana y con los ojos rojos. Por orden de los docentes tuvo que salir inmediatamente del salón. “No nos metemos con lo que los pibes hacen afuera. Pero está claro que en la escuela no se puede hacer lo mismo que en la calle. No es fácil. Acá han venido algunos armados porque, como ellos dicen, ´después de clase se tienen que ir a trabajar´. Nosotros les decimos que se cuiden, que la policía está esperando que pisen el palito para matarlos. No se trata de dar sermones morales, si no de entender la función de la escuela. A Fumanchú le explicamos que así, fumado, no había manera de aprovechar la clase. Ese día se fue, pero después volvió.”<br /><br /><br /><b>Clases de amor</b><br /><br />“Hola”, saluda casi sin modular un púber longilíneo, con tanta cara de nene como de dormido. Son las 11.30 y acaba de entrar al aula.<br />“¡Qué suerte! Llegaste para aprovechar media hora de la mañana. Ojalá la próxima puedas venir antes”, responde la maestra. Más tarde explicará: “Acá hay chicos que a la noche cartonean y se acuestan a las 5 de la mañana, les cuesta mucho cumplir con el horario, pero hacen el esfuerzo”.<br />Reyes repasa una y otra historia de sus alumnos. Confiesa que lo que más le cuesta superar son las situaciones de prostitución infantil. “Hoy ni siquiera les pagan, lo arreglan todo con un poco de paco”, dice y se explaya: “El otro día me dijeron: ´Mirá a esa nena –la hija de 5 años de una alumna que está muy dada vuelta- la están mandando...´.” La maestra reproduce literalmente la frase que escuchó y deja la oración inconclusa, como si no soportara terminarla. Un rato antes, había comentado que hace unos años atrás había querido investigar el tema y descubrió a los que le conseguían los clientes a uno de los chicos. Pero hoy, subraya, la actitud es otra: “Nuestra tarea termina en las paredes de la escuela. Les advertimos de los peligros, pero si nos metemos, después las represalias son contra ellos”.<br />Los ojos de la maestra se ponen vidriosos. Tiene que respirar hondo para continuar. Revela que está gestionando que los docentes también tengan asistencia y contención psicológica: en esta escuela las emociones fuertes se cuelan a cada rato. En los últimos tiempos, por ejemplo, fallecieron tres bebés que se enredaron con las frazadas que compartían con sus madres. Y el año pasado, mataron a Luis, el primer alumno de la Isauro Arancibia (su mujer todavía asiste a clase). Fue por un ajuste de cuentas, apenas había salido de la cárcel. “No tenemos ninguna fórmula para elaborar estas situaciones –reconoce-. Hacemos lo que podemos, para nosotros es como si se muriera un amigo”.<br />Los afectos que se tejen entre tizas y carpetas son intensos. En buena parte por la desolación exterior, pero también por el compromiso y la propuesta docente. No parece azaroso que las cartas de amor sean uno de los recursos escogidos por los maestros para llevar adelante el programa escolar. La correspondencia entre Malinche y Hernán Cortés se utiliza para hablar de la conquista de América y la de Mariano Moreno y María Guadalupe Cuenca se emplea para estudiar la independencia argentina. María del Pilar, la canción de Teresa Parodi que cuenta la historia de una mujer cuyo novio fue desaparecido, fue el disparador para la clase sobre el golpe de Estado.<br />Después de Matemática llega la clase de Ciencias Sociales. El profesor reparte unas impresiones de Internet que explican por qué se conmemora el Día del Trabajador. El texto advierte que los desocupados también deben sentirse comprendidos y que de ninguna manera debe llamarse a la jornada Día del Trabajo. La propuesta consiste en reunirse en pequeños grupos, leer en voz alta, y marcar las ideas principales. Un chico se hace el distraído para no leer. Se esconde dentro de la capucha de su buzo y el maestro lo caza al vuelo:<br />-¿Por qué no querés leer?<br />-Porque me da vergüenza –susurra el chico después de muchas evasivas.<br />-Es importante poder leer en voz alta para comunicarnos, para que podamos expresar lo que pensamos. ¿Cómo vas a hacer si le escribís una carta de amor a una chica que te gusta? –intenta motivarlo el maestro. El chico se sonroja, tira un cabezazo al aire mordiéndose los dientes, y comienza a leer.<br /><br /><br /><b>Cumpleaños callejero</b><br /><br />Una mañana del año pasado, Oscar llegó a clase con un pilón de tarjetas de cumpleaños. Tenían impresas el dibujo de Barney y la frase “Te invito a mi fiestita”. Con su desprolija letra, recién aprendida, había completado fecha, hora y lugar de la cita: “2 de mayo. 20 horas. Jol de Constitución”.<br />“Generalmente festejamos los cumpleaños en la escuela –explica Reyes-, pero él quería hacerlo en su lugar. Nos pareció muy bien, porque Constitución es para ellos el lugar del bardo. Nosotros buscamos resignificarlo. Ahora que comenzamos los talleres de radio, queremos que más adelante realicen ahí transmisiones abiertas para que los pibes digan lo que tienen para decir. También pensamos que pueden formar un equipo que represente a la Estación en el Campeonato de Fútbol Callejero.”<br />El día de su cumpleaños, Oscar faltó a clase. Los maestros pensaron que tal vez era porque estaba organizando su fiesta. Compraron una torta y a la noche fueron a visitarlo. Lo encontraron dormitando en una escalinata. “Lo despertamos y le preguntamos: ¿Y la fiesta?” El homenajeado se había olvidado. Pero se levantó de un salto y corrió a pedirle prestado a una verdulera dos cajones destartalados e improvisó una mesa. Consiguió vasos descartables en los bares de la Estación y unas mujeres que piden limosna aportaron gaseosas. Sus amigos se acercaron, formaron una ronda en torno suyo, y comenzaron a cantarle el Felíz Cumpleaños. El agasajado pidió en silencio tres deseos que jamás confesó, respiró hondo y sopló. Esperó que todos terminaran de aplaudir y gritó: “Los quiero mucho a todos”. Y a continuación, Oscar desentonó Usted, de Diego Torres: “No olvide que la quiero / no quiera que la olvide...”<br />La felicidad de Oscar no duró mucho. Un mes después, una mujer denunció que el chico intentó manosearla en un tren repleto. Los severos problemas de motricidad del chico convertían en improbable la teoría del abuso. Sin embargo, fue derivado por la justicia a la Unidad 20 del Borda. Las intensas gestiones de sus maestros y de los operadores de calle de Constitución permitieron que a fines del año pasado fuera trasladado a una escuela de oficios sobre la Ruta 6, camino a la La Pampa. Allí, ahora hornea pan para los poblados de la zona.<br />¿Cuál es la medida del éxito en esta escuela? Reyes contesta en nombre de una docena de maestros, una auxiliar y un puñado de profesores especiales: “Esto es como la utopía de Gelman, das dos pasos adelante y te alejás otros dos”, dice. Piensa un poco y agrega: “El solo hecho de venir cada mañana y ver que 120 pibes están 8 horas expresándose artísticamente, que expresan cariño, que acceden a un lugar que se merecen, eso ya es reconfortante. Después, aparte, tenés los chicos que se pueden integrar a algún proyecto productivo, como los que están elaborando alimentos en la cooperativa La Cacerola, que funciona en la Facultad de Filosofía y Letras”.<br />Sobre un papel afiche azul, a espaldas de Reyes, un montón de fotos muestran a los alumnos riendo a carcajadas con un paisaje serrano de fondo. Todos los años, la escuela prepara un viaje de fin de curso a Córdoba. Organizan festivales para recaudar fondos que les permitan solventar la aventura y una vez allí duermen en los hoteles de turismo social. Para los alumnos es una experiencia única: se bañan con agua caliente, duermen con sábanas almidonadas, les sirven la comida, van al cine y también a bailar. “La pasamos bárbaro –subraya-. Cuando viajan los chicos de clase media hacen un kilombo tremendo, pero como la vida de estos chicos ya es un kilombo, cuando encuentran un espacio con límites, amor y afecto se vuelven muy respetuosos. Una vez, una chica encontró un billete de cien pesos, vino y me dijo: `Susana, esto tiene que ser tuyo`. Y sí, se me había caído del bolsillo.”<br />De repente, se escucha una multitud de pasos cansados arrastrándose por los mosaicos. El barullo retumba en el hueco de la escalera y se hace difícil escuchar a Reyes. Ya no hay carpetas en los pupitres, se terminó el recreo. O, mejor dicho, la clase. Los alumnos, a pesar de sus deseos, deben volver a la calle.Unknownnoreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-307277725283458125.post-3055722552815897872008-12-05T17:30:00.000-03:002008-12-05T17:31:25.644-03:00Secreto Profesional: ¿Secreto de confesión?Corría el año 2005 y como sucedía desde hacía seis años, los profesores del espacio Proyectos, Orientación y Tutoría, teníamos que hacer nuestra planificación. El espacio de Tutoría (como se le llama comúnmente) aún es tierra de nadie, sin una clara definición de su encuadre ni definición curricular. Cada quien hace lo que quiere o lo que puede, con una diversidad aún mayor que en otros espacios, sobre todo entre los nuevos que se implementaron a propósito de la Ley Federal de Educación. Y la Escuela Técnica en la que se desarrolla la historia que les cuento no está ajena a tal situación. Los profesores de los 9º años de esta escuela, con la elaboración de un Plan Anual para el espacio habíamos logrado algunos mínimos acuerdos; por lo menos habíamos convenido en que se trabajarían tres ejes centrales: el Código de Convivencia Escolar, la Orientación para la elección del Polimodal y las Problemáticas Adolescentes. Eso sí, lo que sucedía al interior de cada una de las siete divisiones de 9º, nadie lo sabía con certeza. Bien dicen: cada maestrito con su librito.<br />En mi caso, mi formación como Psicopedagoga aportaba un elemento más, pues a la mirada docente le agregaba la mirada clínica. Y tal vez eso, especialmente en la situación que me propongo narrar, me “jugaba en contra”.<br />¿Por qué? Porque a mi modo de entender, este espacio debía ser el que brindara a los alumnos la contención que necesitaban para hacer frente a los embates de la vida, tanto escolar como extra escolar. Pero para los demás, esto era un espacio escolar, en el que debían trabajarse contenidos escolares, cosa que a mí me dejaba en soledad al momento de plantear una modalidad diferente de trabajo. Aún más, como se cuentan con pocas horas, y en general los profesores a cargo no tienen otro espacio frente a ese grupo de alumnos del cual son “tutores”, poco es lo que se proponen hacer en cuanto a profundizar en el conocimiento de las situaciones particulares de los estudiantes; más bien se conforman con ir, dar un tema específico como clase y nada más.<br />Mucho se habla sobre las problemáticas que debe enfrentar un adolescente, (un niño, al fin) de tan solo 14 ó 15 años. Y en la escuela estamos acostumbrados a ver que se trabaja sobre temas que suponemos son los que más “interesan” a los jóvenes por su edad, como pueden ser los cambios y la sexualidad en la adolescencia, las enfermedades de transmisión sexual, el alcoholismo, la drogadicción. Pero mayormente, son temas que impone el docente sin consenso de los alumnos, y en su tratamiento sobre abunda la información de tipo médica o, lo que es peor, “la moralina”... y esto a los chicos les entra por una oreja y les sale por la otra.<br />Yo buscaba una estrategia que me acercara más a los chicos, que me permitiera hacer algo de huella en ellos acerca de algunos de esos temas, para que no fuera en vano el haber pasado por ahí. Tratar de trabajar más desde las vivencias de ellos, para que se vean reflejados a sí mismos en las experiencias que contaran. Que pudieran verse involucrados en las situaciones.<br />A propósito de un video que vimos, se me ocurrió que la técnica que allí mostraban para la educación sexual, podía ser útil para trabajar otros temas. Y me lancé en mi cruzada contra el alcohol y las drogas.<br />Pero en el camino se me cruzó él.<br />Flaco, con los pantalones anchos flotando a su alrededor. Blanco, pálido, casi ceniciento. Y sus cabellos rubios siempre despeinados. Todo el tiempo haciendo bromas que desataban el alboroto en el aula. Se destacaba por lo diferente entre sus compañeros, no parecía de ahí. Por lo bajo mis colegas me susurraban: “así que en tu noveno está el hermano de Malena... (una joven artista que triunfaba en el país)”.<br />Yo ajena a toda su historia, había empezado con mis rondas de debate. Los chicos escribían sus preguntas en forma anónima sobre el tema del mes y después, las sacábamos al azar y ellos mismos debían ser quienes intentaran dar repuesta a la cuestión, contando situaciones que hubieran vivido o que conocieran por alguien muy cercano. Nada de traer monografías bajadas de Internet (como habían hecho el año anterior).<br />Todo lo que se hablara allí era confidencial, así que podían tomarse toda la libertad que quisieran para conversar sobre lo que les preocupara acerca del contenido. Ese era el pacto: nada de lo que contaran traspasaría el aula.<br />Y en una de esas, un día que él faltó, saltó el problema:<br />- Sabe, Profe, nosotros vimos que César sacaba unos porros de su bolsillo, allá en las gradas del patio... – comentaron.<br />- Sí, se vive drogando, Profe. Yo lo ví cuando fuimos a bailar, estaba tirado en el pasillo del boliche, volado por unas líneas- dijo otra de las chicas.<br />Traté de hablar con César en otras oportunidades, pero faltaba mucho a clases. Cuando lo logré, varias semanas después, esquivó el tema. Volvía una y otra vez a repetir que “estaba todo bien”, aunque hubiera preferido seguir en España, donde había vivido un tiempo con su madre. Esa era la mejor época de su vida. Ahora estaba “castigado” en esta ciudad.<br />A duras penas conseguí que viniera su tío, con quien vivía en ese tiempo. A su padre no logré contactar, pese a que vivía cerca de la escuela. Para su tío “estaba todo bien”, un poco rebelde, nada más.<br />- Un chico muy inteligente, mi sobrino, está trabajando en un ciber, porque sabe un montón sobre computadoras. A veces no logro que vuelva a la casa, pero como está ahí...<br />Intenté hacerle dar cuenta de que había algo que “no estaba tan bien” con César, que ese color ceniciento de su piel no era saludable, que debían estar más atentos a lo que andaba haciendo fuera de su casa durante tantas horas, y dando otros rodeos para no decir directamente lo que sabía pues pesaba sobre mí el pacto de confidencialidad que había hecho con sus compañeros.<br />¿Debí romperlo, tal vez? ¿Debí saltar por sobre la confianza que ellos habían depositado en mí? Porque se trataba de una situación grave en relación con este muchacho. Lo que ellos habían presenciado en relación con su compañero daba cuenta de un riesgo para la vida misma de él. Y a la vez, si daba a conocer los hechos tal como me los habían contado, ponía en riesgo a estos chicos. Estábamos en una época en la que se había judicializado en extremo la vida escolar y existía la posibilidad de que los involucraran en una situación judicial por tan solo haber explicitado que su compañero consumía drogas. Porque como había sucedido en otros casos hacía poco tiempo, podía iniciarse una demanda contra la escuela o alguno de sus miembros, dando intervención a la Justicia, llevando a los chicos y a sus familias a buscar abogados y presentarse en Tribunales para rendir cuentas de sus dichos, como si fueran “contra” su compañero y no a su favor.<br />¿Pudieron más mis propios miedos y mis limitaciones frente a un tema tan complicado? Aún hoy es así: me cuesta enfrentarme al problema de las drogas en los chicos. Pese a mi formación profesional, la drogadicción me supera, me paraliza y me siento muy vulnerable ante la situación. Tal vez por eso hice de este secreto profesional un “secreto de confesión”.<br />Mirando hacia atrás, pienso que ese tipo de estrategia que utilicé con mis alumnos ese año para trabajar estos temas tan conflictivos la volvería a repetir, porque sigo pensando que es una buena manera de acercarse a los chicos y que haga impacto en ellos, que los movilice a reconocerse como parte del problema. El secreto… no. Eso lo modificaría, buscaría otras formas, apelaría a otros recursos. Su confianza en mí debería poder ayudarlos a enfrentar lo que les pasa.<br />Nunca dije a su familia lo que sabía sobre César y las drogas.<br />Cuando volvimos de las vacaciones de invierno, él no regresó a clases.<br />Tiempo después, su madre llegó por la escuela averiguando cómo tenía que hacer para que rindiera libre el año. Se lo llevaba a vivir con ella en otra ciudad. ¿Con ella? Alguien me contó que últimamente, César entra y sale, vuelve y se escapa de los centros de recuperación para adictos.<br /><br />Lic. Viviana Inés Soria Bussolini<br />Escuela Técnica – Santiago del Estero<br />Profesora de Proyectos, Orientación y Tutoría<br />PsicopedagogaUnknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-307277725283458125.post-19322049474744553552008-12-05T17:22:00.001-03:002008-12-05T17:25:54.264-03:00LAS MAREADAS<div align="left"> <em>Idas y las Vueltas en la Educación</em><br /><br /><strong>Los espacios</strong><br /><br />Desde el año 2001 según resolución Nº…. Nos consideran docentes “impactadas”. Como normalmente nos dicen “las de allá” (por nuestra escuela de origen) y no de “acá” (escuela donde en la actualidad prestamos nuestros servicios).<br />En esta escuela cobran un valor fundamental los espacios geográficos. Tal es su fuerza, que te identifican en tu rol docente, hasta el cargo que desempeñas o en que nivel trabajas. Entre estos podemos mencionar los siguientes:<br />Por zona: las de arriba, las de abajo.<br />Por Nivel: las del inicial, las del primario, las del medio o del terciario.<br />Por Ciclo: las del inicial, las del EGB 1, EGB 2, las de 7mo EGB 3, las del polimodal, las del comercial, las del profesorado.<br /> Según dónde te desempeñes ocupas “tu espacio” ….muy confuso para unos, muy vivido para otros ¡si! un mundo aparte, mejor dicho, no un mundo sino “un todo en uno”.<br />Muchos comparan a esta institución con un monstruo, no solo por su tamaño, que ocupa tres cuadras, sino en sentido figurado porque es una institución que tiene todos los niveles (inicial, primario, medio, comercial nocturno y terciario) bajo el mismo techo.<br />Es tan grande y a la vez tan pequeña pues nos disputamos por algunos espacios ¿Cómo es esto? Somos tantos trabajando en esta escuela que literalmente faltan espacios físicos disponibles para desempeñar nuestras tareas docentes. A Tal punto es la falta de aulas disponibles que los días de talleres con los docentes (dos veces por semana) es un peregrinar buscando un sitio disponible. Comienza la tarea de “conquista”. El espacio vale “oro”. Quien llegue primero lo ocupa. Si te atrasas tu peregrinar comenzará: “¿esta libre el laboratorio?”- no! ¡La sala de tecnología?, ¿el bar?, ¿la sala de música?, ¿la biblioteca?, ¿la sala de profesores?....si llegaste tarde en ellas verás que hay docentes impartiendo clases.<br />¿Dónde nos quedamos?.....A sí que los días de taller son días de conquista. Salimos a recorrer “espacios” para encontrar un especio ¡aleluya si encontramos uno disponible! Ahí plantamos la bandera y mandamos mensajes de texto a los colegas para juntarnos a trabajar.<br />Pero tenemos esperanzas, somos docentes. El gobierno nos prometió construir tres aulas nuevas, eso sí ¡ya hace cuatro años que las esperamos! Y cada comienzo lectivo nos alegran con “ya comenzamos a edificar”<br />Si a esta hora no recorriste toda la escuela para tener un sitio de trabajo bueno, terminarás trabajando en la “ratonera” (un cuartito modificado de la antigua casa del rector) o en el “colectivo” (un ex baño de niñas modificado para aula… no es chiste)…o por último en el bar o….improvisas tu espacio. Así que, sino te apuras, terminarás, juntando algunas sillas en algún rincón.<br />¡Si!, los espacios geográficos son un bien muy caro.<br /><strong><br />¿Quiénes somos?</strong><br /><br />Con la ley federal dejamos de “pertenecer” a una escuela y según la resolución antes mencionada, emanada por el Consejo General de Educación, pasamos a otra escuela, otro nivel, otra zona. Según ésta sin perjuicio, “sin perjuicio para el docente”, decía… ¡en teoría!, ¡si! en teoría, la realidad muestra que perdimos nuestra “identidad docente”. No somos de allá, pero tampoco de acá. Trabajamos según las reglas de juego de acá (si le conviene o no al directivo).<br /> Sos profesor en algunos casos, por ejemplo cuando debemos tomar examen en contra turno, “para no perjudicar las horas de clase”. En otras sos maestro cuando debes cumplir ciertas tareas como cuidar las puertas de entrada o salida entre otras cosas.<br />Trabajamos acá con el sueldo de allá o sea maestra escuela de origen, además se nos abona por allá, ¡nuestro pase fue hipotético!, en papeles o mejor dicho en medios papeles, pues se nos dio el pase, pero esta escuela donde hoy nos desempeñamos, se olvido de hacer nuestras tomas de posición. Por ende no figuramos en la planta permanente, sólo en los partes diarios y en la planilla de licencia. ¡en esta escuela no existimos!<br /><br /><strong>“Sin perjuicio alguno”</strong><br /><br />¿Paradoja en la educación? Nos perjudicaron en varios aspectos:<br />· No existimos en el sistema, púes acá en donde trabajamos, por pertenecer la escuela a nivel terciario, no acostumbran a realizar las llamadas hojas de concepto, que nos exigen en nivel primario, donde pertenecen nuestros cargos “maestras de 7mo grado”. Estas hojas no solo te califican sino que te clasifican, en Santiago del Estero el nivel primario utiliza las mismas para puntuación, útil para ascenso de jerarquía o ingreso a la carrera. Así que por años estuvimos penando, notas tras notas para que se las confeccione. Cuando comenzaron a realizarla nos colocaron la calificación más baja. ¡¿Por qué?! Pegamos el grito en el cielo, según nos dijeron no estábamos capacitadas (a entender por capacitadas según el lineamiento de la Institución, actuar como “normalistas” con el currículo oculto de la misma) sin tener en cuenta que veníamos con puntajes sobresalientes y sin tener en cuenta, además, que en esta escuela tenemos horas de capacitación que cumplir. Bueno… ¿será que no nos adaptábamos a la cultura institucional de acá? ¿Nos castigaban por eso?...no sé aún).<br /> Pero ahí no termina toda la historia la quisimos hacer por nuestra escuela de origen, ellos tampoco podían hacerla porque basándose en el Reglamento General de Escuelas, no podían hacer nuestras hojas de conceptos profesionales, a pesar de que figurábamos en el plantel. Eso se debía a que prestábamos servicios en “otra escuela”…¡una locura!….Y cada año que no presentamos las dichosas hojas de concepto nuestros puntajes bajan más de los que teníamos. Colegas que les toco ser una de las impactadas venían con 70 u 80 puntos. En la actualidad, después de ocho años su puntaje llega a 25 y sigue bajando. Algunas perdieron la posibilidad de ascender en la carrera docente a cargos directivos, a pesar de contar con 20 años de servicios, pues esos puestos fueron ocupados por docentes de menos antigüedad y con mayor puntaje, ¡si! ¡Viva la calidad educativa!….. Pero… ¿Para quién? ¿No era que no nos perjudicaría el ser impactadas? ¿O eso sólo era teoría?<br /> La práctica dista mucho de la realidad. Por ejemplo, en el año que una colega se recibía de Licenciada Gestión Educativa. Su calificación en la hoja de concepto era de 36 puntos o se “buena” esto quiere decir que “es el que acusa satisfactoria preparación general(…) necesita sugerencias para orientar su tarea y rendir más”. Ah! ¿Y yo?…bueno…yo tenia deficiente. ¿Chiste? ¡No! ¡Ni ahí! Si te dan ganas de llorar…de la bronca.<br /><br /> <strong> ¿Seguimos con la locura?</strong><br /><br />· El seguro de vida de la provincia nos pide que constemos la escuela a la que pertenecemos… ¿y a cuál pertenecemos nosotras? En teoría a la de allá, pero también a la de acá, ya que es acá dónde por más de ocho años prestamos servicios. Así que ¡ojo! ¡cuidado! No te quieras accidentar porque ¡seguro que no cobras el seguro! Porque no estas en tu lugar de trabajo....o sea allá.<br /><br />· ¡Ni que hablar de nuestros horarios! , dejaron de ser las 25 hs del cargo para pasar a ser 27 y 30 horas cátedras. Ahí esta el chiste, las horas cátedras son más remunerativas que las del cargo pero… no se alegren…trabajamos 27 a 30 horas pero con la remuneración de un cargo de maestra de grado.<br /><br />· Eso sin tomar en cuenta donde justificamos las licencias ¿acá o allá? o ¿en las dos? Sí, los primeros años fueron un caos. Que si correspondía, que no, hasta que se pusieron de acuerdo en las dos para no errarle.<br /><br /> La lista sería interminable de defectos. Fuimos malabaristas en este juego de “emparchar” pero a pesar de todo salimos invictas. ¡Aún seguimos en 7mo! Aunque la comunidad institucional parece no reconocerlo, nosotras sentimos que hemos crecido profesionalmente, como colegas, “maestras” dentro de “profesores” marcando bien esa diferencia. Trabajando con ellos, junto a ellos.<br />Aprendimos que a pesar de todo y contra todo, los docentes somos “Docentes” con mayúscula, porque somos los únicos que ponemos el pecho a las ocurrencias de unos cuantos. Tenemos que dar vida a las fantasías soñadas por otros. ¡Eso si!, creadores de sueños sin herramientas para crear ese ideal. Porque el presupuesto no alcanza. No pidas libros, que entrega el ministerio de educación porque a esta escuela, del centro, nunca llegan. Si son chicos de “plata”, los libros son para los chicos “pobres”…pero si nuestros chicos con los que trabajamos son pobres son los de “allá”, de la periferia, son los de allá, pero acá, en la escuela del centro.<br />Tuvimos que apechugarnos, comprando en las editoriales, regateando, en compra comunitaria o a crédito, para que todos puedan tener su libro. Algunas más ingeniosas hasta confeccionaron los suyos con Fotocopias para abaratar los costos.<br />¿Comedor? ¡No! El comedor no pidas, porque….¿Qué dirá la comunidad de la elite de la ciudad? ¡Acá no hace falta!, es más, una vez nos dijeron los docentes de esta escuela, “acá no hacemos asistencialismo” “somos profesionales de la educación” dijeron otros. Pero los alumnos que concurren son también los de allá. Ellos concurren días en contra turno, a veces sin nada en el estómago, muchas veces desmayándose en horas de clase.<br /><br /><strong>Nuevos lineamientos</strong><br /><br />Hoy en día ya estamos adaptándonos a este ritmo. ¡No se preocupe!.... esta locura continua. Con la nueva Ley de Educación tendremos que nuevamente desandar lo recorrido. Volver a nivel primario, a nuestras escuelas de origen. En un lugar que ya no existe. Pues esas escuelas no cuentan en la actualidad con el espacio físico para contenernos, menos con esta carga horaria de 34 hs cátedra.<br />¿Están desorientados con lo que escuchan? Nosotras también. Hacemos la Argentina, hacemos la magia de enseñar. ¡Somos Docentes en cambio!..¿Hasta cuando?<br />Con este nuevo enfoque volvemos a no saber a donde pertenecemos... ¿Acá o allá? ¿Dónde estamos paradas? ¿En nivel primario, medio o terciario? ¿A que institución? ¿Qué ocurrirá con los espacios creados tales como idioma, tecnología, música, plástica, etc.? Si en nivel primario no hay presupuesto para esos espacios.<br />En aras de la “calidad educativa”, y según las últimas resoluciones del ministerio de educación, volvemos. Ahora son los chicos los que perderán su calidad porque nuestras escuelas de origen deben optar por una u otra área ya que el presupuesto no alcanza. Ni hablar de la infraestructura necesaria. Donde no se dispone de aulas, laboratorios de química ni de computación, a pesar que están las máquinas archivadas. ¿Iremos a dar clase en carpa en medio del patio? ¿O al anexo en una casa a una cuadra de la escuela? No se, son muchos los interrogantes que debemos resolver en la marcha.<br /> ¡Si! la calidad educativa llena la boca de los políticos de turno..políticas diseñadas en los “supuestos” no tan “supuestos” .<br />Seguiremos emparchando lo parchado ¿y cuidado que no se te salgan de las manos! Porque sino no estas capacitada para “los nuevos lineamientos pedagógicos” tendrás que re-reconvertirte u otra terminología nueva que traerá la nueva ley de educación.<br />Así que, si no cumplimos nuestro rol docente con las exigencias pertinentes ¿Tendremos el derecho de decir como dicen los que asumen cargos públicos: ¡¿ que Dios y la patria nos lo demanden?! Lavándonos las manos?…¡Pues no! ¡Somos docentes!¡Manos a la obra!.<br />“art. 158º Derógase la ley 5.804 y sus modificatorias, así como toda ley en materia educativa que se oponga a la presente”<br />Ley de educación provincial “Hacia una Educación de calidad para todos” Provincia de Santiago del Estero. Slogan oficial de campaña “sigamos creciendo”<br /><br /><br /><br />Nilda Noemí García<br />Docente de 7º EGB 3<br />Escuela ¿Escuela? ¿Cuál?<br />¿Andrés Ferreira Nº 150 o ENS Dr. José B gorostiaga?<br />La historia lo dirá.<br /><br /><br /> </div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-307277725283458125.post-51520468397175458502008-11-24T18:07:00.001-03:002008-11-24T18:07:49.360-03:00“CUANDO EL JUEGO NOS ENVUELVE…: La práctica y la teoría dos caras de una misma moneda”AUTOR: PROF. SONIA MARGARITA PAEZ.<br />OBSERVACIÓN: Profesora de Psicología y Ciencias de la Educación<br /><br /><br /><br />Hoy, veintiséis de junio del año dos mil ocho, me toca cumplir el rol de docente documentalista, y al comenzar la jornada me dispuse a acomodar bien todos mis sentidos para capturar toda esta vivencia al máximo, además de disfrutarla con todos mis colegas Esta Jornada se lanza con el siguiente nombre: “UNA MIRADA A NUESTRAS PRÁCTICAS PEDAGÓGICAS”<br /><br /><br />Cuando inicia la jornada que se inscribe con el nombre “una mirada a nuestras prácticas pedagógicas” a las 1430hs. se observa una disposición muy buena de los docentes respecto a esta Jornada Institucional. Se dirigen a los presentes la Regente del nivel terciario para trazar mediante breves palabras la presentación de la jornada, dando a conocer la incorporación de un nuevo Programa del Nivel Terciario que es el Plan de Mejora Institucional, hace alusión a que todos estos Programas Nacionales en red con el CAIE que impactan a la Esc. Normal son potencialidades a aprovechar. Posteriormente la prof. Sylvia Sánchez Coordinadora del CAIE, comienza con la coordinación de las actividades que se desarrollarán y agradece a diferentes actores institucionales por ayudas brindadas: a los sres. Ordenanzas por la colaboración en el ordenamiento del espacio colocación de sillas y de todos los recursos tecnológicos que se utilizarían en la jornada, a los docentes que colaboran en el montaje instalación y manejo de los aparatos de amplificación del sonido y de los recursos tecnológicos, cañón, computadora, filmadora, maquina fotográfica, y enfatiza la importancia de la presencia de los docentes a esta Jornada, y agradece esta presencia<br />La temática a desarrollarse explicitada verbalmente tanto por la Coordinadora CAIE como en las diapositivas presentadas en la pantalla con el cañón proyector es :”Rol Docente-Virtudes del educador-y las Relaciones entre la Teoría y la Práctica”.LA COORDINADORA CAIE solicita a que alguno de los profesores presentes colabore con la lectura de un texto sobre el ROL DOCENTE EN LA ACTUALIDAD.<br />Se encuentran presente aproximadamente cien personas –docentes de los distintos niveles que incluye la Escuela Normal Sup. Rep. Del Ecuador-Se<br /><br /><br /><br /><br />realiza a continuación una actividad en la que se solicita a los docentes que se paren al lado de la silla y se dispara la pregunta ¿porque se dedican a la docencia? algunos responden que por vocación, otros porque les gusta estar cerca de los niños, de los jóvenes , otros porque les gusta, porque les gusta ser maestra, por amor al prójimo, y a los chicos, porque es un privilegio ser formador, porque nos permite vivir dignamente, porque le gusta la geografía y le gusta transmitírsela a los chicos. Antes del lanzamiento de esta actividad la Coordinadora del CAIE presenta a su compañera que también coordinará la jornada Prof. Susana de Stanley Prof. de Educ. Física. La prof. de Educ. Física Susana es quien anima esta técnica pasando una pelota de goma a cada uno de los docentes que deben ir respondiendo. Finaliza el juego y la prof. coordinadora de CAIE Sylvia, acota que de acuerdo a las diversas respuestas, se deduce que los docentes de este institución disfrutan de su elección de ser docentes.<br />A continuación la prof. Susana de Stanley les indica que realizarán otro juego, en el otro extremo de la galería. A las 1457 hs. Los profesores se desplazan por la galería participando de un técnica de dinámica grupal,”capturando mensajes” se observa que están muy entusiasmados con la actividad. Solo algunos profesores se encuentran parados a los costados de la galería, en actitud de espectadores observando al resto de sus colegas.( algunos de ellos comentan “ esto es una estupidez”,”no estamos para este training”,”no me animo porque soy muy estructurado”, este ultimo fue una expresión de varios de los que no se integraban)<br />El profesor Eduardo Campos filma toda la actividad. Se encuentran presentes docentes de todos los niveles de la Institución (inicial, EGB 1 y 2, medio y terciario) , como así también autoridades de la misma( Rectora, Vice-Rectora, Regente del nivel terciario, Reg. Y Vice-regente de EGB 1 y2 Asesora pedagógica).<br />Luego de la mencionada actividad (juego-caminata, armar trencito entre docentes).<br />los docentes se reúnen en diferentes aulas para trabajar con la temática asignada (las virtudes del educador, con una ficha guía.<br />En el grupo N°1 se encuentran reunidos trabajando muy apagados, mientras toman mate.<br />En el grupo N°2 también toman mate pero animadamente, se observa en sus rostros, opinan comentan y participan mientras la prof. Edid de Terrera comenta una experiencia pedagógica..Hablan todas y todas quieren participar.<br />En el grupo N°3 , se encuentran trabajando silenciosamente.<br />El grupo N°4 trabajan profesores y preceptores y alumnos del Nivel terciario., comentan experiencias, intercambian opiniones.<br />En el grupo N° 5 trabaja también intercambiando ideas<br />En el grupo N° 6 algunos docentes parecen desconcertados, se nota a través de sus rostros.<br />En el grupo N° 7 En el, los comentario se monopolizan entre algunos a docentes , mientras otros miran, escuchan y asienten con la cabeza .La Vice-Rectora comenta una experiencia vivida por ella en el curso , es una experiencia divertida que motiva a los participantes a reírse y desestructurarse.<br />Luego se reúnen los grupos en la galería conformando un círculo para la puesta en común. Algunos testimonios que voy recogiendo mientras me paseo por cerca de los participantes son los siguientes:”precioso ameno, lindo, interesante el análisis de los textos, algo diferente, nos movilizó a todos”…”Muy dinámico, muy lindo”<br />A las 17 hs. Los docentes finalizaron con la última actividad prevista sobre la consigna: leer el texto: “La Teoría y la Práctica “de Ruth Harf, y a partir de la lectura expresar en una frase, en una conclusión, la reflexión obtenida. Se les entrega un papel afiche y marcador a cada grupo para que también la escriban y grafiquen si desean sus ideas. Los docentes reunidos para la puesta en común realizan un circulo grande en la galería de la escuela y comienzan a exponer sus producciones, no solo exponen sino que además expresan sus reflexiones a acerca de la importancia sobre las relaciones entre la Teoría y la práctica. La que se destaca de todo, esto es, que quienes opinan son docentes de áreas (por ejemplo Educ. Física) consideradas como que no se interesan por la relación Teoría y práctica (esto en el imaginario y estereotipos o representaciones que en oportunidades nos creamos de los otros).Un alumno residente del prof. de psicología opinan que el error en el que los docentes incurren habitualmente es el de enseñar y tratar de aplicar teorías como las de Piaget, Vigotsky, Ausubel, descuidando la Teoría por ejemplo de Paulo Freire y que en muchos casos desconocidas por los docentes.<br />Finalmente la prof. Yaquelín Lopez, lee una frase a modo de reflexión y de despedida: de Celestín Freinet :<br /> No podéis preparar a vuestros alumnos para que<br />construyan mañana el mundo de sus sueños,<br />si vosotros no creéis en esos sueños<br />;<br />No podéis prepararles para la vida si no creéis en ello;<br />No podéis mostrar el camino, si os habéis sentado, cansados y<br />desalentados en la encrucijada de los caminos”<br />Luego saluda y agradece a todos los docentes su presencia y participación.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-307277725283458125.post-40211535212207257082008-11-24T18:05:00.002-03:002008-11-24T18:06:28.823-03:00PARTICIPAME Y APRENDERÉ:PROFESORA de Psicología y Ciencias de la Educación ,de la Esc. Normal de Frías.—Su relato fue seleccionado entre otros, producidos en los pequeños colectivos de narradores por lo que viajó al Ateneo de Jujuy (cierre de línea sobre narrativas) como docente narradora.<br /><br />En esta instancia de innovaciones pedagógicas, hoy miércoles dieciocho de junio de dos mil ocho, tengo la grata oportunidad de asumir el rol de observadora y documentalista de la propuesta pedagógica del taller de Técnicas y Dinámicas de animación grupal, correspondiente al Proyecto de Mejora Institucional de la Esc. Normal Sup. Rep. del Ecuador de la ciudad de Frías ,Sgo. del Estero .Mientras miro ese despliegue de docentes y alumnas en esa sala me doy cuenta que no me siento nerviosa, ni incómoda ,ya que es una experiencia más que comparto con mis colegas y también con mis alumnos del profesorado con quienes mantengo una excelente relación afectiva, amistosa y profesional.<br />A medida que cada docente y alumno ingresa a la sala del CAIE las docentes que conformamos este equipo de trabajo, entregan a cada uno de los participantes una carpeta con la agenda de trabajo. a cada uno de los presentes .Cuando la mayoría ingresa , inicia el taller con las palabras de bienvenida de la Regente del Nivel terciario, la profesora Aída, quien realiza una buena introducción acerca de la temática del taller, continuando con el desarrollo de esta propuesta la Coordinadora general del Plan de Mejora Institucional ,la Profesora Mabel, enfatiza el compromiso de participación de cada uno de los actores institucionales y anima a acompañar este proyecto a lo largo de este año ya que su objetivo final es fortalecer a la institución impactando en las prácticas y en la posibilidad de aplicar la tecnología en el aula<br /><br />En este momento nos encontramos todos expectantes y ansiosos por descubrir lo nuevo lo que implica el llamado a la acción, eso nuevo que ansiamos vivenciar y descubrir a partir de lo que las profesoras animadoras han preparado para este taller. Una de ellas, la Profesora Coordinadora del CAIE, Sylvia presenta a su compañera de trabajo Prof. de Educación Física Susana manifestando un sincero afecto y placer por trabajar juntas en esta oportunidad, explica que ambas animarán este taller y pondrán en juego técnicas para sensibilizar y acomodar al grupo de participantes a fin de que trabajen relajados y en un clima de alegría.<br />Para iniciar con lo programado la prof. de educación física Susana, invita a formar un circulo humano entre todos los participantes y dispara la propuesta de elegir a un par con el que se conformará una pareja, se miran uno con otros sonríen, primero dudan algunos, otros señalan y se aproximan rápidamente al par elegido con quien deben interactuar, conversar y conocerse un poco más. Mientras tanto yo soy la única persona sentada y que esta realizando una actividad distinta la de observar y documentar, algunos colegas y alumnos que sonríen y me dirigen una mirada cómplice. Durante un lapso de cinco minutos los participantes intercambian datos personales y comunican en voz baja lo que desean expresar al participante que les tocó como pareja., es notable el interés de todos por contar lo que consideran más importante, tratando de sintetizar sus ideas en pocas oraciones. Cumplido el tiempo indicado por la Profesora Susana, cada uno de los miembros da a conocer al gran grupo lo que recuerda de lo que le comentó su compañero o compañera; se instala un momento de risas, sorpresas, expresiones novedosas y cargadas de humor, breves anécdotas y comentarios subjetivos agregados, y a veces hasta disparatados que nos divierten a todos. Me doy cuenta que esta instancia del taller pasó muy rápidamente, ya no coordinaba mi motricidad fina para escribir tanto de lo que acontecía. En ocasiones me apartaba de mi rol de observadora deseando intervenir opinando y participando de las actividades, pero buscaba luego concentrarme para documentar y que nada pudiera escapar a mi registro.<br />Advierto que esta técnica colaboró para lograr con un trabajo entretenido y relajado; duró aproximadamente treinta minutos.<br />Sin perder la sonrisa consecuente de los resultados de esta estrategia rompe-hielo; la profesora Sylvia inicia el abordaje teórico a través de un torbellino de ideas, que lleva a la comparación y definición de los conceptos de grupo, equipo y trabajo cooperativo. Se escriben, entonces, en el pizarrón las ideas que surgen de los participantes del taller, que en su mayoría levanta la voz para hacerse escuchar y expresar su pensamiento. Se advierte un gran riqueza de saberes previos de docentes y alumnos puestos de manifiesto en esta actividad. Luego en un trabajo asociativo y completo se relacionan todos los conceptos enunciados, con la guía de la profesora Sylvia quién demuestra destreza en el desarrollo de la técnica como así también gran dominio específico y científico de los contenidos expuestos. Se muestra en pantalla, un esquema explicativo de estos temas, estéticamente construido en power point, otra presentación más sofisticada -con un cañón proyector-<br />La representación gráfica del trabajo cooperativo se ejecuta mediante una técnica lúdica: la profesora Sylvia invita a los integrantes del taller a participar de la misma, se eligen tres personas (dos profesoras y un profesor) y la consigna es que de uno por vez intenten trasladar una piedra utilizando un solo dedo, en los tres casos les resultó imposible, aunque grande fue nuestra sorpresa , en un instante en que una de las docentes participantes casi logra cumplir con la consigna , lo cual nos hace reír a todos como si fuese un booper extra. Sin embargo frente a la nueva consigna de que realicen esta tarea los tres juntos, si pudieron lograrlo. Esta experiencia conduce a la reflexión, es decir, el mensaje de la “piedra” se relaciona con la conceptualización del trabajo en equipo cooperativo, que facilita y favorece notoriamente el aprendizaje. En relación con la necesidad de incorporar estas prácticas lúdicas, por medio de estas técnicas y dinámicas en el aula se presenta la frase de Benjamín Franklyn que expresa.”Háblame y quizás te escuche, enséñame y quizás lo recuerde, particípame y aprenderé”, la que es reflexionada y que abre el comentario entre los miembros del taller, mientras es proyectada en la pantalla, observo una lectura profunda y analítica sobre esta frase ya que con la expresión de sus rostros mis colegas y alumnos certifican la veracidad de su contenido.<br />Llega el momento del relax y esparcimiento, se realiza el catering que consiste en café con facturitas, en el cual intercambiamos amenamente opiniones y comentarios ajenos a temáticas escolares.<br />Al cabo de quince minutos, se pone en práctica una técnica para división de grupos llamada “los pingüinos”, vuelve a despertarse el interés y la curiosidad general por saber en que consiste. La profesora Susana les indica a los participantes que deben hacer de cuenta de que son pingüinos y tienen que pararse en pedazos de hielo, para ello coloca en el piso hojas de diario que representan los témpanos de hielo. La consigna es pararse en un trozo de hielo, luego recorrer la sala sin pisarlos ya que los pingüinos nadan en busca de alimentos, mientras tanto las docentes que guían la técnica, recolectan trozos de hielo de modo que cada vez queden menos y cuando la profesora de Educ. Física Susana da la orden, se reúnen varios participantes sobre un témpano formándose de esta manera un grupo espontáneo de trabajo, algunos desplazándose a mayor velocidad que otros. Estoy atendiendo a mi rol de documentalista, mirando y admirando esta experiencia sin perder de vista rasgos importantes.<br />La música de fondo mientras duró la técnica, fueron risas, carcajadas, bromas, y risas espontáneas. Finalmente como quedaron siete témpanos se conformaron siete grupos.<br />Cada grupo de participantes, recibe un dossier que contiene técnicas grupales diversas, de las cuales tienen que elegir dos, para luego explicarlas al gran grupo. Para escuchar la nueva consigna de trabajo, vuelve a imperar el silencio de la sala .Disponen de cinco minutos para leerlas, cinco para explicarlas al interior del grupo pequeño y cinco minutos para socializarlas. Una vez cumplido el tiempo la profesora Sylvia pregunta quien desea comentar las técnicas leídas, varios participantes levantan la mano .La profesora Ida Susana es la primera en socializar las técnicas de su grupo explica la técnica de la “Telaraña” , manifestando que consiste en realizar un círculo con todos los participantes , uno de ellos toma una punta del ovillo de hilo y se presenta dando a conocer su nombre ,procedencia, roles que cumple , grado de interés por la actividad, luego lanza el ovillo a otro participante , reiterándose la acción sucesivamente hasta que queda formadas una especie de telaraña y todos así logran conocerse. La escuchamos con atención y algunos asentimos dando cuenta de que la técnica nos resulta familiar La profesora Mabel hace lo propio con la técnica “lluvia de ideas” ,que representa un tipo de interacción grupal que alienta la libre presentación de las ideas poniendo en común los conocimientos que cada participante tenga sobre un tema o contenido, llegándose luego a una conclusión o acuerdo .Continuando con esta interesante rueda de explicación de técnicas y pasando a otro grupo, la profesora Roxana socializa la dinámica de las técnicas “Concurso de proyectos” y “Juicio con jurados”, comentando que las pone en práctica en algunos espacios curriculares que ella dicta. Recuerdo en este momento que cierta vez la apliqué con mis alumnos de la secundaria y me dio excelentes resultados.<br />Pasada ya la hora en que debía finalizar el taller, la profesora Sylvia explica la consigna de la propuesta evaluativa a través de un trabajo de campo que debe concretarse, para presentar las producciones en el próximo encuentro de realización de este taller. Advierto algunos signos de cansancio en los participantes. La tarea de trabajo de campo indica la profesora Sylvia, deberá ser elaborada y puesta en práctica a través de la conformación de parejas pedagógicas., decisión que queda a cargo de los participantes, en caso de trabajar docente con docente, docente con alumno del terciario que participa del taller, docente con personal de gestión, la misma consiste en una micro-experiencia en la que diseñarán una clase incorporando técnicas y dinámicas grupales cuyo contenido será elegido libremente, para luego trasladarla a la práctica , en donde un miembro de la pareja llevará a cabo la mediación de dicho contenido y el otro documentará lo que observe a través de un relato, agregando fotografías, o teniendo la posibilidad de filmar dicha experiencia de mediación. Luego deberán tener una instancia para co-evaluarse y sacar conclusiones de logros, debilidades y dificultades que surgieron en este trabajo. También aclara la profesora Sylvia que se encuentran abiertas desde el CAIE las tutorías para el acompañamiento de esta actividad y comunica los días y horarios respectivos.<br />Por ultimo la profesora Susana registra el nombre de los integrantes de cada pareja que se anotan para llevar a cabo la propuesta de Trabajo de campo. Satisfechos con esta propuesta dinámica e innovadora que requiere la puesta en práctica del Proyecto de Mejora Institucional y contenta por la finalización de las tareas asignadas nos retiramos del salón de trabajo.<br />Personalmente experimento inquietud por saber como realicé mi trabajo; estoy plenamente dispuesta a recibir y aceptar todas las advertencias, correcciones y sugerencias que consideren pertinente hacerme, a fin de mejorar esta importantísima tarea que me invitaron a realizar para la cual intento perfeccionarme gradualmente ya que me fortalece profesionalmente y me gratifica y estoy convencida que aportará para optimizar el despliegue de mi rol docente.<br /><br /> <br /> PROFESORA ANA BEATRIZ CARRIZO DE GONZALEZUnknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-307277725283458125.post-77613542609582469332008-11-24T18:05:00.001-03:002008-11-24T18:05:33.684-03:00HORIZONTES QUE SE ABREN:PROFESORA Y Jefe de Departamento del Profesorado de psicología de la Esc. Normal de Frías.—Su relato fue seleccionado entre otros, producidos en los pequeños colectivos de narradores por lo que viajó al Ateneo de Jujuy (cierre de línea sobre narrativas) como docente narradora.<br />Partiendo de una consigna de trabajo de campo, propuesta por la Coordinadora del CAIE , profesora Sylvia Sánchez, a quien agradezco la oportunidad de estar participando en el taller de técnicas y dinámicas de animación grupal , del Plan de Mejora Institucional. Me interesa reconocer que esta propuesta del CAIE, despertó en todos los participantes el interés por la aplicación de técnicas para mediar y trasponer contenidos que pensamos conviene invitar a nuestros alumnos .Esta misma propuesta de campo me lanzo a la aventura pedagógica de elaborar una clase y documentarla a través de una narrativa pedagógica. Para tal fin, decidí observar una clase de mi colega amiga Edid de Terrera, en el Espacio de “Desarrollo del Currículum” de 2°año del Profesorado de “Psicología de la Esc. Normal Sup. Rep. Del Ecuador”, de la ciudad de Frías , Santiago del Estero.<br />Mi presencia en el curso no originó cambios de conducta en los alumnos, ya que me conocen porque también soy su profesora en ese Profesorado de Psicología, en el espacio curricular de “Psicología y Cultura del Sujeto que Aprende”, por lo tanto se hacia natural mi presencia en ese escenario pedagógico.<br />Puedo asegurar que mayor era mi ansiedad que la de ellos, -los alumnos- por el trabajo de observador y documentalista que estaba por realizar, lo cual significaba para mi incurrir en algo nuevo y diferente de todo lo realizado en mis largos años de docencia, era todo un desafío, apareciendo en mí , sentimientos encontrados:”miedo”,”angustia”,”expectativas”, pero al mismo tiempo inmensa felicidad, por darme cuenta verdaderamente que en esta maravillosa profesión de docente, nunca se agotan los aprendizajes, y que además estaba frente a la posibilidad de aprender de una colega con una larga y brillante trayectoria.<br />Comencé mi proceso de documentación y me interesó mucho el contenido a mediar:”los componentes de la planificación didáctica”.<br />Mi colega inicia la clase con la aplicación de la técnica “lluvia de ideas” con el siguiente interrogatorio:¿Qué palabras asocian con el término planificar? Con mucho interés los alumnos responden y simultáneamente se escriben dichas respuestas en el pizarrón:”ordenar”,”organizar”,”planear”,”seleccionar”,”clase”.Luego la docente aplica la técnica para conformar grupos: “Los refranes”, la cual consiste en entregar a cada alumno una tarjeta, previamente confeccionada por el docente, las cuales contienen escritos fragmentos de refranes populares, es decir que cada refrán se escribe en dos tarjetas( el comienzo del refrán en una tarjeta y su final en otra tarjeta), la dinámica muy divertida los anima a los alumnos a buscar entre sus compañeros la otra parte de su refrán que está faltante. De esta manera se forman las parejas que trabajaron juntas en la actividad propuesta, que deseo comentar a continuación. La docente lanzó la siguiente consigna. “en base a las palabras surgidas a partir del torbellino de ideas ,elaboren un concepto de Planificación”,para este trabajo se les asignó a los alumnos un tiempo de diez minutos, y una vez terminada la tarea los alumnos participaron en una puesta en común en la que cada grupo –pareja socializó su producción. Entre las respuestas rescaté las ideas del grupo N°1 que contesto: “planificar es organizar un trabajo”,el grupo N° 2 aportó: “planificar es seleccionar el material que se va a utilizar en un trabajo”; y el grupo N° 3 respondió :”planificar es ordenar y organizar una clase”. Para dotar de verdaderos significados a este momento, la docente en su mediación propone a los alumnos leer sus producciones, mientras ella va acotando algunos conceptos aclaratorios en relación con esas respuestas de los alumnos. En este momento advierto en la clase una “escucha activa”, los alumnos manifiestan plena atención en las explicaciones del docente tratando de decodificar y comprender lo que se está explicando.<br />La profesora, con mucha habilidad mantiene el ritmo de la clase capturando la atención e interés de sus alumnos y continúa con sus propuestas, planteando una segunda consigna: mediante la cual los alumnos deben comparar los conceptos elaborados en el grupo, con los conceptos presentados anteriormente. Los alumnos se abocan decididos en interesados en realizar el trabajo y no se observa que demuestren dificultades para la construcción de las respuestas. Esto me hace pensar que verdaderamente interpretaron las explicaciones otorgadas por la docente. Una vez que terminaron la tarea los alumnos tuvieron nuevamente la oportunidad de escucharse y socializaron sus producciones.<br />Luego para introducirlos en la temática de los componentes del currículum, la docente los sorprende con otra dinámica y les entrega tarjetas a los diferentes grupos con las preguntas: ¿que?: viaje; ¿para qué?: para conocer el glaciar Perito Moreno; ¿cómo?: Una excursión; ¿cuándo? : En septiembre; ¿con qué?: Dinero, colectivo, valija, ropa, hotel. Luego de la exposición de las respuestas grupales volcadas en el pizarrón; la docente explica que de la misma manera que se organiza o planifica cualquier actividad de la vida cotidiana; en el proceso de enseñanza-aprendizaje, se deben formular las mismas preguntas que son orientadoras a la hora de planificar, para que dicha planificación resulte eficaz .Utilizando las preguntas del juego anterior: ¿Qué? ,¿PARA QUE?,¿CÓMO?;¿CUÁNDO?,¿CON QUÉ?, la profesora presenta los componentes del currículum y se lanza a una clara explicación que ya tenia anclajes en las estructuras cognitivas de los alumnos por toda el andamiaje anterior que ella provocó. Sus explicaciones claras, precisas, le permitieron continuar con un ritmo de clase que no decaía , ni por un minuto, esto tiene mucho que ver son su personalidad, ya que la docente mediadora es increíblemente dinámica y expresiva; quien continua con la propuesta de lectura de un texto del que reparte fotocopias a los grupos de trabajo. Propone a los alumnos leer atenta y críticamente el texto para luego completar, un esquema con flechas y con una correspondencia término a término, para ello en una primera columna aparecían los siguientes conceptos: CONTENIDOS, OBJETIVOS, ESTRATEGIAS METODOLÓGICAS, ACTIVIDADES, RECURSOS. TIEMPO Y EVALUACIÓN (colocados uno debajo de otro. Enfrentados en otra columna debían hacer corresponder con lo siguiente: TRABAJO ESCRITO INDIVIDUAL; TIZA,BORRADOR,AFICHE; ELABORACIÓN DE ESQUEMA CONCEPPTUAL; RECONOCER LOS DUELOS EN LA ADOLESCENCIA; 80’ ( 1 MÓDULO); PHILIPS 66 .Los alumnos trabajan con mucho entusiasmo participando activamente con cada miembro del grupo, y demostrando comprensión en relación con el tema .Nuevamente los grupos tienen la oportunidad de socializar sus producciones Enfáticamente la profesora manifiesta su satisfacción ante los logros obtenidos por los alumnos en las diferentes actividades planteadas, y los felicita por la importante y muy buena disposición que pusieron para todas las realizaciones propuestas.<br />De esta vivencia me queda la enorme satisfacción de haber presenciado una clase, interesante en un clima de trabajo armonioso y dinámico, colmado de alegría y placer. Fue muy inquietante, descubrir que cada propuesta implicaba continuar alimentando la motivación de los alumnos a partir de cada aplicación de técnicas y dinámicas grupales, las que fueron muy bien seleccionadas y aplicadas oportunamente y de modo optimo por la docente que fanatizada por su profesión, se notaba decidida a contribuir en abrir, aún más, los horizontes de sus alumnos, futuros docentes. Puedo acotar que la docente no deja duda de su idoneidad, profesionalismo, esto queda demostrado en su habilidad para diseñar su clase, ponerla en práctica y obtener este tipo de construcciones y respuestas de los alumnos.<br />Esta nueva aventura que me atraviesa, y que compartimos varios profesores que participamos de este taller de técnicas y dinámicas de animación grupal, estas nuevas experiencias pedagógicas, que me hacen feliz, ya que nos permiten a los docentes también continuar abriendo nuestros horizontes y poder trabajar de modo cooperativo, me hace recordar algo que leí hace ya un tiempo, pero que esta muy presente en mi:<br /> -“Muchas hormigas solitarias no hacen un hormiguero;<br /> Muchas abejas solitarias no hacen un colmenar;<br /> Muchos rosales solitarios no hacen un jardín;<br /> Muchas golondrinas solitarias no hacen una bandada;…<br /> …………..<br /> ¡Muchos hombres solitarios no hacen la humanidad!<br /> <br /> Prof. IDA SUSANA DUJEUnknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-307277725283458125.post-23618340105314650952008-11-24T18:03:00.001-03:002008-11-24T18:04:31.897-03:00LA NARRATIVA DE LA PRÁCTICA DE LA ENSEÑANZA. RELATOS DE EXPERIENCIAS DOCENTESAUTORA: LIDIA MALDONADO DE HARON<br />ESC. NORMAL FRIAS- SGO- DEL ESTERO<br /><br />Observaciones:. Asesora Pedagógica y Prof. de Práctica y Residencia de la Esc. Normal Rep. del Ecuador, PONE A CONSIDERACIÓN DE TODOS UDS. UN ENSAYO SOBRE NARRATIVAS PEDAGÓGICAS.-.<br />SU RELATO “Marcas y huellas de la Esc. en la subjetividad”(El arbol del patio de mi casa había crecido demasiado.)(YA SUBIDO<br />A ESTE BLOGSPOT, FUE SELECCIONADO Y PUBLICADO EN REVISTA SOBRE NARRATIVAS PEDAGÓGICAS DE NACIÓN.-<br /><br />“ ...el relato está presente en todos los tiempos, en todos los lugares, en todas las sociedades; el relato comienza con la historia misma de la humanidad; no hay ni ha habido jamás<br /> en parte alguna pueblo sin relatos; todas las clases, todos los grupos humanos tienen<br /> sus relatos y muy a menudo esos relatos son saboreados en común por hombres de cultura diversa e incluso opuesta: el relato se burla de la buena y de la mala literatura<br /> internacional, transhistórico, transcultural, el relato está allí como la vida”.<br /> Barthes, Roland: Introducción al análisis estructural del relato.<br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br />La Narrativa<br /> Desde que el hombre existe sobre la tierra, sintió la necesidad de relatar historias, de hacer conocer a los otros sus vivencias y experiencias. Todo medio le fue y es útil para contar hechos sucedidos, de carácter real o ficcional, para referirse a hechos que tienen interés en dar a conocer o considera valiosos para ser relatados.<br /> El hombre narra constantemente, lo personal, lo que le sucedió a otros, las narraciones de terceros. Los mitos, las leyenda, las conversaciones familiares, los cuentos populares, las novelas, cuentos (relatos literarios), mitos, chistes, son variadas formas de narraciones.<br /> Las historias pueden ser narradas de múltiples formas: oral, por ejemplo, como sucede en el relato tradicional, o por escrito, la novela se encuentra dentro de esta modalidad, también pueden utilizarse imágenes fijas, como en las historietas por ejemplo, o móviles, como en el cine mudo. Al propio tiempo, es posible hacer un relato con gestos y construir una narración gracias a la combinación ordenada de todos estos medios, como es el caso del cine, video y la televisión.<br /> En el terreno estrictamente literario, la “narrativa” es una de las modalidades discursivas que ha gozado de mayor preferencia entre los diferentes auditorios o lectores desde tiempos remotos. Todas las culturas han organizado el conocimiento en forma narrativa y lo han transmitido a través de relatos.<br /><br />Relatos, Historias, Acto de Narrar<br /> La palabra “narración” proviene del latían “gnarus” que significa “conocedor, experto”. Significa que etimológicamente, “narración” tienen que ver con el conocimiento y con la experiencia. Si se relacionan ambos términos, se puede afirmar que la narración se vincula con el conocimiento que se adquiere a través de la experiencia, es decir, la narración tienen que ver con el conocimiento que se transmite a través de la experiencia. Se trata de una manera particular de organizar el conocimiento.<br /> El término “narración”, o su sinónimo “relato”, tienen un carácter polisémico. Ambas expresiones implican desde el punto de vista semántico tres significados: en primer lugar la palabra “narración” designa un tipo de discurso, un enunciado lingüístico, oral o escrito, y se refieren a una serie de sucesos relacionados entre sí.<br /> En un segundo sentido, se denomina “narración” al contenido argumental o sucesión esquemática y sintética de hechos que estructuran un relato; es lo que se denomina historia. Ella está constituida por el encadenamiento de acontecimientos, reales o ficticios, que constituyen el contenido de una película por ejemplo, sin tener en cuenta el medio empleado: gráfico, lingüístico, audiovisual, oral.<br /> En un tercer significado la palabra “narración” designa la acción de contar el acto comunicativo de narrar. A este acto de narrar se denomina “enunciación narrativa” e implica la existencia de un proceso interactivo entre emisor y receptor, entre el que narra y el que escucha la narración.<br /> En suma, la expresión “narración” o “relato”, designa la enunciación (acto de narrar), la historia (contenido de los que se narra) y el discurso (enunciado lingüístico con el cual se transmite ese contenido).<br /> La narrativa es una actividad humana por excelencia, es una de las operaciones fundamentales de construcción de sentido que posee la mente, es el marco dentro del cual se desarrollan los discursos sobre el pensamiento y las posibilidades del hombre.<br /> Sigrun Gudmundsdottir, en el capítulo 2, La Naturaleza narrativa del saber pedagógico sobre los contenidos, Mc Ewan y Egan en La Narrativa en la enseñanza, el aprendizaje y la investigación: Amorrortu, Buenos Aires, sostiene que independientemente de la disciplina o de la tradición académica de que se trate, la narrativa refiere a la estructura, el conocimiento y las habilidades necesarias para construir una historia.<br /> Scholes (1981), pág 205, citado por Gudmunsdottir, afirma que una narrativa es un texto que se refiere, o parece referirse, a cierta serie de acontecimientos que se producen fuera de él mismo.<br /> Jerome Bruner, en Actos de significado, 1991, plantea que los seres humanos interpretamos las acciones y los comportamientos en forma narrativa. Esto es parte de lo que él denomina “psicología intuitiva”. Los seres humanos piensan la vida en forma narrativa, como un relato que va cambiando a los largo del tiempo y, también piensan en forma narrativa la vida de los demás.<br /> <br />Función de la narrativa<br /> “ Mi relato será fiel a la realidad o, en todo caso, a mi recuerdo personal de la realidad, lo cual es lo mismo. Los hechos ocurrieron hace muy poco, pero sé que el hábito literario es asimismo de intercalar rasgos circunstanciales y de acentuar los énfasis. Quiero narrar mi encuentro con Ulrica ( no supe su apellido y tal vez no lo sabré nunca) en la ciudad de York. La crónica abarcará una noche y una mañana.”<br /> “Ulrica” Jorge Luis Borges<br /> Los relatos constituyen un medio para conocer el mundo, buscar qué lugar tiene el ser humano en él, ubica en el mundo. Los relatos muestran la esencia humana , lo que aspira a ser, proyectan desde la palabra y el gesto como personas.<br /> La narrativa es útil para leer e interpretar la naturaleza y el sentido de los relatos de vida, entender la complejidad de la condición humana, descubrir y acercarse al otro, en un reconocimiento de la otredad. Permite la comunicación, desde el relato que cobra vida por los sentimientos y emociones que lo cruzan, y mucha veces por la dramática del que relata, invita al que recibe la narración a sumergirse en la historia del que relata.<br /> Carol Witherll: en Los paisajes narrativos y la imaginación moral, Cap. 3, Mc Ewan y Egan en la Narrativa en la enseñanza, el aprendizaje y la investigación, Buenos Aires, Amorrortu, 1998, sostiene que los relatos permiten imaginar y sentir la experiencia del otro, adentrarse en el otro.<br /> El reconocimiento del otro, constituido a través de la palabra, puede ser una persona, pero también una cultura, un lugar , un tiempo, un hecho, un acontecimiento. A través de la narración se produce un enlace que se traduce en estados emocionales, de gozo, satisfacción, desesperación, impotencia , estados que permiten entender al otro, ponerse en su lugar o bien descubrirlo. Es precisamente lo que vincula, lo que teje lazos, lo que entrama.<br /> Contar historias suele producir un fuerte impacto, la experiencia personal vincula al lector , al que escucha, con las situaciones presentadas, mueve su vida interna, sus vivencias. La historia personal pareciera “abrir el texto”, revelar lo que se esconde detrás de él, como diría Gadamer (1989), citado por Sophie Haroutunuan- Gordon, Cap. 7. del texto citado de McEwan y Egan.<br /> Jerome Bruner, a través de su libro Realidad mental y mundos posibles, Barcelona: Gedisa, 1988, contribuyó a difundir ,en el campo de la investigación educativa, una concepción de entendimiento que otorga una nueva preponderancia al papel de la narrativa en la actividad de dar sentido al mundo, a la vida, a la experiencia. Los sujetos humanos no se ponen a trabajar como tablas rasas, sino que tienen expectativas y esquemas bien estructurados dentro de los cuales abordan los diversos materiales, Gardner H: La nueva ciencia de la mente. Historia de la revolución cognitiva, pág. 126, Barcelona, Paidós, 1987.<br /><br />Funciones del narrador<br /> “No solo la precisión descriptiva nos conmueve, sino la humanización de los elementos, la existencia misma de un espejo que nos devuelve el lenguaje transfigurado en vida. Esa vida, mantiene siempre un equilibrio desgarrante entre el bien y el mal, la esperanza y la desesperanza, lo normal y lo anormal, lo curable y lo incurable. Por eso observamos con asombro que personajes, situaciones y lenguaje crean una fuerte unidad de interés que nos a trapa en un túnel donde se divisan luces que nos llevan hasta la última palabra”.<br /> Alfonso Nassif, en el prólogo de Shishilo, de Dante Fiorentino, Indice, 1988.<br /> Un aspecto interesante a desarrollar es el de las funciones de quien narra, dentro del relato. Pueden ser diversas e ir más allá del acto de narrar, fundamental y específico. Asimismo, su reconocimiento y diferenciación permiten observar hasta qué punto el narrador maneja todos los hilos de la narración y qué espacio deja para la intervención interpretativa del lector o el que escucha.<br /> Cuando más son las funciones que desarrolla el narrador de un texto o de una historia, más control sobre el relato manifiesta y de menor importancia es, el papel asignado al lector o al escucha.<br /> La función narrativa, está determinada por la acción básica de narrar la historia.<br /> La función de control, la constituye el discurso explicativo por medio del cual el narrador se refiere a su propio relato para señalar de qué modo se articula, conecta, organiza, enlaza, etc., empleando indicadores de control, como por Ej. Veamos, empecemos ahora.<br /> La función de comunicación: el discurso está orientado hacia el narratorio y, el narrador hace referencias explicitas al auditorio. En esta función el narrador suele aparecer como un conversador ameno que tiene en cuenta que el contenido de la narración supone receptores interesados en esa historia.<br /> La función testimonial, implica la participación afectiva, intelectual, moral, del narrador en la historia que relata, se evidencia en expresiones valorativas, afectivas, etc.<br /> La función ideológica, se da cuando las intervenciones, directas o indirectas tienen un valor didáctico y surgen como comentario autorizado para la acción.<br /><br />La narrativa de la práctica de la enseñanza<br /> La narrativa ha encontrado aplicación práctica, en dos campos de la educación, ambas vinculadas con la acción, se trata de contar a otro que algo ha ocurrido, que algo ha acontecido.<br /> Algunos filósofos de la educación, como Kieran Egan (1988) , recomiendan a los docentes que usen la narrativa como un medio para estructurar el currículum.<br /> Hablar o escuchar a un docente supone oír historias. Las conversaciones, desde la función de comunicación de la narrativa, se refieren a relatos que tienen al propio docente como protagonista, los alumnos o la problemática institucional. Generalmente son relatos de sus experiencias, contadas a modo de verdaderos problemas que calaron - calan hondo en su vida personal y/o profesional, que tienen que ver con momentos claves del trabajo pedagógico o docente, con momentos de hondo sufrimiento, con los alumnos o alguna experiencia en particular que recuerda por los logros obtenidos.<br /> Los relatos forman parte de la vida profesional , da cuenta de tramos de la práctica institucional y áulica, forman parte de la vida del docente, son auténticos relatos de vida.<br /> Los relatos se imbrican en las experiencias de vida, de modo que la articulación de los fragmentos de las historias construyen una unidad de sentido. Narrar historias, supone que el protagonista se sitúa en un recorrido y en un contexto particular , para narrar la vida misma. La narrativa forma parte de la acción humana. Whyte 1981, citado por Gudmundstottir, S.,1988, en Cap. 2 de Mc Ewan y Egan: La narrativa en la enseñanza, el aprendizaje y la investigación, Buenos Aires, Amorrortu, 1998, afirma que las narrativas nos enseñan a interpretar el mundo. El funcionamiento narrativo implica siempre interpretación y reinterpretación, la estructuración de la experiencia y el acto de contar algo a alguien. Implica, en resumen, trasformar el “ saber en decir”.<br /> En la práctica de los docentes, sus narrativas acercan a comprender ese mundo tan particular llamado “escolar”, desde el protagonista, que vive la situación, la explica, la describe, interpreta, hipotetiza, analiza críticamente, valora, reflexiona, o bien desde la mirada de aquel que percibe, a través de sus historias, como se desarrollan las acciones en la escuela y sus implicancias.<br /> Las narrativas ponen de manifiesto el conocimiento experiencial práctico de los docentes, los modos de hacer en la escuela y en el aula, permite deconstruir y reconstruirlas, encontrando lo latente, lo oculto, lo guardado, lo implícito, desde una mirada interpretativa. Es así que s e puede encontrar dos puntos de vista o modos posibles de análisis, el referido a la organización de la experiencia del que relata, de tipo profesional, y los relatos que dan cuenta de esa experiencia. La narrativa organiza la experiencia, la estructura y las historias,una vía para conocerlas, transmitirla y compartir con los otros.<br /><br />Los relatos de experiencias docentes<br /> “Aquí estoy ante los alumnos de esta escuelita rancho que me ha tocado en suerte . Hace apenas un par de días que he llegado.<br /> Veinticinco caras morenas, en la que no puedo descubrir los sentimientos, me miran desde los bancos. Pienso que esto no me está ocurriendo a mí, un muchachito maestro rural de dieciocho años aún no cumplidos.<br /> Me levanto de la silla del escritorio y me dirijo al pizarrón, en el que escribo mi nombre. “ese soy yo”. Veinticinco caritas impasibles me miran.<br /> Ignoro qué es lo que dije o pretendí enseñar ese día de mi estreno como maestro. Recuerdo que no logré de ellos respuesta alguna...”<br /> Jorge Washington Avalos, Shalacos, Losada, 1980<br /><br /> Cuando un docente relata sus experiencias elige qué narrar, selecciona aspectos, enfatiza unos, omite otros, secuencia la historia y la carga de emociones y sentimientos. Con las decisiones que toma el relator docente, el contenido transmite el sentido que le dio a su experiencia, cobra vida y unidad de sentido.<br /> La historias de los docentes, centradas en la escuela o en el aula, acerca al desarrollo curricular, supone la revalorización del saber profesional, reflejados en decisiones y acciones acerca de la enseñanza y del aprendizaje que desarrollan en contextos particulares y sujetos determinados.<br /> Ello supone reconocer el marco cambiante y complejo en la que las prácticas se desarrollan, de acuerdo a la diversidad de contextos en los que se ocurren. En efecto, las narraciones llevadas a un plano de formalización posibilitan la transferencia de experiencias, con las adaptaciones y<br />resignificaciones que el docente que las adopta realiza.<br /> Los relatos de los docentes, son en sí mismos, situaciones de enseñanza, tanto para quienes las elaboran y transmiten, como para quienes las leen o escuchan, en el caso de la forma oral. No es la narración por la narración misma, sino que la condición para que ello ocurra es la reflexión y el ejercicio.<br /> Lee Shulman (1987), citado por Gudmundstottir, S.,1988, en Cap. 2 de Mc Ewan y Egan: La narrativa en la enseñanza, el aprendizaje y la investigación, Buenos Aires, Amorrortu, 1998, introduce el concepto de “saber pedagógico sobre los contenidos”, el que representa un elemento importante en la base del conocimiento de los maestros. El concepto designan las modalidades bajo las cuales los maestros conocen y comprenden su materia, que son especificaciones de los maestros y de la enseñanza.<br /> Siguiendo a Shulman , describe la enseñanza como una actividad interpretativa y reflexiva , un actividad en la que los maestros dan vida al curriculum y a los textos que enseñan con sus valores y sentido.<br /> La idea que encierra la expresión “saber pedagógico de los contenidos”, es que el docente transforma su saber sobre los contenidos en algo diferente de lo que era, en algo que tiene aplicación práctica en la enseñanza.<br /> Los alumnos en formación en los profesorados de EGB3 y Polimodal, relatan durante el período de Residencia, que el enfoque de la formación disciplinar recibida no se presta a la hora de sus prácticas. Los alumnos se han apropiado del contenido disciplinar, pero al mismo tiempo advierten que no es la forma apropiada para enseñar las disciplinas en EGB3 o Polimodal, porque no pueden operativizar en el aula la enseñanza de esos contenidos, tienen dificultades para hacerlos enseñables, para seleccionar las estrategias más adecuadas para realizar la mediación. En muchas circunstancias, los alumnos apelan a sus viejas matrices de aprendizaje, y replican en el aula formas aprendidas que entran en disonancia con las teorías de aprendizaje que recita casi de memoria.<br /> Grossman, Wilson y Shulman (1989) , en la obra citada, describieron los elementos que componen el saber sobre los contenidos y que lo hacen más pedagógicos. Dos componentes facilitan este proceso: 1º: las dimensiones pedagógicas de los temas, el saber sobre los contenidos a enseñar, sustancia misma de la disciplina; el saber sustancial para enseñar; el saber sintáctico para enseñar. Esta manera de saber la disciplina describe las estructuras que guían la investigación en una disciplina.<br /> En segundo lugar, las creencias acerca de la materia, el cruce de creencias sobre los sujetos que aprenden, la institución, la disciplina, el aprendizaje, las características de la enseñanza, atraviesan y afectan la situación de clase y la enseñanza. <br /> En relación a las creencias se han identificado dos tipos: una referida a la materia misma y las prioridades que los profesores asignan a los asuntos. La otra, se vincula con la orientación y los profesores hacia la materia. Las creencias son denominadas valores, modelan la disciplina que los docentes enseñan y consideran importante que los estudiantes aprendan y se apropien del conocimiento. Al propio tiempo, legitiman o no la variedad de estrategias metodológicas que se creen<br />como la más adecuadas o no, para enseñar la disciplina a un determinado grupo de alumnos. <br /> Jorge W. Avalos, en Shunko, Losada, (1985), en el capítulo IX, relata una situación de clase en la que se observa el “saber pedagógico sobre los contenidos”: <br /> _ ¿Vieron anoche el eclipse, chicos?<br /> Nadie lo había visto.<br /> - Seguramente que ustedes se habrán acostado temprano, si no hubieran observado cómo la luna...<br /> - ¿Vos preguntas de lo que se ha muerto la luna, señor? <br /> - Eso es...¿Vieron?.<br /> Todos lo habían visto.<br /> - Eso se llama eclipse.<br /> Escribió la palabra en el pizarrón y los hizo repetir hasta que la pronunciaran bien. A Simón le costó mucho trabajo, pero al final acertó. Varios chicos la escribieron en el pizarrón.<br /> - Mi papá sabe contar que en el tiempo de antes, un vez se murió el sol. Dice que todo se puso negro y que la gente tuvo mucho miedo porque creía que se acababa el mundo.<br /> .- ¡Ah, sí! Ese es un eclipse de sol. El de anoche fue de luna. Estos fenómenos se producen cuando el sol, la luna y la tierra se cruzan de cierta manera que se tapan. No les explicaré en detalle porque no lo entenderían, pero les haré el experimento. El sol es esta vela, la tierra esta pelota y este espejo la luna.<br /> El maestro cerró puestas y ventanas, encendió la vela e hizo el experimento.<br /> Los chicos miraban sin decir palabra...<br /> MacEwan y Bull (1991), citado por Gudmundstottir , en la obra citada anteriormente, sostienen que no puede haber un saber sobre los contenidos sin una dimensión pedagógica, porque la comprensión y la comunicación de una idea son en si mismas actos pedagógicos. Afirman, “comprender una idea nueva no consiste meramente en agregarla al acervo existente. Consiste también en captar su potencia heurística, su potencia para enseñar. Las explicaciones no solo explicaciones de algo, son también explicaciones para alguien” (pág. 332).<br /> Esta crítica no invalida las ideas de Shulman, simplemente las aclara. Sostener que el saber sobre los contenidos posee cualidades narrativas y pedagógicas, implica comprender su potencia heurística. El funcionamiento narrativo implica interpretación y reinterpretación, la estructuración de la experiencia y el acto de contar algo a alguien.<br /><br />El potencial de los relatos<br /> El saber pedagógico sobre los contenidos es una manera práctica de conocer la disciplina. Los docentes aprenden en el intercambio con los docentes, observando, conversando y trabajando con los pares.<br /> Una herramienta de trabajo para los docentes es la narrativa, la utilizan para comunicar sus experiencias, para interactuar con los alumnos. Cuando el docente plantea sus problemáticas áulicas, el contenido no solo es una secuenciación temporal y espacial de hechos o situaciones, sino que implica reflexión e interpretación, más aún cuando tienen el propósito de comunicar para compartir u buscar vías de acciones posibles. La experiencia se transforma en saber pedagógico sobre los contenidos.<br /> Las narraciones de los docentes tienen un gran potencial, porque ordenan y transmiten las formas en que ellos estructuran y desarrollan su saber práctico. Este no siempre es explícito, alude al conocimiento experiencial práctico que utilizan para el trabajo de la enseñanza.<br /> “ Aprovecho la oportunidad para hablarles del hormiguero, esa urbe subterránea con su organización, sus castas, su gobierno regido por la reina. Ellos aprenden que las hojitas que acarrean sirven de abono para enriquecer el manto en el que cultivan los hongos de los cuales se alimentan...<br /> Ishu se me acerca. Con timidez, la chinitilla me propone una adivinanza:<br />- Imasi maria sima.<br />- Ima –respondo aceptando.<br /> Imataj Mulita tropa mana tropenioj (tropa de mulitas que no produce tropel).<br /> Pienso un rato y, luego,digo:<br />- Me rindo, Ishu.<br /> Ella me mira y dice, satisfecha y avergonzada, mordiendo el cuello de su vestido:<br />- Las hormiguitas, señor.<br /> Jorge Washington Avalos, Shalacos, Losada, 1980<br /> Por otra parte, el relator interpreta una experiencia teniendo en cuenta sus destinatarios, es decir ofrece una mirada pedagógica de la experiencia a otros que lo interpretan, dentro del marco pedagógi co. Ello exige un conocimiento previo y profundo de lo que se desea transmitir y la selección de los mejores medios para hacerlo.<br /> El sentido del relato surge a partir la reflexión del autor sobre lo que ha hecho y quiere contar. Las acciones realizadas se van secuenciando cuando el docente explica reflexivamente la experiencia.<br /> Supone analizar una situación concreta, diferenciando entre los principios generales que sostienen y organizan la práctica y aquellas acciones particulares que responden a las circunstancias del desarrollo de la experiencia, dos elementos propias de la tarea del docente. Por ejemplo:<br /> “Con asombro vi que los chicos me habían seguido y se ubicaban en sus bancos. Entonces lo entendí: del idioma castellano ellos sabían el “Hasta mañana”, pero no más que eso. Me quedé mirándolos abrumado...Me levanté y comencé a caminar entre los bancos. No sabía qué hacer. En una de las pasadas, Lula me tomó de la mano y me sonrió. La calidez del gesto y del contacto con esa manita me hizo comprender que “Eros Pedagógico” es, simplemente, amor, mutuo amor...<br /> Jorge Washington Avalos, Shalacos, Losada, 1980 <br /> Los relatos , poseen también un potencial transformador, tanto para los autores como para los escuchan o leen. Relatar historias implica resignificar la experiencia que se está contando; la lectura o el relato escuchado se asimila y acomoda a la experiencia del que la está escuchando o leyendo. Los docentes cuentan con un recurso de experiencia que les permite profundizar o recrear aquello que se proponen enseñar. Por ejemplo:<br /> “Resulta que ese día en el recreo el maestro andaba cazando quichuístas; así me lo pescó al Castañito discutiendo con otro por las bolitas de una partida confusa. Descuidado por la cuestión no vio al señor ,que se había aproximado despacito por atrás, y estaba hablando “ligerito como pájaro carpintero picando el palo” . El maestro puso cara de maligna satisfacción y tocándole el hombro le hizo señas de que “marchara” . Castañito lo siguió...Cuando entraron al aula, Castañito fue al pizarrón, tomó una tiza y esperó la sentencia. El maestro se sentó despaciosamente en el escritorio y pasándose la mano por la barbilla dio el fallo:<br />-¡Hasta que la higuera tenga flores!<br /> Eso significa un pizarrón lleno de oraciones... Lo chicos disfrutaban, amontonados en las puertas y ventanas. Llegó corriendo Elbia, que se plegó al montón inquiriendo:<br /> - ¿Qué pasa? ¿Qué pasa che?. María Luisa le informó:<br /> - El ha hablado en quichua. – Sin advertir que lo hacía en este idioma .<br /> El maestro se volvió hacia ella con la cara llena de satisfacción Cuando María Luisa pasó al pizarrón, el maestro se ensañó con ella al dar la pena: <br />- ¡Hasta que el bagre se resfríe!. –María Luisa tuvo que llenar dos pizarrones...<br />- Ausha –llamó- traeme un vaso de agua...- ¡ La de la tinaja está más fresca! <br /> Absalón se detuvo en su carrera; se volvió lentamente y señaló al maestro con el dedo.<br /> El señor<br /> - ¡Has dicho en quichua!... Los chicos se sentaron en sus bancos mientras el maestro llenaba los pizarrones con el “versito”. La cara de todos ellos rebosaba maligna satisfacción. nunca más prohibió hablar quichua en la escuela.<br /> Jorge W. Avalos, en Shunko, Losada, (1985).<br /><br />El docente: último narrador<br /> Nicolas Cassullo, en el capítulo 5 , de Construyendo un saber al interior de la escuela, de Frigerio, Poggi, Korinfeld (comps.) Novedades Educativas, 1999, cruza la problemática literaria, la problemática del narrador, la crítica a la historia, y la figura del profesor. Trabaja con las ideas o intuiciones conceptuales de un crítico literario y filósofo alemán, Walter Benjamín.<br /> Para este filósofo, la historia es aquel relato de los vencedores que no se detiene nunca, ni en sus palabras, ni en sus silencios. Es un tiempo “heredado”, continuo, homogéneo, unitario...Detener reflexivamente el tiempo de esa historia dominante, vencedora, que atraviesa la transmisión de esos saberes.<br /> Para Benjamín, la información es el acontecimiento del cual se desvincula el narrador, para no transformarse en simple comunicador. El narrador, se desprende de esa “información corroborante” , se desprende del aquí y ahora vaciado por la información: se desprende de ese tiempo homogéneo, indiferenciado, unitario, continuo, bárbaramente vencedor. La narración sería el acontecimiento de la experiencia del que narra, el transmitir esa experiencia, viene de lejos, de otro presente al presente, de otro pasado del pasado. Narración de un tiempo recobrado, a contrapelo de la lógica tecnológica informativa de consumo.<br /> Para el filósofo la memoria constituye una vasija amorosa que salva los sentidos del mundo, donde se refugia la esperanza, la promesa incumplida de otra historia, la de los justos. La memoria es el don sublime del narrador , el que transmite oralmente los mensajes a punto de perderse para siempre, esa criatura que al contar sobre las cosas, no hace más que contar su vida.<br /> Las historia del libro de Benjamín, “Historia y relatos”, citado por Casullo, proponen uno de las transposiciones del pensamiento del autor: el narrador, en tiempo de agonía y extinción del narrar. El narrador como construcción de un drama imprescindible para abordar el acontecimiento humano, sujeto que vive de contar cosas acumuladas no en el mundo de las explicaciones sino en su propia estirpe. Y de contar de manera directa, con escuchas cercanos, que comparten en forma personal el relato.<br /> En este marco piensa en la figura del profesor, cada vez más “ bañada por brumas y disolvencias de adioses entre lo que nos rodea, entre tanta massmedia, banco de datos, videoclases, sueños de pantallas de televisor en las aulas, redes informáticas, terminales privadas, educación a distancia, Internet, y escasos presupuestos”.<br /> ¿Qué gran verdad!, en esa silueta de despedida, la del profesor junto al pizarrón, se encuentra uno de los últimos tipos de narrador.<br /> Según este autor, el arte de narrar no es fácil. Para que surjan historias se necesita orden, trabajo, subordinación. Se necesita de una antigua artesanía humana que alumbra, porque se trata de un arte que acaba en sabiduría, no en explicaciones, y mucho menos en información.<br /> Comparto la idea de que el discurso profesoral yace hoy, entre el mito primordial que asusta, el de su desaparición, y su cadáver conceptual desde lo tecnológico abusivo.<br /> Benjamín, que nunca fue profesor, piensa que en el narrar que enseña, se cobija un gesto inaprensible más que lo rutilante de un contenido. La tradicional simpatía que une a los narradores con los pillos y bribones, quien salta del silencio a la voz, para asumir un papel: transformar el hipotético balbuceo del justo en cuento que viene de lejos. Se trata de una situación de enseñanza, de clase, de transmisión, con diferentes finalidades, reflexionar, interpretar, transformar, desarrollar un saber práctico.<br /> En suma, los relatos no son sólo productos del lenguaje, sino que al narrarlas muy pronto se torna fundamental para las interacciones sociales.<br /> Jerome Bruner, en La fábrica de historias, pág. 53, 129, Fondo de Cultura Económica, 2003, sostiene que el relato se imbrica con la vida de la cultura e inclusive se vuelve parte integrante de ella. Ninguna cultura humana puede actuar sin algún medio para tratar los desequilibrios previsibles o imprevisibles inherentes a la vida en común. Aparte de todo lo demás, lo que una cultura debe hacer es escoger medios para mantener refrenados intereses y aspiraciones incompatibles.<br /> Los seres humanos son productores, generadores de historias, tienen identidad y se constituyen en personas a partir de la palabra. Las historias rompen la barrera con los otros, acercan a otros mundos, para entenderlos, ampliando la perspectiva de la otredad, condición para la propia comprensión y la extraña y compleja condición humana.<br /><br /> <br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br />Bibliografía<br />McEwan Hunter y Egan Kieran (comps), La narrativa en la enseñanza, el aprendizaje y la investigación: Amorrortu, 1998.<br />Bruner Jerome, La Fábrica de Historias. Derecho, literatura, vida, Fondo de Cultura Económica, 2003.<br />Bravo Ana, Adúriz Javier Literatura y representación. El discurso dramático, Kapelusz.<br />Atorrese A., Bannon M., Gándara S., Kornfeld L.,Lengua y Literatura, Introducción a la lingüística y Teoría Literaria, AIQUE, 1999.<br />Avalos Jorge, Shunko, Losada, 1985.<br />Frigerio, Poggi, Korinfeld (comps.), Construyendo un saber al interior de la escuela, Novedades Educativas, 1999.<br />Fiorentino Dante, Shishilo., Indice, 1988.<br />La documentación Pedagógica en las escuelas, Programa Nacional de Gestión Curricular y Capacitación. Ministerio de Educación, Año 2001.<br />Bruner Jerome, Realidad mental y mundos posibles, Barcelona: Gedisa, 198<br />Avalos Jorge, Shalako, Losada, 1980.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-307277725283458125.post-16756783011426493552008-11-24T18:02:00.001-03:002008-11-24T18:02:51.277-03:00UN TALLER DEL QUE APRENDÍObservaciones: alumna del Profesorado de Lengua y Literatura del I.S.P.P. Nº 2 (de la ciudad de Frías, Sgo. del Estero) Realiza una actividad de observadora participante de esta experiencia propuesta solicitada por la Coordinadora del CAIE que es a la vez su profesora del espacio de Fundamento Pedagógico-didáctico quien propuso a los alumnos construir un relato pedagógico que narre esta experiencia vivenciada en ese taller<br /> <br /> La siguiente es el relato de una observación del Taller Institucional organizado por el CAIE en red con un grupo de docentes de la Esc. de Comercio. Este taller se realiza para los docentes del Nivel Medio de la Escuela de COMERCIO número uno MANUEL BELGRANO de la ciudad de Frías Santiago del Estero. En esta oportunidad presentando algo nuevo y provechoso como es un Taller de Expresión Literaria y de Producción Artística, organizado por la profesora Sylvia Sánchez y un grupo de docentes del área de lengua. Después de una multiplicidad de actividades que transmitían disposición de buena onda, los grupos conformados por los profesores llegaban al punto de encuentro para exponer lo trabajado.<br /> El primer grupo demostró ser participativo y creativo, reafirmando y consolidando nuestras raíces, por medio de danzas folklóricas, la chacarera, transmitiendo mensajes con el cuerpo por medio de la expresión corporal, que motivó y contagió a sus colegas a unirse sintiéndose partícipe de esta expresión.<br /> A continuación el otro grupo tenia como parte literaria, una obra del escritor colombiano, Gabriel García Márquez, a la que cambiaron el título y dieron a conocer la triste realidad de los niños desamparados -niños de la calle-esto estuvo acompañado por un fondo musical que nos llevó a sensibilizarnos ante la penosa situación que muchos niños pasan, pero que a veces no lo reconocemos, la segunda poesía nos llevó a detenernos por un momento y escuchar el dolor y sentir el sufrimiento de nuestros niños argentinos , a través de la poesía de Julio Berni : Juanito Laguna, entonada como tango y buena recitación. Otro de los grupos se dispuso a exponer las actividades propuestas, acompañando ese mensaje discursivo sobre la pobreza y la marginalidad por medio de la innovadora actuación de títeres, esta genial herramienta de trabajo, que reflejaron la penosa realidad por la que atraviesan los niños, victimas de extremas situaciones.<br /> Cabe destacar, que toda producción artística , fue un disparador que nos impactó por su exposición , organización y nos hizo comprender el sentido de la realidad y conceptos vertidos en cuanto a la pobreza y marginalidad, en nuestros días, y cuan importante es escuchar al otro, poniéndose en su lugar.<br /> Al final de esta Jornada la profesora Sylvia Sánchez, expuso como esta batería de actividades se logro en un buen clima de participación, estando ella sorprendida por todo lo observado, y dijo: que importante es tener buena disposición, y de esta misma manera se puede trabajar con los alumnos para evitar el aburrimiento. Les recordó a los docentes, la tarea de Campo que les queda para hacer trabajar a sus alumnos con estos disparadores. Seguidamente el personal de la casa hizo entrega de un diploma al mérito a la profesora Sylvia Sánchez por su disposición para organizar, coordinar y animar el Taller de Expresión Literaria y Producciones Artísticas.,<br /><br /><br /> DIANA CARRIZO<br /><br />ALUMNA DE 1° AÑO DEL PROFESORADO DE LENGUA Y LITERATURA DEL I.S.P.P. N°2- FRIAS- SGO. DEL ESTERO-Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-307277725283458125.post-61656578824546118042008-11-24T18:01:00.001-03:002008-11-24T18:01:56.914-03:00Una Jornada InteresanteObservaciones: alumna del Profesorado de Lengua y Literatura del I.S.P.P. Nº 2 (de la ciudad de Frías, Sgo. del Estero) Realiza una actividad de observadora participante de esta experiencia propuesta solicitada por la Coordinadora del CAIE que es a la vez su profesora del espacio de Fundamento Pedagógico-didáctico quien propuso a los alumnos construir un relato pedagógico que narre esta experiencia vivenciada en ese taller<br /> Fuimos invitados a presenciar un taller, por la profesora Sylvia Sánchez, en la Esc. de Comercio.<br />Llegué a las catorce horas. Y me reuní con mis compañeras, cuando llegaron los demás profesores ingresaron al edificio escolar.<br /> Luego de la presentación de las personas encargadas del taller y de los nuevos profesores que se encuentran ejerciendo, la profe Sylvia nos presento como alumnos del ISPP numero dos..<br /> El Taller comenzó con una instancia de expresión corporal en la cual participamos todos, que me pareció muy importante para relajarnos, relacionarnos y sobre todo, fue muy divertida. Una vez terminado ese momento nos repartieron caramelos cuyo envoltorio debíamos conservar, ya que de acuerdo al sabor que a cada uno le había tocado. Se dividirían en grupos que elegirían entre un Taller literario o artístico.<br />Los grupos ingresaron a distintas aulas, salvo un grupo que eligió expresión corporal que quedó ensayando en el salón.<br /> En el momento que ingresé en la primera aula quien estaba guiando a estos profesores distribuyó fichajes e infogramas, el texto que les había tocado era la fábula de los ciegos´ la consigna era :incorporar en dicho texto un personaje mágico, fantástico, ideal .Luego de leído el mismo las opiniones se fueron intercambiando, entre ellos incluso se dieron cuenta que situaciones allí escritas se comparaban con la realidad y que ellos como profesores muchas veces habían experimentado discusiones inútiles que no los llevaba a nada importante, entre muchos comentarios fue lo que más me impactó<br /> En la segunda aula, por supuesto dentro de lo literario la consigna era introducir al texto un personaje que intente acciones disparatadas para que el resultado sea algo gracioso y divertido, por supuesto bebían cambiar el título del mismo. Por lo que pude escuchar hablaban acerca del zorzal criollo y como era de imaginar tratar de inventar algo disparatado provocaba carcajadas en todos sus integrantes, que a mi criterio tuvieron la tarea más difícil.<br /> Tratando de cubrir casi todos los espacios fui hacia la otra aula, en donde sus integrantes se habían volcado hacia el taller de títeres que por medio de representación de un discurso político trataban de reflejar la pobreza y el abandono infantil<br /> Y llegando casi a culminar el tiempo previsto para desarrollar las actividades, llegue a escuchar un interesante recitado con el acompañamiento de guitarra, el tema elegido era ´La escuela del siglo XXI´, al igual que el taller de títeres quiso mostrar la realidad de muchas escuelas de nuestro país.<br /> Después de un pequeño descanso que tuvieron algunos profesores mientras esperaban que los demás grupos terminaran llegó el momento de la presentación de trabajos, el grupo de expresión corporal fue el primero que por medio de la danza pudo mostrar lo que eran capaces de hacer.<br />Y así sucesivamente los demás continuaron exponiendo lo suyo hasta un tango se atrevieron a cantar.<br /> Creo que todos quedaron sorprendidos de lo que fueron capaces de hacer, en esa tarde en donde en todo tiempo reino la armonía y que muchas veces no se da, mas cuando nos relacionamos con personas que no conocemos y lo mas interesante de que todo, es como a partir de este taller, un profesor de historia comenzará a implementar una estrategia que descubrió en el mismo, para despertar en sus alumnos la curiosidad y el interés por la materia. Entonces me doy cuenta que este trabajo tuvo sus frutos y que tal vez muchas horas dedicadas a este proyecto por parte de los encargados , sirvieron de mucho, a mi desde mi posición de alumna, me sentí como uno más de ellos , no hubo diferencias.<br /> Por supuesto, quisiera agradecer la invitación que me permitió conocer como serán los encuentros con los profesores cuando algún día si Dios quiere llegue a ser como ellos y felicitar a todas las personas que como Usted profesora no se guardan sus ricos conocimientos para si mismos sino que tratan de compartir con los demás para hacer la educación algo más hermoso de lo que es.<br /><br /> NANCY GOMEZ<br />ALUMNA DE 1° AÑO DEL PROFESORADO DE LENGUA Y LITERATURA DEL I.S.P.P. N°2- FRIAS- SGO. DEL ESTEROUnknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-307277725283458125.post-83127999309159945052008-11-24T18:00:00.000-03:002008-11-24T18:01:05.820-03:00UNA CLASE SOBRE VALORES:El objetivo de esta narrativa es contar el desarrollo de una clase.<br />El tema a trabajar con los alumnos fue sobre los valores democráticos en Argentina. Comenzamos la clase saludándonos, y posteriormente les sugerí dialogar sobre las actitudes de ellos - los alumnos- en la escuela y en el hogar. Una alumna pasó a la pizarra y escribió todas las expresiones que emanaban de sus compañeros, la tarea resultó por momentos desordenada, ya que todos querían hablar al mismo tiempo, es así como intercedí para poner orden y poder escucharnos.<br />Una vez terminada la actividad, dialogamos sobre que actitudes eran positivas y cuales no, se presentan situaciones para analizar , llegando a la conclusión de que aquellas acciones positivas eran consideradas valores y que solo dependían de la voluntad de las personas.<br />De esta manera los alumnos lograron armar un concepto de valor, ayudados también por diccionarios.<br />Pero mi expectativa era que los alumnos contendieran que valores eran necesarios para vivir en un sistema democrático de gobierno Entonces la actividad siguiente fue la de trabajar con los preámbulos de la Constitución Nacional, de la Constitución de la Provincia de Santiago del Estero y el de la Carta Orgánica de la ciudad de Frías. Entregué por grupos de cuatro alumnos, fotocopias de los tres preámbulos y dicté las consignas. Ellas eran subrayar en dichos preámbulos aquellas acciones que eran consideradas valores. Luego debían realizar un cuadro comparativo, volcando en el los valores que eran parecidos o iguales entre los preámbulos, y los diferentes.<br />La intención era que los alumnos interpretaran la relación existente entre estas normas jurídicas e identificaran al ser nacional, con criterios semejantes, aún cuando vivimos en provincias diferentes, y ciudades con costumbres propias..<br />Existieron dos grupos de alumnos que les costó interpretar las consignas y comenzaron a hablar y molestar, pero pudieron realizar parcialmente la tarea con mi ayuda y guía.<br />Después de la puesta en común, de los grupos, repartí diarios y los alumnos tuvieron como actividad, la búsqueda de noticias relacionadas con esos valores. Dando lectura a sus comentarios y dialogando principalmente sobre esas noticias, que se referían a violaciones, por las cuales muchos argentinos sufren. Estas le llamaron la atención a los alumnos y pudo observar la postura crítica frente a situaciones de riesgo..<br />Aunque no todos los alumnos quisieron leer y mucho menos opinar.-<br />Finalmente, en los últimos quince minutos, de la clase, propuse que los alumnos agregaran uno o más valores en algunos de los preámbulos..Y para mi sorpresa, un grupo de alumnos, expresó su deseo: que en el preámbulo de la Constitución Nacional se incorporaran valores como: que los gobernantes sean juzgados y castigados por los actos de corrupción, que los niños y jóvenes no sean objeto de abuso sexual y que exista la pena de muerte para las personas que cometen delitos de asesinatos.<br />La hora terminó y no se pudo dar a conocer a todos los grupos la última actividad, solamente yo le di lectura en forma personal a algunas propuestas de todas maneras no todos terminaron y expresé que la clase siguiente retomaríamos el ultimo punto para ser analizado.<br /> PROF. ROXANA CABESTRI DE CAMPUZANO<br />ESC. DE COMERCIO “MANUEL BELGRANO”-FRIAS-<br />NIVEL MEDIO.-Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-307277725283458125.post-38410760680118668322008-11-24T17:58:00.000-03:002008-11-24T17:59:11.786-03:00TE ESCUCHO , ME ESCUCHAS:Los días viernes en víspera del día de la madre o actualmente debido a la disfuncionalidad de las familias tradicionales, le llamamos día de la familia. Una alumna sugiere salir al patio para tener un día de convivencia.<br />Organizamos entre todos comprar galletitas y gaseosa, nos trasladamos al patio de la escuela en una hermosa sombra de un gigantesco árbol.<br />Las risas de los chicos y el saltar y transmitir sus alegrías nos llevó 10´ aproximadamente. Una vez que desayunamos, comenzaron a traer sus sillas en forma de circulo, y contarme ciertas historias de sus pequeñas experiencias de amor, de salidas a la noche, de la preferencia de límites, algunas,…otras de transgredir las normas, porque ya son grandes, según ellos.<br />Al escuchar, observo a una jovencita que estaba aislada con los auriculares de su MP3, le sugiero que se acerque al grupo y me responde que esos diálogos no le interesan, porque ella es madura. Se resiste. Le coloco la mano cariñosamente por la espalda y le sonrío.<br />Seguimos charlando con el grupo, mientras de reojo observo que la joven se extrae el auricular y se acerca al grupo.<br />Le pregunto ¿Por qué se considera madura?- al principio no contesta nada.<br />Mientras otros deciden jugar a la pilla, la invitan los compañeros a jugar, ella no quiere. El resto de la clase me sugiere, que van a ensayar una obra con personajes-técnica ya aprendida .ME PONGO EN EL LUGAR DEL OTRO Y HAGO COMO SI FUERA…<br />Aprovecho que nos quedamos solas para generar un vínculo .La joven comienza a contarme su problema, se siente discriminada y con mucha responsabilidad pues es la hija mayor y debe cuidar a sus 6 hermanos porque la mamá trabaja y su padre no se encuentra en la ciudad, debido a tubo que trasladarse a Córdoba en busca de un trabajo mejor, el es albañil. Me siento tan impotente por no poder calmar su dolor…no tengo plata para comprar un regalo a mamá, me dice.<br />Le pregunto que sabe hacer, me contesta nada…luego dice escuchar música, pintar, escribir. Le sugiero que le escriba una carta…se le ilumina el rostro.<br />Comienza a escribir .Regresan los demás alumnos y preguntan ¿Qué hace Dalila Seño? Escribe les contesto. , escribe una carta para su mamá. Algunos deciden imitarla… otros siguen jugando y dicen después le escribiré…suena el timbre, los chicos regresan al aula con sus sillas. Limpiamos el lugar que usamos, levantamos los papeles y me quedo pensando. ¡Cuanto podemos calmar las angustias de otros , si solo prestamos nuestros oídos¡<br /><br /><br /> PROF. MARIA MARIANI DE GALARZA<br />ESC. NORMAL “REP. DEL ECUADOR “ NIVEL MEDIO-Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-307277725283458125.post-36693561620310981832008-11-24T17:57:00.002-03:002008-11-24T17:58:34.205-03:00UNA VALIOSA EXPERIENCIA DE FORMACIÓN<em>Observaciones: La docente narra su experiencia como Tutora del Programa Elegir la Docencia en el año 2.006, trabajando con alumnos de tres profesorados: Psicología, Química e Historia.<br /><br /></em> Este año el trabajo con los becarios en primera instancia supuso un nuevo desafío: integrar “los nuevos” , es decir los alumnos de la cohorte 2.006 al grupo que ya conformado con las cohortes 2.004 ,2.005<br /><br /> En tal sentido durante los primeros encuentros trabajé diferentes actividades, cuyo propósito principal consistió en generar un espacio para el conocimiento interpersonal, el establecimiento de vínculos y la integración de los chicos de las diferentes carreras y cursos. Al respecto destaco que el grupo esta constituido por 8(ocho) alumnos de la cohorte 2.004; 7(siete) de la 2.005 y 15(quince) correspondiente a la cohorte 2.006.<br />Estos encuentros me posibilitaron advertir aspectos /características comunes y otras muy diferentes en los alumnos , observando variados “puntos de partida” y ”miradas” , a partir de capitales culturales y sociales sumamente heterogéneos , lo que lejos de considerarlo como un obstáculo , constituyó un factor potenciador y enriquecedor para la propuesta de trabajo.<br /> <br /> Realmente es muy movilizador escuchar a los jóvenes a cerca de por qué eligieron, decidieron “ser docentes” , indagar sus expectativas e intereses , como así también conocer sus temores, dudas y por que no , hasta sus miedos- en especial en los recién llegados- y ver cómo sus compañeros más avanzados en las carreras, asumen –informalmente- el rol de tutores , que acompañan , informan, se socializan ,ayudan etc. a los “nuevos” al ir asumiendo un nuevo perfil como alumnos-futuros docentes y lo que se relaciona con las tareas inherentes a su responsabilidad y compromiso como becarios .<br /><br /> Por otro lado, pude advertir que mi relación como Tutora se sostiene sobre un tipo de vínculo muy particular, diferente al que se entabla con los alumnos desde nuestro lugar de docentes a cargo de un espacio curricular o cátedra. Esto generó en mí una serie de interrogantes: ¿Por qué la mediación con los alumnos becarios se hace más directa, sincera, espontánea desde el lugar del aula como espacio para un tipo de encuentro-taller semanal- donde el aprendizaje también es el objeto priorizado?¿Qué aspectos de nuestras prácticas debemos mejorar , reajustar y/o modificar para generar un mayor impacto en nuestros alumnos?¿Qué estrategias debemos poner en juego, para que las acciones del Programa “Elegir la docencia” tengan vinculaciones efectivas con el resto de las acciones de Renovación Pedagógica y, en definitiva ,producir un mejoramiento de la formación de los futuros docentes y al propio tiempo de nuestras propias prácticas?<br /><br /> ……………………….*…………………<br /><br /> Luego de los primeros encuentros , pude observar que la mayoría de los becarios se involucraron con la propuesta : en tal sentido sus representaciones iniciales en torno a lo que implica “Elegir la docencia” se reforzaron a medida que iniciaron las diferentes actividades-Proyecto de extensión comunitario con el Comedor Infantil Parroquial de Sumampa, plantearon diferentes alternativas para un Proyecto Cultural ,iniciaron la lectura y análisis de documentos referidos a la articulación del Programa con las Escuelas P.I.I.E.,comenzaron la elaboración de sus “diarios “, de modo de desarrollar competencias de escritura y lectura, de construcción de registros narrativos que den cuenta de las vivencias, experiencias “miradas” etc. en función de lo realizado.<br /> Así por ejemplo cuando los invité a “pensar” en lo que asumiríamos como proyecto cultural, se organizaron en grupos operativos de trabajo, integrándose becarios de las tres cohortes y de las diferentes carreras, lo convocante fue “la tarea”, y la participación voluntaria , con un real trabajo en equipo y el desarrollo de culturas colaborativas.<br /> Asimismo trabajamos en la lectura y análisis de los textos de la colección “Leer por leer”, esto los motivó a continuar elaborando diferentes soportes textuales , al propio tiempo que enriquecer –sin temor de equivocarse-lo que piensan, defender sus argumentos, en síntesis, desplazar una serie de estrategias discursivas sumamente valiosas en su formación como futuros docentes.<br /> …………………..*………………..<br /><br /> Hoy es un día muy especial .Me siento muy orgullosa de mis alumnos becarios, puesto que lograron incorporar /sumar al grupo de trabajo a compañeros (cosa que yo no pude realizar hasta el momento)<br /> Al llegar al aula para comenzar con el encuentro semanal, los descubro, y al preguntarles que los había movilizado para estar allí, me responden que el entusiasmo que les había trasmitido los chicos que participan del Programa.<br /><br /> No pude negar que este tipo de situaciones confirma que estamos haciendo las cosas bien-seguramente debemos continuar esforzándonos para superar ciertos obstáculos, como por ejemplo: becarios que sienten que “deben” cumplir con las distintas actividades como “obligación”;como una pesada carga por llevar, pero también cuando nos encontramos con jóvenes que brindan tiempo para ofrecer servicios, cuando aprenden solidariamente, no me queda ninguna duda del compromiso y responsabilidad que asumirán en el futuro cuando se desempeñen como docentes.<br />Por otro lado, me dejaron pensando cuando al finalizar el taller me preguntaron “Profe, ¿Por qué otros profes no trabajan con Ud.?<br /><br /> PROF. MARIA ROXANA ISABEL TULA DE GOMEZ<br /><br />TUTORA PROGRAMA :”ELEGIR LA DOCENCIA”- ESC. NORMAL DE FRIAS-SGO.DEL ESTERO.-Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-307277725283458125.post-15283661680776355432008-11-24T17:57:00.001-03:002008-11-24T17:57:47.296-03:00PARA QUE ME CONOZCAN:La propuesta del CAIE en la que comencé a trabajar a fines del año dos mil seis , agudizándose progresivamente en este año dos mil siete , representa para mí un gran desafío, un verdadero “reto” como dicen los españoles. Ya que el recorrido pedagógico que me propone este Programa Nacional: CAIE (Centro de Actualización e Innovación Educativa) me permite un caminar, un andamiaje que me interpela constantemente y me moldea y también me permite moldear, situándome paradigmáticamente, a través de un pensamiento que se renueva constantemente, flexibilizando cada vez más mis estructuras de profesional de la educación que me considero.<br />Me gustaría entrar en este relato como si pintara o contorneara mi propio perfil profesional, en un escrito que podría hablar de mi misma .Entrando a narrar una historia profesional impregnada de experiencias diferentes de los diferentes espacios laborales en los que me desempeño ya que soy docente en diferentes Niveles del Sistema Educativo( Nivel Inicial, Nivel Medio y Nivel Terciario)y lanzando redes desde diferentes lugares como Profesora de Psicología y Ciencias de la Educación , como Profesora para la Educación Pre-escolar, como alumna de un Pos-grado Universitario ,como madre, como hija, como persona, como cristiana, como argentina, como Coordinadora de un CAIE, como ciudadana, en este momento histórico social de la argentina del 2.007 en el que con 44 años de edad ya reúno 23 años en la docencia. <br />Hoy, en el año dos mil siete estoy desempeñándome como Coordinadora de un CAIE, de la Esc. Normal Superior “República del Ecuador “de la ciudad de Frías, Santiago del Estero. Otra vez, digo otra vez, por que ya en el año dos mil uno, fui seleccionada también como Coordinadora del mismo CAIE y en esa oportunidad el Programa duró seis meses , y se desinstaló de la Propuesta Educativa del Estado cuando se retira de la presidencia De la Rua. Hoy nuevamente en este año dos mil siete vuelve a palpitar mis deseos de innovación, mis propuestas prácticas de cambios y actualizaciones. Esta posibilidad que Dios me ha dado de poder coordinar este espacio motorizado por experiencias pedagógicas, didácticas, culturales, curriculares es para mí una de las mayores satisfacciones profesionales que me permite cada vez más crecer y ayudar a otros a crecer en lo profesional brindándome la oportunidad de favorecer puestas pedagógicas e interactuar con diferentes actores institucionales .<br />Para que este escrito me permita aclarar mi accionar docente deseo contar y puedo sostener que mi experiencia educativa es muy nutrida, ya que me desempeño actualmente como Maestra de Sección de sala de cuatro años de un Jardín de Infantes de la ciudad de Frías, soy además Profesora del Nivel Terciario e los Espacios de Articulación Teoría –Práctica de 2º y 3º año del Profesorado de Psicología de la Esc. Normal “República del Ecuador” de la ciudad de Frías, además soy Profesora de los espacios de Fundamento Pedagógico-Filosófico y Fundamento Pedagógico-Didáctico en el Profesorado de Lengua y Literatura en el I.S.P.P. Nº2 de la ciudad de Frías .He sido desde el 2006 hasta el primer cuatrimestre del 2007 Coordinadora de la Tecnicatura en Pedagogía y Educación Social carrera nueva propuesta por el Ministerio de Educ. de la Nación, participando con un Equipo Docente en la construcción del Plan de Estudio, caja curricular y todo el formato de la carrera incluyendo la formación y organización de una Mesa Intersectorial de apoyo para la Practica Profesionalizante; trabajo que fue evaluado por los Equipos Técnicos de Provincia y Nación. En el segundo cuatrimestre de este año esta Tecnicatura comenzó a funcionar con una gran cantidad de alumnos y la posibilidad laboral para muchos profesionales y la oportunidad de estudios con otra orientación para los jóvenes frienses. (Este emprendimiento relacionado con la Tecnicatura me apasionó, fue para mí , absolutamente enriquecedora esta experiencia. Siempre digo que agradezco a la Rectora e la Esc. Normal de Frías por confiar en mí y lanzarme a estas oportunidades, con su sugerente propuesta ¿Te gustaría participar de…?<br />Luego de ser beneficiada con la posibilidad de ser Coordinadora de un CAIE, se me presenta otra oportunidad ya que salgo beneficiada para cursar un Pos-grado Universitario sobre “Didáctica y Curriculum” en la UNSE ( Universidad Nacional de Santiago del Estero) estudios pagados por Nación ( el viático, el material teórico, los pasajes)Ya con casi un año transitado en esta carrera , junto a cinco docentes más de la ciudad de Frías con los que conformamos un exquisito equipo ya que estudiamos y también nos divertimos porque todos tenemos muy buen humor y de esta manera logramos cumplir con todas las tareas con éxito, siento en este equipo un gran apoyo y contención. Con todas estas oportunidades me siento muy privilegiada y recompensada, les agradezco tanto a todas las buenas personas que siempre me rodearon y rodean.<br />Y… ahora este Equipo de Coordinadores de CAIE de Sgo. del Estero, quienes compartimos muchos experiencias y encuentros con la Coordinadora de la Unidad Técnica Pedagógica de Provincia , también con grandes competencias, con mucho entusiasmo , podemos interactuar y compartir saberes, anécdotas y el mejor de los humores que nos une con un gran respeto que subyace a esas diversas formas de pensar el mundo, es tan lindo pensar que se puede entrar al mundo por diferentes ventanas, y no encasillarnos en una única entrada, me gusta este Equipo de Coordinadores por su temperamental entrada al mundo, por su singular modo desempeñarse y por su inagotable apertura y cooperación que entre nosotros hemos logrado producir y mantener.<br />Yoel Barker expresa:<br />“Una visión sin acción, no pasa de un sueño<br />Acción sin visión es un pasatiempo<br />Pero una visión con acción puede cambiar el mundo” .Y… para mí el CAIE es una visión con acción. La visión, aquella desde donde miramos el mundo : “lo paradigmático”,esas formas de mirar y esas formas de pensar del Equipo de Nación , del Equipo de Provincia, de los Coordinadores de CAIE ,que atraviesan las propuestas de este Programa para interactuar , para intervenir, me parece muy importante un plafón paradigmático basado en una teoría Vigotskiana y Bruneriana para estos andamiajes que las Líneas de acción del CAIE sugieren –Esas acciones que pueden “cambiar el mundo”… haciendo un corrimiento de esas intervenciones conductistas hacia otras mas constructivistas. Mi pretensión a través del CAIE es poder aportar de modo progresivo y sutil a desterrar acciones educativas paralizantes, estigmatizadoras, expulsivas, autoritarias, violentas, que actualmente existen como consecuencia de esa Dictadura Militar, forma de gobierno, que nos marcó tan fuertemente.<br />Y… a pesar de que la profesión docente es cada vez más movilizadora y más desgastante a raíz de los vertiginosos cambios sociales, culturales, pedagógicos, y frente al atravesamiento en las aulas de problemas sociales, desmotivaciones culturales de los alumnos y también de docente y padres ; no me arrepiento de ser docente, y… seguiré caminando por esta senda mientras Dios siga bendiciéndome con la vida.<br /><br /><br />SYLVIA BEATRIZ DEL VALLE SANCHEZ. COORDINADORA C.A.I.E. FRIAS-ESCUELA NORMAL “REPÚBLICA DEL ECUADOR”-Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-307277725283458125.post-15154546482850262232008-11-24T17:53:00.001-03:002008-11-24T17:57:12.397-03:00MI VIVENCIA DE BECARIO:<em>Observaciones</em>: <em>Relato construido por un alumno becario del Profesorado en Química .Relata su experiencia como becario del programa nacional “Elegir la Docencia”<br /><br /></em><br /> Esta nueva jornada de los becarios, fue productiva, me parecen muy importante los trabajos que estamos realizando y siento que la actividad reflexiva esta cobrando un gran peso. Nosotros tenemos diferentes puntos de vista o enfoques a cerca de un determinado tema y por cierto diferentes maneras de expresarnos Se crea un buen ámbito crítico-reflexivo de trabajo en el que podemos compartir las producciones individuales que desde luego no poseen los mismos contenidos, la misma fundamentación. Al tener diferentes enfoques se le otorga una gran potencialidad al trabajo y realmente es fructífero por que partiendo de un simple marco teórico (texto, poesía, fragmentos literarios etc.), se crea un verdadero ámbito de trabajo donde se puede reflexionar y manifestar opiniones durante toda una clase.<br /> Con respecto al grupo , se lo nota activo, se sacrifica en los trabajos de clase , tiene voluntad de trabajar, se aprovecha al máximo el tiempo disponible y cada uno de nosotros ponemos su granito de arena, para que esto siga rindiendo de la misma manera , siempre hacia delante.<br /> También el Taller nos hizo dar cuenta que nosotros podemos hacer cosas que van desde críticas hasta proyectos que realmente tienen sentido coherencia, y que pensamos que no podíamos hacerlas.<br /><br /> A través de este trabajo colectivo se esta obteniendo cosas muy buenas y me parece de lo más coherente la idea de tener una estrecha vinculación socio-comunitaria y con otras instituciones del nivel medio para complementar nuestro trabajo y por qué no enriquecerlo.<br /><br />---------------------------------------------------*---------------------------------------------------<br /><br /><br />En esta otra jornada con los becarios, nos dieron un cuestionario sobre una canción para relacionar con el tema de la Dictadura Militar: intenten ahora una “interpretación” desde una mirada connotativa. ¿Qué esta diciendo esta canción de León Gieco con respecto a la historia de nuestro país?¡Hay referencias o momentos históricos determinados que ejemplifiquen claramente sus ideas?<br />Yo digo que esta canción nos remite a la etapa de la Dictadura militar, o como nuestra sociedad fue sometida por un grupo de hombres, que por medio de diversos acontecimientos intentaron ocultar lo que en realidad estaba sucediendo, desde las torturas hasta el exilio, como así también la censura a la libertad de expresión.<br /> Según mi criterio, el Mundial de Fútbol del año 1.978 cuyo país anfitrión y organizador fue la Argentina, intentó de algún modo ocultar la situación y la crisis que se estaba viviendo. Se le pintó la cara a la Argentina, para dar una simple impresión al mundo Pero la gente no era estúpida y creo que hasta ahora se están revelando los secretos de aquella nefasta Dictadura Militar. Como ya es sabido el fútbol se vive con gran pasión, principalmente en la Argentina, y aprovechando esto, la obtención del título del mundial, anestesió el tema de la represión y nos hizo olvidar por un momento los acontecimientos que por tantos años nos castigaron y que aún nos siguen castigando. Recordamos aquella inolvidable goleada a Perú, fue mano… y dentro del área. Aquella mano, mano negra por supuesto, que arrojó la primera piedra, desapareció y hoy a 30 años del Golpe de Estado, la seguimos buscando.<br /> Esta clase me pareció fabulosa y poco a poco nos estamos introduciendo en aquel mundo de la Dictadura Militar. En un tema muy, pero muy interesante que marcó un antes y después en el desarrollo de la historia del pueblo argentino. Los primeros marcos teóricos que comenzamos a manejar sobre esta temática son muy impactantes sentimentalmente y cada vez que tomamos contacto con ellos, se nos hace la piel de gallina y se nos hace un nudo en la garganta. Es impactante, las atrocidades que se han llevado a cabo y espero que no se vuelvan a repetir.<br /> También vimos un cortometraje que representaba las consecuencias que ha dejado la Dictadura, realmente es un fragmento de la historia argentina, y en esos 20’ que duró dio mucho que hablar, reflexionar y poder comprender la realidad que han dejado, el dolor de miles de personas ,de los hijos, que están encontrando su propia historia.<br /> El filme es de alta categoría que reunía muy buenos actores entre los cuales se encontraban Hugo Arana, China Zorrilla y Valentina Bassi, este nos brindó bastante información sobre la temática propuesta y aunque la computadora no tenía buen sonido, se pudo complementar nuestro trabajo a través de este material de estudio propuesto.<br />Mis compañeros becarios de este grupo son personas maravillosas y con ellos he logrado establecer una estrecha relación tanto dentro como fuera del taller.<br />La Tutora “Roxana Tula” , es una persona muy carismática, que se preocupa por el desarrollo del grupo. Además de ser una excelente tutora es como nuestra compañera por que está cuando la necesitamos, nos guía, nos acompaña, nos estimula, y todas las clases colabora en el fortalecimiento y unión del grupo. Es realmente un ejemplo de persona y por supuesto un modelo ejemplar de docente” Gracias profe por ser como es”<br /><br /><br /> SANTIAGO PEÑAFLOR<br />BECARIO ESC. NORMAL REP. DEL ECUADOR –FRIAS-Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-307277725283458125.post-30217927123119283472008-09-04T16:57:00.000-04:002008-09-04T16:58:19.948-04:00María Antonieta, los Jíbaros y las sombras largas….El año pasado, más exactamente una mañana de agosto, salí a buscar algún material que me permitiera incursionar en nuevos abordajes respecto, del surgimiento de la educación pública como resultado de los dos procesos históricos que le dieron origen: la revolución francesa y la revolución industrial, Buscaba para eso la película María Antonieta, dirigida por Sofía Coppola, estrenada en Enero. Con ese relato fílmico, casi una pintura de época transitaría las imágenes de la corte de Versalles, antes de la revolución francesa.<br /> Fui a uno de los puestos callejeros en lo que se puede comprar estrenos a muy bajo costo. Había tres chicos muy jóvenes- casi de la edad de mis estudiantes- atendiendo entre ritmos de guaracha en el umbral sucio de un negocio cerrado. ¿Tienes María Antonieta? le pregunté a uno de ellos. No – me contestó- De María Antonieta de las Nieves no tengo nada. Tenía de El chavo, pero de la chilindrina, nada… No – le contesté- no, no busco una película de María Antonieta de las Nieves- y el muchachito me contestó: Es la única que yo conozco Doña.<br />Su respuesta me dejó una sensación de desazón, tal vez porque dibujó en un solo trazo, el horizonte que este país, ha reservado para tantos jóvenes que como este vendedor hacen la diaria. Tal vez por eso, su respuesta me llevó nuevamente a los tiempos de mi secundaria, a los que he vuelto recurrentemente en los últimos años.<br /><br />De aquellos días recuerdo el universo que descubrí en las lecturas de los clásicos de la literatura como Don Quijote, El lazarillo de Tormes, y Fuenteovejuna, o en las páginas de Amalia, o del Martín Fierro. De aquellos años recuerdo cuanto disfrutaba memorizar los poemas de Neruda, de Alfonsina Storni o las rimas de Gustavo Adolfo Bécquer, y el interminable contrapunto que hacía con mi hermana de los poemas aprendidos en la escuela.<br />De aquel tiempo, no olvido tampoco la fascinación con la que recorría la historia de las disputas palaciegas en la época de Los Borgia o de Los Tudor, la revolución francesa, las rivalidades entre jacobinos y girondinos, la toma de La Bastilla, las figuras de Robespierre, de Danton, la historia de María Antonieta y de Luis XVI, de Felipe el hermoso y de Juana la loca, o la historia de la conquista y colonización de América, las gestas independentistas, las luchas fraticidas entre unitarios y federales, la organización nacional y tantos otros temas.<br /> <br />Años después en mí formación como profesora y desde un distanciamiento diferente, pude resignificar las linealidades fácticas en las que se inscribieron esos relatos, como expresiones de una perspectiva historiográfica liberal y profundamente eurocéntrica. También las exposiciones que desde sus tarimas hacían los profesores sobre temas de historia antigua, medieval, o argentina y que yo seguía con tanta atención, quedaron definidas en otras coordenadas como expresiones del estigmatizado modelo tradicional. Sin embargo, en estos últimos años he revalorizado aquellos caminos que sólo la escuela descubrió para mí, cuando a comienzos de los setenta hice mi secundaria.<br />Tal vez por eso seguí pensando en la respuesta de aquel vendedor que acompañó mi búsqueda para devolverme nuevamente a las aulas, pero no solo a las de mi secundaria, sino también a las de estos últimos años cuando, la escuela empezó a convertirse en este difícil andarivel que hay que construir diariamente, y a veces a la intemperie pero que permite todavía, trascender la experiencia cotidiana, y saber que María Antonieta de las Nieves, no es la única María Antonieta que podemos conocer.<br />Ese andarivel hecho de precarios andamios que podrán o no, hacer la diferencia entre un joven que se forma para ser maestro, contestando a las mismas preguntas y este vendedor.<br />Me quedé pensando en esa respuesta: “Es la única que yo conozco Doña”, porque paradójicamente también ella, María Antonieta los tiempos en que vivió, la suerte que corrió y las razones de su muerte, fuertemente ligadas a la revolución francesa, son también desconocidas por muchos de los estudiantes que ingresaron en estos últimos años al Profesorado. ¿Se expresa allí la filiación de estos jóvenes con la reforma de los noventa, que en una suerte de descuidismo educativo les arrebató, sin que pudieran oponer resistencia o al menos darse cuenta, aquellas posibilidades que yo tuve?<br /> Me preguntaba esto mientras recordaba que fue a principios de los noventa cuando comencé a desempeñarme como profesora en el Profesorado de la Escuela Normal de La Banda. <br />La realidad en las aulas era sensiblemente diferente a la que encuentro hoy, además por aquellos años la escuela pertenecía a la Nación y por esa razón pudimos contar con el proyecto Maestros de Educación Básica(MEB) y a principios de los noventa, con el Proyecto de Transformación docente,(P.T.F.D.) De nuevo la escuela – ya no aquella en la que hice mi secundaria- sino esta en la que sigo trabajando me ofrecía la posibilidad de seguir aprendiendo, pero ahora desde mi condición de enseñante, en espacios compartidos con profesoras de otras disciplinas.<br /><br />De aquellos, mis primeros años como profesora, recuerdo que quienes ingresaban contaban con habilidades de pensamiento, de comprensión, no demasiado diferentes a las mías luego de haber concluido el secundario.<br />Hoy las cosas son diferentes…Recuerdo que el año pasado –por ejemplo- antes de un práctico sobre la organización nacional, en el que los estudiantes tenían que dar cuenta de los escenarios sociales políticos, y de las tensiones y conflictos que recorrieron las etapas previas a este período, uno de los ellos, mucho mayor que el resto, que había terminado su secundaria a fines de los ochenta y a quien los temas vinculados a la historia argentina no le resultaban desconocidos me dijo: Profe: Tal vez sea conveniente detenerse un poco más en estos temas… ¿Más? –pensaba yo entre mí- mientras pasaba revista mentalmente a los temas que hacen al módulo de Sistema Educativo: Ley 1420, Congreso Pedagógico, Ley Lainez, etc.<br />Bueno, -le dije- lo podría considerar, pero ¿Por qué te parece que tenemos que suspender el práctico? Profe: Algunos compañeros están preguntando: ¿Cuando fue presidente Martín Fierro? Y ¿Si gobernó antes o después que Mitre, Sarmiento y Avellaneda? Si no fuera por las implicancias resultaría cómico. Pero, ¿Con que tenía que ver esta confusión? En clase además de los textos específicos relativos al tema, les había sugerido la lectura del Martín Fierro, para que en clave literaria pudieran explorar la suerte del gauchaje en esos tiempos. La desopilante pregunta reveló que para algunos, la diferencia entre un personaje literario y una lectura histórica, les era absolutamente ajena. Estas y otras situaciones revelaron además que el conocimiento histórico pareciera hecho de fogonazos más ligados a los actos escolares que a complejas tramas de sentidos, susceptibles de reconstrucciones diferentes.<br />Cuando encuentro estas respuestas, vuelvo – como en la canción de Silvio Rodríguez- mi corazón a Casiopea y me pregunto ¿Dónde están los responsables de esta jibarización simbólica?<br />De aquellos primeros años también recuerdo que recuperar algunas cuestiones históricas no suponía este esfuerzo de arqueóloga sin subsidio en busca de la ciudad pérdida, que tengo que hacer hoy para encontrar algún anclaje, algún resto de comprensión más o menos firme, que me permita avanzar. Digo esto porque quince años atrás, el conocimiento histórico no constituía un hallazgo, y esto se daba independientemente del hecho de que quienes ingresaban al profesorado, provenían de diferentes escuelas de La Banda. <br />Es así que decidí proponer un nuevo recorrido, pero las musas, como a veces las políticas de estado, parecieran no inspirar la resolución de los dilemas pedagógicos con los que nos enfrentamos en las aulas. Por suerte estaban para sortear el escollo, nuestras horas de capacitación y el tiempo indispensable para indagar en las producciones de Felipe Pigna, que en uno de los capítulos de “Algo habrán hecho”, contextualiza históricamente la aparición del libro de José Hernández, y para acordar con la Profe de lengua y literatura un trabajo en base a la película que fuera un clásico del cine argentino. También sirvieron algunos programas sobre la cuestión de la organización nacional del canal Encuentro, que en los hechos se transforma a veces en un desencuentro, porque las video reproductoras de la escuela, hace mucho tiempo dejaron de acompañarnos y la televisión por cable todavía es un anhelo.<br />Sin embargo, ningún abordaje es fácil, las sombras de los noventa son tan largas como las noches de la Antártida, y se perpetúan más allá del tiempo que las vio nacer, agigantadas envuelven todo y avanzan tocando hasta la posibilidad misma de leer comprensivamente un párrafo. Digo esto porque veinte años atrás nadie me preguntaba como buscar en el diccionario la palabra “statu quo” planteando que solo había encontrado estatus en el diccionario y no lograba dar con quo ¿será que la pauperización simbólica me sorprenderá con esa contundencia todos los días? Creo que sí, porque en los últimos años, las lecturas, y la posibilidad de interpretar textos con algún nivel de complejidad implican el esfuerzo en muchos casos, de remitirlos a situaciones concretas, próximas, más ligadas a la inmediatez de la propia experiencia, que a la posibilidad de distanciamiento, inherente al pensamiento abstracto. <br />Sin embargo, a diferencia de los que ocurría hace casi veinte años cuando me iniciaba como profesora, hoy contamos con las nuevas tecnologías, las TIC – tan caras al discurso pedagógico vigente- que podrían tal vez, permitir a estos jóvenes que ingresan al Profesorado, la fascinación con la que yo solía escuchar a mis profesores, podrían tal vez despertar el afán de explorar los pliegues que guarda la comprensión de los tiempos que les toca vivir, aunque mientras escribo esto más de treinta computadoras permanecen en sus cajas guardando con ellas la posibilitad de habilitar recorridos que podrían deslumbrarlos, y que serían indispensables para estos jóvenes que se forman para maestros…Estos jóvenes que mayoritariamente son mitad estudiantes, mitad laburantes que como aquel vendedor hacen la diaria, pero ingresan al profesorado creyendo que la escuela reserva para ellos, otras posibilidades.<br /> Entonces todos los días con la perseverancia de una artesana en medio de la ventisca despliego el lienzo, de aquellos temas que tengo que caminar con ellos buscando en sus ojos los destellos del interés que impulsará otras búsquedas, las que ya no harán conmigo, las que seguramente no tendré que andamiar. Por eso seguí caminado hasta que di finalmente con María Antonieta, porque en la tenacidad, algunos de nosotros somos como Atreyu, el personaje de La historia sin fin sabemos que la Nada está detrás devorando los sueños, y el paisaje.<br /> Es claro que aún no ha salido el sol que disipe las sombras largas de los noventa, sé también que la escuela sigue siendo ese lugar que le pone distancias a la Nada, el que habilita la posibilidad de la metáfora, de la literatura, de la historia, y la humana posibilidad del pensamiento.<br />Es cierto que hay días en que arrecia la ventisca, pero la escuela desde los precarios andamios que con perseverancia construimos muchos de nosotros, les ofrece a estos jóvenes la posibilidad de comprenderse como sujetos históricos. No basta con la tenacidad es cierto, esa posibilidad o su ausencia, se define más allá de las aulas y de las escuelas, se define además en los espacios de las decisiones y de las intencionalidades políticas, en las que la democratización y el valor del conocimiento pueden o no constituir el norte que tenemos que seguir, que por el momento no pareciera estar a la vuelta de la esquina, aunque en la escuela haya quienes sigan considerando que ese es el sentido de los esfuerzos cotidianos. Esto lo confirmó el cartero que como era de esperar, llamó dos veces. La primera vez fue a principios de los noventa cuando nos trajo la noticia de la transferencia y del Ministerio sin escuelas, para tener una educación a la altura de los tiempos. La semana pasada llamó por segunda vez, para traernos la increíble noticia de que con la reestructuración de la formación docente perderíamos buena parte de las horas que no están destinadas al dictado de las clases, aunque paradójicamente los hijos de la reforma estarán el año próximo nuevamente en las aulas y frente a nosotros. Pienso en esto, cuando entro a la escuela y advierto que la humedad, como las largas sombras de los noventa, sigue avanzando en sus deterioradas paredes. Es entonces cuando recuerdo a Mahmud Darwich, el poeta palestino que en la descomunal humanidad que regalaban sus versos parece describir también nuestros escenarios cotidianos, cuando decía: Aquí, en la falda de las colinas, ante el ocaso/ y las fauces del tiempo, junto a huertos de sombras arrancadas, /hacemos lo que hacen los prisioneros, /lo que hacen los desempleados: Alimentamos la esperanza<br /> Docente autora: Prof. Liliana Belkis Monzón<br /> Lic. Cs. de la Educ /Especialista en Inv Educativa<br /> Localidad: La Banda – Sgo. Del Estero<br /> Coordinador CAIE: Pablo PanosettiUnknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-307277725283458125.post-21463406469453047272008-09-04T16:56:00.000-04:002008-09-04T16:57:36.344-04:00Con la buena voluntad no alcanzaCorría el año 1983 y el mes de Marzo mandaba tañir las campanas de las escuelas de la Provincia. Las Delicias, paraje del Departamento Pellegrini, no era la excepción.<br />En aquella época mi experiencia docente como maestro de grado era la adquirida en el año anterior, en la misma escuela del citado paraje que contaba con un reducido número familias en su entorno.<br />Recuerdo que un kilómetro antes de llegar al Escuela Nº 915, yendo de Santiago Capital, la ruta estaba asfaltada. Debía recorrer 130 kilómetros y desde allí a Nueva Esperanza, cabecera del departamento, otros 70 u 80 kilómetros de recorrido prácticamente por tierra, el ripio casi no se notaba.<br />La escuela de Las Delicias, ubicada a un costado de la ruta ,era, por ese entonces, de 2da categoría, de jornada simple y con una inscripción aproximada de 100 alumnos, de 1º a 7mo grado. La zona era “D”, lo que significa que la comunidad carecía de varios servicios imprescindibles para la gente del lugar como por ejemplo atención primaria de la salud ( solo contaban con un enfermero no titulado), Agua Potable, Energía Eléctrica, Servicio regular de transporte publico de pasajeros, comercios, Instituciones Públicas en general.<br />En mi recuerdo se conjugan tanto el paisaje con las pocas casas que componían ese paraje en el que la escuela tenía su destacado protagonismo, como el cruce de las majadas, vacunos y yeguarizos, empecinados en beber agua del pozo público (no potable pare el consumo humano).<br />Ubicado en el patio del frente del edificio escolar, veo ( en mi memoria) aparecer distintos grupos de niños: algunos caminado, otros en bicicleta y los menos a lomo de caballo o burro, por los caminos orientados hacia los cuatro puntos cardinales.<br />Del norte venían los Pavón, Luna, Mansilla, Palma, Fariña .......<br />Del sur, los Orellana, Salas, Navarro, Santos, Ledesma.....<br />Del este, los Santillán eran muchos, los Moya, Santos y Gómez.....<br />Del oeste, los Córdoba, Jaime, Chávez, Jiménez y Pereyra.....<br />Todos ellos provenían de parajes como Tordillo Punko, El Retiro, El Porvenir, La Aurora, San Javier, San José, La Cañada, El Redil y obviamente Las Delicias.<br />No faltaban las denuncias por las rencillas entre los niños que dirimían diferencias en los caminos durante el trayecto que compartían para llegar a la escuela o en su regreso. En algunos casos caminaban más de 5 kilómetros, un verdadero sacrificio para los chicos tanto en invierno como en verano.<br />En la estación de frío, solíamos reunirlos alrededor de una fogata para calentar sus manos, que parecían un trozo de hielo y en las aulas había que poner brazas para acondicionar el ambiente.<br />En ese mismo año (1983), mi desempeño docente correspondía al 3er grado, del prototipo tradicional de la escuela primaria del sistema educativo de nuestro país.<br />En ese entonces, entre las tareas preliminares al inicio de las clases, figuraban la higiene general del local escolar y su predio, los materiales didácticos, reuniones de personal, matrícula y las visitas domiciliarias contempladas en las normas escolares. Estas visitas se hacían por diversos motivos, pero el que más pesaba era el hecho de que las mismas permitían captar alumnos potenciales, a los cuales sus padres no enviaban ala escuela, muchas veces por motivos triviales: había padres, por ejemplo, que veían muy pequeño al niño de seis años y esperaban a que “estén mas duritos” (siete u ocho años) para inscribirlos. Esto no sucedía cuando los padres percibían salarios y ayuda escolar. Otros argumentaban que los niños debían acompañar a sus abuelos, aunque en realidad éstos se desenvolvían con total autonomía en la casa.<br />Y así, otras causas, que se podría decir, de poco fundamento lógico, al menos para mí.<br />En una de mis visitas, en Las Delicias, llegue a la casa de los Pereyra. Este matrimonio estaba compuesto por dos personas jóvenes de cuya unión tenían tres hijos. La mayor una niña “Ramonita”, quien padecía de hipoacusia severa y, que, no había concurrido nunca a una escuela.<br />En esta visita pude hacer una pregunta, confieso que dude antes de hacerla pues no imaginaba como la tomarían los progenitores de la niña en cuestión. Pregunte si tenían interés en enviar a su hija, que ya tenia entre 10 u 11 años de edad, a la escuela. Los note sorprendidos por mi pregunta y percibí que no les interesaba, o al menos, que no estaban preparados para acompañar semejante empresa. Creí, en ese momento, que el matrimonio veía, en su hija sordomuda, un impedimento total como para recibir una educación escolar.<br />En cambio, la niña dio muestras gestuales como si hubiera captado mi interés porque ella fuera a la escuela. Me lo demostró la gran sonrisa dibujada en su cara y el apuro de mostrar bordados y tejidos que había aprendido de su madre.<br />Transcurrieron los meses de Marzo y abril sin que Ramonita fuera a la escuela. Y mi esperanza de tenerla como alumna se iba desvaneciendo poco a poco.<br /> De pronto, en los días sucesivos, el hermano menor de la niña, alumno regular de la escuela, me hacía comentarios cada vez mas seguidos de que su hermana concurriría a clases. Entonces brotaba en mi nuevamente la esperanza.<br />Ante esta insistencia del niño yo le contestaba que era bueno, que podía venir, que era bueno para ella.<br />Una mañana, antes de iniciar las actividades diarias, en las que se hacía la formación y el izamiento de la bandera, comenzó en el patio escolar un murmullo generalizado y un alboroto entre los educandos, donde los más extrovertidos gritaban “¡La Ramonita, La Ramonita, viene la Ramonita!”.<br />Recuerdo no haber estado tan asombrado como el resto de mis pares y sobre todo el directivo, que no creía oportuno el ingreso de la niña en el ámbito escolar. Quizá mi falta de asombro se debía al desafío que significaba afrontar esa situación, o probablemente, en aquel entonces, me pareciera injusto que esa niña no contara con la oportunidad de educarse formalmente, o tal vez, a las ganas y el ímpetu de un joven y novel maestro.<br />Todos los ojos puestos en Ramonita, quien hacía su entrada tímidamente, rodeada de los alumnos que eran sus vecinos, tomada de la mano de su hermano menor.<br />Con la otra mano, sostenía un cuaderno que apretaba contra su pecho. Su mirada parecía no ver nada; fija en algún punto. Si percibía ser observada bajaba la mirada.<br />Como algo natural, para no llamar más la atención, me aproximé a la niña y toque su pelo renegrido, sostenido por un gran moño blanco de cinta. La invité a pasar y, al toque de campana, los alumnos no me dieron tiempo a ubicarla en la fila de 1er grado, pues ella venía con la condición de ser alumna del maestro Guzmán, o sea yo.<br />Ubicada en la fila buscó su estatura, que no costo trabajo encontrar, porque era la más alta de todos.<br />¡Menudo problema el que debía enfrentar!: una niña hipoacúsica, que no había asistido nunca a la escuela, y que de pronto quería ingresar, nada menos que a tercer grado.<br />Mis pares y el directivo demasiada importancia no le dieron, como tampoco manifestaron objeción alguna. Lo cierto era que no se sentían involucrados para nada con ese tema que a mi me revolucionaba por completo; como docente y como persona.<br />Esa actitud de mis colegas por momentos me exacerbaba y enojaba. No podía creer que, por lo menos, ni me alentaran en tan difícil desafío. Por momentos, el desgano y la falta de fuerzas buscaban apoderarse de mí, pero pensando en la niña y en su realidad, renacían las ganas de continuar.<br />Finalmente, Ramonita tuvo su primer día de clase. Jornada que paso entre su timidez y un estado de alerta para copiar todo cuanto se reproducía en la pizarra.<br />Mi ansiedad era notable y me llevo a intentar darle una atención personalizada. Recuerdo ese primer día y alguno de los siguientes muy parecidos. Le daba a recortar figuritas de revista para que las pegara en su cuaderno y allí con mi letra escribía lo que representaba cada figura. Ramonita copiaba increíblemente idéntico, por decirlo de alguna manera, inclusive copiaba hasta los dibujos. Y si de copiar se trataba, en su cuaderno estaba la réplica de la pizarra.<br />Ramonita era una “niña adulta” sabía hacer cosas de grande en lo que ha quehaceres domésticos respecta. Cuidar cuando se esta cocinando al sopa, atizar el fuego para mantener la hoguera, barrer el patio, bordar, lavar los utencillos de cocina, y la ropa… entre otras tareas.<br />Por ello creo que le costo un poco socializar con los demás niños en la escuela; había cosas que no toleraba, por ejemplo, los forcejeos, tironeos en los recreos (juego común entre niños) que ella los iba aceptando a medias y de a poco. Era muy selectiva a la hora de aceptar “juntas”.<br />Los primeros tiempos, recuerdo, que se mantenía silenciosa y retraída en los rincones. Por suerte eso cambio con el correr de las semanas.<br />Todo parecía normal y aún me retumban mis propias voces, ponderando ante los chicos y los adultos, el trabajo de Ramonita.<br />Corrieron las semanas y esa rutinización segó mi mirada, creí que todo tendría un buen final. Pero grande fue mi sorpresa cuando comencé a comprobar que la niña no producía nada en realidad y fue cuando comenzó el calvario para mi y supongo que también para ella.<br />Entre mi exagerada gesticulación y mi improvisado lenguaje de señas, pretendía que la alumna captará consignas, mensajes, tareas, entre otras cuestiones.<br />Me llamaba la atención su mirada, con eso ojitos achinados y oscuros, con una expresión de no entender que estaba pasando. Y en respuesta, por momentos se volvía demandante y en otros, retraída e insegura para hacer sus trabajos.<br />Después de esas semanas, que no recuerdo cuantas, pronto se fue apagando la pasión de Ramonita por la escuela. Sus visitas al aula se tornaron esporádicas y en mi se clavo el puñal de la duda: ¿Eran sus límites? ¿Acaso mi Inexperiencia?¿Era el entorno indiferente?. En esos momentos no quise aceptar derrota alguna, ni darme por vencido. Tenia una gran voluntad y algo de esperanza, por ellos, en una de mis vistas a mi hogar de origen, en la capital, me quede un día hábil y fui en busca de orientación especializada. En aquel entonces, funcionaba la escuela denominada para “niños especiales”. Llegue a esa institución, pregunte por una autoridad y me atendió una psicopedagoga, Directivo de dicha escuela. Le comente la situación de Ramonita entrando en detalles de cómo intentaba enseñarle, pero que yo no veía frutos en el aprendizaje de la misma.<br />Recuerdo que la docente por poco no se cae de la silla, y tomando el rostro con ambas manos, no dejaba de decirme que con mi actitud le recordaba a cada instante que la niña era distinta a los demás.<br />Con solo esa aclaración sentí tener una nueva herramienta para insistir con Ramonita. Pero ya en aula, los límites comenzaron a acentuarse. La niña venia mucho menos a clase y yo había tomado conciencia que no estaba preparado, ni mínimamente para trabajar con niños con capacidades especiales.<br />Por ello adhiero y acuerdo con que en estas cuestiones de la educación formal, con todo lo que implican sus procesos, no basta contar solo con buena voluntad. La cuestión requiere de saber qué, cómo y para qué se esta haciendo lo que se hace.<br />De hecho, a los 26 años de carrera docente, de haber intentado y participando en diferentes capacitaciones, veo en aquella experiencia a un joven con ímpetu, buenas intenciones pero sin los saberes necesarios para afrontar nuevos proyectos.<br />Hoy puedo afirmar que lo hice con todo respeto, con la mejor intención y con entrega, y aun así no alcanzo.<br /> Es por ello que exhorto a los jóvenes docentes a no tener miedo de los nuevos desafíos que se le presenten en su carrera, sí, en cambio, buscar el apoyo necesario en las áreas y disciplinas en las que no hayan sido formados. Para garantizar, de esta manera, buenos resultados y evitar que otras “Ramonitas” abandonen la Escuela.<br /><br /><br /> <br />Miguel Ángel Guzman <br />Supervisor Escolar de Nivel Primario.<br />Zona Nº 23 Aguirre, Mitre, Salavina.<br /> Santiago del EsteroUnknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-307277725283458125.post-84834829169772810592008-09-04T16:55:00.000-04:002008-09-04T16:56:49.741-04:00La Odisea de JuntarnosLas dificultades para sentarse a reflexionar<br /><br /><br /><br />Si hay algo en esta actividad como coordinador que me costo horrores fue, y aún sigue siendo, lograr coordinar con los docentes día y hora para que juntos realicemos un taller de narrativas pedagógicas y sostener en el tiempo estos encuentros. Este relato intentará contar las mil y una peripecias que tuve que atravesar para armar los diferentes talleres con los que trabajé y continúo trabajando. Este relato también dará cuenta de las dificultades con las que debe atravesar el nuevo, joven e inexperto Coordinador para trabajar con docentes experimentados.<br />En mi breve camino he encontrado docentes de todo tipo, la fauna en este ámbito no es poco numerosa y es muy variada, quizás como en cualquier otro ámbito, pero como soy nuevo en esto me sorprendió la variedad no sólo de personalidades sino también de modos de llevar adelante la tarea docente. Desde los más comprometidos hasta los menos, de los soberbios hasta los modestos, de los solidarios a los egoístas, hay de todo. Me gustaría detenerme aquí pero me desviaría del punto que quiero tratar.<br />Lejos de actuar con soberbia, de ser irrespetuoso o mal educado traté siempre de poner la mejor cara, de ser amable, de tener paciencia y de poner la otra mejilla como buen cristiano que no soy. He sido cuidadoso en las palabras y he insistido una y otra vez con la necesidad de trabajar en espacios que permitan o faciliten la reflexión sobre la práctica.<br />Quizás noten en este relato un dejo de desquite, pero la verdad es que a la hora de pensar qué escribir o al evaluar este proceso no puedo dejar de pensar en todas la veces que me dejaron esperando, en la irregularidad en la asistencia, en la soberbia de alguno que directamente me entregó un escrito diciéndome “acá tenés, esta es una narrativa”, o en otros que ya todo lo saben y todo lo hicieron, o en las ganas de otros que no podían asistir por cuestiones de tiempo, etc.<br />Pero bueno, por algún lugar tenía que salir mi desesperación, bronca, angustia, ansiedad y creo que este puede ser un lugar para ello, un espacio para canalizar y un intento de reflexionar en voz alta.<br /> Llegué nuevito, a mediados de Agosto de 2007 a la escuela Dr. José B Gorostiaga, una escuela normal superior ubicada en la provincia de Santiago del Estero en el Departamento de La Banda. Mi experiencia en la docencia era muy poca, sólo había trabajado en educación no formal, y caí en un monstruo que educa a más de dos mil alumnos en cuatro niveles y tres turnos. Era todo un desafío, y como a mi éstos me gustan, desde el primer día traté de encontrar intersticios para trabajar. No fue fácil y no lo es aún pero de a poco este CAIE va caminando y yo con él.<br /> Luego de las capacitaciones, encuentros virtuales, preguntas, lecturas y repreguntas sobre el modo de llevar adelante esta línea de acción (narrativas pedagógicas) comencé a armar mi taller.<br />Fue todo cuesta arriba; yo era nuevo, estaba finalizando octubre cuando completé la lectura de los textos que nos habían entregado en el curso y de armar cómo se iba a desarrollar el taller. Los profesores ya pensaban cómo cerrar el año ¡y yo venia a pedirles que paren un poco la pelota!, ¡que se sienten a pensar!, ¡a escribir sobre sus quehaceres diarios en la escuela!, parecía una locura. También me acerqué a otras escuelas en las que impacta la Normal, pero allí no tuve cabida.<br />Para ser sincero no tuve éxito en la primera convocatoria; hice unos carteles muy lindos, los pegué por los lugares que los docentes transitan o se detienen a conversar, a tomar un café, etc. En ellos remarcaba que no hacía falta ser profesor de lengua y literatura, que era un espacio en el que todos podían participar; puse frases sugerentes acerca de que todos tienen algo que decir, que nadie mejor que ellos puede dar cuenta de qué es la educación, pero nada.<br />¡Claro! No me conocían y no es fácil abrirse, contar lo que uno piensa y siente a un desconocido. Es por esto que primero tuve que circular por la escuela, presentarme y ser presentado, necesitaba que ubicaran mi cara, después mi nombre y finalmente ambos hasta que por fin de a poco algunos profes fueron acercándose; interesados por la propuesta me preguntaban de qué se trataba, otros me contaban que ya habían tenido alguna experiencia en este sentido, y algunos vinieron con algo escrito; yo también fui invitando e incentivando a aquellos con quienes más confianza tenía. Este primer interés era alentador, veía que de a poco me reconocían, y se paraban a conversar conmigo en los pasillos, sentía que era posible realizar esta tarea.<br />El entusiasmo de a poco fue chocando contra la realidad; fui comprendiendo que no iba a ser tan sencillo. Eran muchos los profesores que demostraban interés pero pocos los dispuestos a narrar, todos los que se acercaban se morían de ganas pero ninguno podía, porque estaban trabajando, porque salían de trabajar y estaban cansados, porque tenían que irse a sus casas, porque tenían otras actividades o porque estaban en otros proyectos.<br />Estos desencuentros eran frustrantes pero no me detenían. Yo seguía invitando, insistiendo a los directivos para que generaran los espacios. Armé un power point para explicar teóricamente de dónde partían las narrativas pedagógicas, les entregaba relatos para que vieran de qué se trataba pero nada…<br />El tiempo me corría, se nos acercaba fin de año y no había logrado armar siquiera un grupo; yo era una bola inmensa de ansiedad a punto de estallar pero que no paraba de proponer.<br />A mediados de noviembre la Rectora de la escuela le pide a los docentes de nivel medio que para hacer su informe final utilicen un estilo narrativo y me invita a que les cuente de qué trataba eso con lo que yo insistía tanto. Le comuniqué que la posibilidad de hacer un informe anual a través de la narrativa pedagógica no era posible, al menos no para mi a esa altura del año y le sugerí que les iba a proponer que narraran alguna experiencia que durante el año los hubiera marcado.<br />Me presenté en el taller, lugar difícil si los hay, no se si será por los docentes que me tocaron en suerte o si serán todos así.<br />Armé un taller en el que rápidamente pudiera contarles de qué se trataba esta cuestión. Leímos algunas frases disparadoras que dieran cuenta del marco teórico, de la posición ideológica que tenía esta línea que volvía a plantear la importancia del rol del docente en el aula y de la necesidad de escuchar su voz. También leímos relatos de otros colegas para que tuvieran un ejemplo concreto de qué era lo que se pretendía con esta línea. Cuando les propuse una actividad ya era prácticamente hora de terminar y sentí que nada de lo que les había dicho les había interesado, es más, al salir, una profesora me dijo “esto ya lo hice en otro momento, tengo un montón de narrativas hechas” con mi mejor cara le sugerí que se acercara adonde yo estaba o que coordináramos para ver qué tenía, pero nada pude lograr con ella. Otros se fueron sin siquiera decir chau, eran los mismos que hablaban mientras yo trataba de explicar. Los invité a que siguiéramos con esta actividad, pero ni de parte de ellos ni de los directivos fui vuelto a llamar.<br />Otra vez frustrado me fui pensando cómo podía hacer para que este taller funcionara, para que les interesara la propuesta.<br />Al otro día una profesora de EGB3, muy tímidamente se acercó y me dijo: “mira, yo escribí esto, fíjáte si puede servir” Intenté invitarla a que armáramos un grupo para trabajar, pero ella no quiso y me dejo su relato.<br />No era lo que soñaba, pero era un paso, ¡había un relato sobre el que trabajar! ¡y una profesora interesada!. Con esta profesora fuimos trabajando, leyendo y releyendo, corrigiendo una y otra vez hasta que finalmente publicó su narrativa que para mi gusto quedó buenísima, se llama: “¡Bingo! ¿En la hora de matemáticas?”.<br />Este fue el puntapié inicial, luego de ello me propusieron que hiciéramos un taller con alumnas de residencia, este taller se desarrolló sin problemas, al menos en cuanto a la asistencia y continuidad, tema que ocupa el centro de este relato, pero había graves problemas expresivos, ortográficos, de redacción, pero nada de eso pudo detener la actividad, fueron escollos que superamos.<br />Éramos 8 alumnas y yo, y como era obligatorio para ellas hacerlo, porque entraba como parte de su cursada, vinieron a todos los talleres. Nos reunimos más de una vez por semana y de allí salieron seis relatos que les sirvieron a estas alumnas para aprobar su materia. Los trabajos fueron leídos en una jornada de evaluación ante la profesora de residencia, la regente del nivel terciario y la rectora; ellas quedaron muy conformes con el trabajo realizado.<br />Si bien era buenísimo estar trabajando con ellas porque sentía que era posible dictar el taller y que podía hacerlo, no era lo que el equipo LPP me pedía, necesitaba trabajar con docentes y ésta era una tarea más que complicada.<br />Podría decir que noviembre fue el mes en el que comencé con todo porque al mismo tiempo que trabajaba con la profesora de matemáticas y con las residentes pude armar un grupo conformado por docentes de nivel terciario y de inicial, también me animé a dar una charla en una localidad del interior de Santiago llamada Pinto y como veía que el tiempo era un factor que jugaba en contra de los docentes decidí llamar a docentes jubilados que supuestamente disponen de tiempo.<br />El viaje a Pinto fue sólo de un día. Aprovechando una jornada docente trabajé con un grupo de maestros durante toda la mañana y parte de la tarde; les conté de qué se trataba, leímos frases y relatos, y luego para terminar les pedí que armaran grupos de tres o cuatro, y que buscaran en su memoria alguna experiencia para contar, se la contaran a sus compañeros y luego que la redactaran en un breve relato como para presentar al final de la jornada, momento en el que se hacía la puesta de todos los talleres.<br />La actividad salió buenísima teniendo en cuenta el poco tiempo de trabajo. Les dejé mi teléfono, mi dirección de correo para que sigamos trabajando aunque mas no sea on-line pero esto no pudo ser, muchos no sabían utilizar la computadora, otros ni siquiera tenían y lamentablemente esas experiencias riquísimas de docentes que trabajan con plurigrado, en escuelas rurales, de personal único, escuelas a las que deben acceder en bote o en balsa quedaron sin poder ser contadas, al menos de este modo.En ellos había ganas y capacidad pero no medios. Y yo no podía hacer nada.<br />Si bien no pude continuar con esta experiencia, mi paso por allí quedó grabado en mi mente; sentí al escucharlos que estos profes eran patriotas, que pese a la adversidades que a más de uno de nosotros nos harían claudicar, ellos continuaban trabajando.<br /><br />Volviendo a la Normal Banda, así se la llama comúnmente a esta escuela en que trabajo, me disponía a trabajar con este pequeño grupo de docentes.<br />Al primer encuentro vinieron cuatro, al segundo tres; feriado en el medio, jornadas de cierre, evaluaciones y correcciones hicieron que sólo pudiéramos juntarnos dos veces y comentar de modo verbal sus experiencias. El fin de año nos tomó sin haber escrito una palabra. Aquí también había experiencias ricas para contar.<br />Con las docentes jubiladas, hablé a más o menos veinte, y con cada una que pude hablar me tuvo un buen rato en el teléfono contándome cosas de su vida o de su paso por la escuela, de su situación actual, de sus nietos...Fue raro, yo sentía que ellas podían aportar mucho por su basta experiencia en la materia, pero no todas sentían lo mismo; yo las motivaba pero no obstante estaban quienes tenían tantas actividades que no podía asistir, quienes por su enfermedad o su estado de ánimo no querían hacerlo y las otras, sólo dos, que se acercaron con la intención de participar pero el número reducido de concurrentes y la altura del año jugaron en contra.<br /> El balance de ese año (2007) no fue malo después de todo, logré que la profesora de matemáticas se enganchara con la propuesta y que las alumnas residentes terminaran con sus relatos; arme un grupo que prometía para el año entrante y la posibilidad de que nuevos profes se sumaran, más los docentes jubilados, que prometían un auspicioso 2008.<br />Pero la cosa no comenzó color de rosas.<br />El año pasado me había agarrado el fin de año y ahora el problema era el comienzo del mismo: la organización de los talleres para los ingresantes, la planificación, la fiaca de las vacaciones, el calor…en fin otra vez la historia se repetía. Recién en marzo pude retomar con las narrativas.<br />Hablé con la profe de matemáticas, terminamos y subimos su relato. Y como con los profes no podía contar aún, armé un blog para poder subir las narrativas de todos los docentes santiagueños.<br />Nuevamente los cartelitos pegados por todos lados invitando a narrar, di charlas contando de qué se trataba a docentes de nivel inicial y EGB 1 pero pese al entusiasmo que demostraban a la hora de anotarse o concurrir a los talleres, nadie aparecía. Yo me preguntaba a qué se debía pero la verdad, sigo sin saber.<br />Marzo, Abril y Mayo giraron en torno a corregir mi relato, el de la profe de matemáticas y el blog. Era imposible coordinar con los profesores, otra vez la ansiedad, la impotencia y la frustración. Pese a haber pedido un espacio para contarle a los docentes de qué se trataba el CAIE, y dentro de él las narrativas, sólo pude lograrlo una vez como conté más arriba.<br />Recién en junio, después de hablar mil quinientas veces con cada uno de los profes que el año pasado habían dejado el curso a medio camino pudimos acordar un día de reunión. Jueves 19 hs. Sólo vino uno de los que habían prometido hacerlo: Miguel, que venia de viajar más de media hora para hacer el taller. Sentí vergüenza, le pedí mil disculpas y decidimos juntos esperar a la otra semana para juntarnos, mientras tanto yo seguiría insistiendo, conversando con las profesoras que habían prometido venir y no lo habían hecho.<br />Cuando en la semana hablé con los profes pusieron mil excusas, que les había salido un trabajo urgente, que tenían que cuidar a sus hijos, que tenían clase, etc. Yo los comprendía pero no podía entender cómo en la era de las comunicaciones no me habían podido avisar; por momentos creía que me habían dicho que sí de compromiso pero tampoco entiendo por qué.<br />Por el mes de mayo tuve la posibilidad de visitar, en el marco de una jornada provincial, una escuela en la que algunos alumnos del Profesorado hacen su práctica y residencia. Allí presenté el CAIE y los invité a que se sumen al proyecto de narrativas. A principios de junio me llamaron por teléfono diciéndome que querían hacer el taller de narrativas; muy calmadamente las invité para que se acercarán el jueves 5 de junio a las 19 hs. Cuando corté con la maestra que me llamó salté de alegría; me dije a mi mismo ¡por fin! Y pensé en armar un grupo con estas docentes y los docentes de esta escuela que me habían dejado clavado hacía muy poco. Creí que sería interesante para todos.<br />Al mismo tiempo comenzaron a acercarse profesores del nivel terciario y acordé, con los que no podían venir los jueves, juntarnos primero los lunes a las seis, horario al que se comprometieron a concurrir tres profesoras y sólo asistió una. Vaya uno a saber por qué. A esa altura del partido ya ni les pregunté por qué fallaron; creo que con una semana de anticipo tuvieron tiempo suficiente para avisar y planificar sus vidas.<br />Otro profesor me sugirió que él podía venir y tenía ganas pero no podía los lunes por lo que quedamos los martes a las 20 hs, Con este grupo, integrado por dos profesoras y un profesor, sólo pudimos juntarnos una vez puesto que a la reunión siguiente comenzaban los talleres integradores. Y ahora que ya terminaron los talleres nos encontramos a punto de entrar al receso de mitad de año. Pero no vayan a creer que no intenté que nos juntáramos otro día, en otro lugar, a otra hora, al menos para tener una tarea en al que pensar en el receso….pero nada….<br />Espero que podamos retomar cuando vuelvan de las vacaciones.<br /><br />Volvamos el tiempo atrás.: les había contado que armé un taller con docentes de dos escuelas, ésta en la que trabajo y otra que se llama Martín de Güemes, y que habíamos quedado en juntarnos el jueves 5 a las siete de la tarde.<br />Llegó el jueves, yo estaba en la escuela desde las cinco de la tarde cuando a eso de las 18:30 me llega un mensaje de un profe que no podía venir. Bueno, me dije, esperaré un rato más, seguramente llegarán los otros; no se por qué pero la esperanza continuaba allí. Se hicieron las siete, las siete y cuarto y nada. Enojado con el mundo docente comencé a cerrar la sala y cuando estaba saliendo aparecieron cinco docentes de la escuela Martín de Güemes, que al ver que salía me dijeron: “¿lo dejamos para otro día?” “¡Nooo...!”, les dije, “pasen”. Prendí las luces y les comenté de qué trataba la propuesta. Leímos dos relatos y se fueron con la promesa de volver el próximo jueves a la misma hora. Nunca volvieron ni llamaron; yo sí lo hice, quería asegurarme de que no me dejaran clavado y de esa manera poder organizar otra actividad; no respondieron nunca la llamada.<br />Con ellos recién me volví a juntar el día 26 invitado pro la directora de la escuela a dar un taller sobre pedagogía de la imagen. Al verlas no les dije nada y di el taller como si nada, sola una de las docentes se acercó a decirme que no habían podido ir, que habían tenido no se qué actividad, pero que sí estaban interesadas en participar.<br /> Pese a estar cansado, recontra cansado, de la irregularidad, la falta de responsabilidad y de respeto por el tiempo ajeno, no bajé los brazos y revisé mis propuestas, el modo en que invitaba; le pedí consejos a algunos profes amigos.<br />A fines de junio, para ser exacto el 30, y por propuesta de una tallerista, comenzamos un taller de narrativas pedagógicas con maestras de 7mo grado más la tallerista. A esa reunión vinieron ocho docentes; leímos, también les conté de qué se trataba, armamos la actividad para la semana siguiente y nos fuimos todos contentos.<br />Pueden creer que soy un crédulo, y tal vez tengan razón, pero yo estaba seguro de que este grupo sí iba a poder ser constante, pero no lo fue….<br />Lunes 7 de julio, esta vez éramos cinco, no vino la tallerista ni otras 2 docentes, además se sumó un profe nuevo y otra docente se fue a otra escuela.<br />Pese a las ausencias, tres de los asistentes trajeron su “tarea” hecha. La consigna era la misma que había propuesto a los otros grupos. Pensar en alguna experiencia significativa que los hubiera marcado, en los actores que habían intervenido en ella y de ser posible en el titulo que le pondrían; propuse pensar en más de una.<br />Trabajamos con el relato de cada una; una profe hizo de anotadora mientras los otros preguntamos y repreguntamos. Ellas sí se fueron con una actividad para las vacaciones, y quienes no la habían traído quedaron en traerla para el próximo encuentro que espero se realice. Comprenderán mis dudas.<br /><br />No sería justo si les contara que fue ingrata en todo momento esta experiencia. Pese a los desencuentros y la falta de continuidad de muchos para mi fue enriquecedor escuchar cada relato, cada pregunta, cada comentario. Fue experimentar en vivo y en directo aquello que había leído en la capacitación y en los materiales de lectura.<br />Me sentí cómodo trabajando con docentes, reflexionando con ellos y pensando sobre la actividad. Me sentí feliz al ver un relato terminado, colgado en Internet, aprobado por los docentes, que al leerlo en Internet me comentaban lo bueno que había estado tal relato. Me sentí feliz al saber que los materiales que habíamos producido los estaban utilizando para trabajar con alumnos y que en este cuatrimestre que entra los van a volver a utilizar.<br /> No se todavía a qué se debió la irregularidad y la falta de compromiso, pero seguramente tenga yo parte en esa responsabilidad por no saber gestionar espacios que les permitieran trabajar sin estar pensando que abandonaban otra tarea por ésta.<br />Es difícil detenerse a pensar en lo que uno hace, revisar las prácticas que uno da por válidas, recordar experiencias enriquecedoras pero duras a la vez; uno lo puede entender. Pero creo que lo más difícil es pensar, pensar, y corregir lo que uno hace día a día.<br />En tiempos de andar corriendo de aquí para allá, de la casa a la escuela y de una escuela a la otra, de mil horas trabajando, en tiempos de llame ya, de todo es ahora, de resultados inmediatos, presentar una propuesta de mediano plazo puede ser vista como un escollo. Es más sencillo poner piloto automático y seguir adelante.<br />Después de años de prácticas silenciadoras es complicado convocar a las voces.<br /><br />Lic. Pablo A. Panosetti<br />Coordinador CAIE<br />ENS Dr. José B GorostiagaUnknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-307277725283458125.post-9325433974235926342008-06-03T08:31:00.000-04:002008-06-03T08:32:02.445-04:00MARCAS Y HUELLAS DE LA ESCUELA EN LA SUBJETIVIDAD<p class="MsoBodyText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>El árbol<span style=""> </span>del patio de la casa había crecido demasiado.<span style=""> </span>Sus ramas<span style=""> </span>necesitaban un corte porque impedían el crecimiento de las pequeñas plantas que a sus pies crecían. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoBodyText2" style="margin-right: -53.1pt;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>Una mañana, al salir de compras, observé a un muchacho realizar ese trabajo en<span style=""> </span>la vereda de un domicilio particular. Me acerqué<span style=""> </span>y le pregunté si podía podar mi<span style=""> </span>árbol. Rápidamente convinimos el día y la hora.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.25pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>El sábado, llegó Marcelo - así llamaré a este personaje-<span style=""> </span>quien comenzó<span style=""> </span>con los preparativos de las herramientas y se puso manos a la obra.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>Mientras realizaba su tarea, y yo contemplaba cómo las ramas y las hojas caían por el suelo, me preguntó por mi hijos.<span style=""> </span>Mientras le respondía, la curiosidad pudo más y<span style=""> </span>mi actitud<span style=""> </span>cambió ante el rumbo que había tomado la conversación.<span style=""> </span>Abrí mi escucha y en silencio el joven<span style=""> </span>relató la siguiente historia:<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.25pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>“De chico era lustrabotas, siempre andaba con mi cajón por el barrio,<span style=""> </span>me daba tiempo para jugar a la pelota con los chicos de por acá: con Juan (su hijo), Gabriel (su sobrino), Pololo, Jorge, Nano, Ariel, Aníbal, Fabián, una barra grande.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.25pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>Al terminar la primaria mis padres decidieron que continuara estudiando en <st1:personname productid="la Escuela Técnica." st="on">la Escuela Técnica.</st1:PersonName> Allí concurrí dos años, cursé 1ª y 2ª año. Junto a unos compañeros, tomamos la decisión, a partir de 3er. Año, de continuar estudiando en otra escuela.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoBodyText3" style="margin-right: -44.1pt;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>Siempre sentimos en esta nueva<span style=""> </span>institución que “éramos los de la técnica”, así nos nombraban, nos reconocían y nos trataban. A menudo, los profesores se referían a nosotros como “cuando no, ustedes, los de la escuela técnica”. Siempre sentí que éramos “menos”. Durante ese año coseché cinco amonestaciones porque mis compañeros eran muy molestos, y como venía de otra escuela, rápidamente<span style=""> </span>ligué la sanción.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>Una tarde, teníamos clase de recuperación<span style=""> </span>de matemática. Durante el recreo fui al baño, pero al regresar encontré los bancos y mesas del aula dados vuelta. Por atrás llegó el profesor, entró al aula y rápidamente responsabilizó a un grupo de alumnos entre los que me encontraba. Traté de explicarle que no había estado en<span style=""> </span>el aula durante el recreo. Sin embargo,<span style=""> </span>pese a mis explicaciones,<span style=""> </span>no fui escuchado.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>Una vez más iba a recibir una sanción. Me encontraba tan preocupado que mis compañeros me alentaron para que fuera a hablar nuevamente con el profesor. Tomé coraje y<span style=""> </span>fui a buscarlo al curso donde dictaba clase. Pedí permiso y delante de la clase traté de explicar que yo no era el responsable de lo que había sucedido, le rogué que<span style=""> </span>reconsiderara la sanción. Se enojó y se refirió a mi persona en los siguientes términos: “¿qué te crees, que porque vienes de la escuela técnica te vas a venir a hacer el picarito?”. Opté<span style=""> </span>por hacerle la siguiente propuesta: “profesor póngame a mí la amonestaciones y las que le corresponden a mi compañero, caso contrario cumplirá las 25 y quedaría fuera de la escuela”. A los gritos me pidió que no le faltara el respeto, -“encima que vienes del barrio el Triángulo”- dijo. Y<span style=""> </span>que cómo osaba hacerle semejante propuesta y dirigirme de esa manera a su persona.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>Al día siguiente (martes), la preceptora me comunicó que debía presentarme en <st1:personname productid="la Dirección. Hacia" st="on">la Dirección. Hacia</st1:PersonName> ahí fui y recibí la comunicación de que el profesor había solicitado 25 amonestaciones por agresión a su persona.<span style=""> </span>En consecuencia, quedaba fuera de la escuela. Traté de explicar al Director los hechos, me escuchó en silencio.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>En mi casa no sabían nada<span style=""> </span>con respecto a la situación. Temía al enojo y a la paliza que recibiría de mi madre. Lloraba en silencio porque sentía que se había cometido una injusticia.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>Al día siguiente, citaron a mis padres. Estuve presente en la reunión, reiteré mis explicaciones y solicité que se confrontaran mis dichos con los de mis compañeros.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>Ese mismo día, me llamó el Director y me dijo que podía volver a la escuela el día lunes. Si bien, se había reparado la injusticia, lloraba a escondidas de mis padres por la bronca que tenía. El día viernes, súbitamente, murió el Director de la escuela. El lunes volví pero tenía que hablar con <st1:personname productid="la Vicedirectora" st="on">la Vicedirectora</st1:PersonName><span style=""> </span>a cargo de <st1:personname productid="la Dirección. Me" st="on">la Dirección. Me</st1:PersonName> presente, traté de explicar y sólo recibí de esa mujer, gritos.<span style=""> </span>Me dijo: “Ud. está expulsado de la escuela”.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>Perdí el año, porque esto ocurrió en julio. Al año siguiente, volví a la escuela técnica, terminé la secundaria, pero aún adeudo tres materias. He pensado en ver cómo puedo hacer para ingresar al profesorado, quiero seguir estudiando.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>Ud. se imaginará, tengo 29 años, estoy casado, con dos hijos. Vivo del trabajo de albañilería, y toda changa que se presente. Hace poco que recibo 150$ del plan trabajar, gracias a Nano que al saber de mi situación me dio una mano para conseguir el beneficio. ¡Ojalá pudiera seguir estudiando!”<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>Apelé a la memoria de docentes que fueron<span style=""> </span>sus profesores, quienes confirmaron el relato de Marcelo.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>El protagonista<span style=""> </span>de este relato porque no odia, no acusa, más bien cuenta<span style=""> </span>su historia con tristeza, dolor, nostalgia., reconoce<span style=""> </span>la actitud de alguien que lo escuchó, pero que el destino quiso que se fuera de este mundo antes de que Marcelo hubiera sido reincorporado a la escuela ,<span style=""> </span>sin olvidar a dos personas que decidieron<span style=""> </span>ese año por él. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>¿Cómo reparar el sufrimiento de los Marcelos que transitan por la vida y las instituciones educativas?, ¿Cómo calmar los dolores del alma que producen estos hechos?, ¿Por qué se legitima el discurso de dejar sin voz, sin la palabra al alumno que pertenece<span style=""> </span>“al resto” ( Jacques Rancière), al que está “en el borde”?, ¿ Con qué derecho y desde qué criterio de autoridad se suspende el reparto del tesoro común, a partir de un supuesto, una profecía y un rótulo construido (sos de...., perteneces a...) para separar y obturar la posibilidad del lazo que une, que ata, que hace posible la alteridad?, ¿ Cómo borrar o suavizar la marca , la huella de la injusticia en la interioridad del protagonista de la historia ?, ¿Cómo conjugar la escuela, el derecho a la educación<span style=""> </span>declarado por <st1:personname productid="la Constitución" st="on">la Constitución</st1:PersonName>, con la injusticia y la exclusión?, ¿Cómo devolver confianza?, ¿Es posible resistir<span style=""> </span>estas forma hostiles en la institución que educa?<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>Lo paradójico es que para los ojos del hombre común, estas cosas ocurren, acontecen, se aceptan, se naturalizan. Pareciera tener un componente de inevitabilidad, contra lo que nada se puede hacer, porque el curso de los acontecimientos continuará.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>Esta situación es la prueba de la eficacia y eficiencia de ciertas políticas e ideologías, en las que el espacio no es para todos,<span style=""> </span>que se produce<span style=""> </span>a pesar de la voluntad de construir<span style=""> </span>en “el resto”, para dejarles “un resto”.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>Es la mejor prueba de la emergencia teórica en la cual nos encontramos. ¿Cómo sostener la teoría en el estado que vivimos, en la barbarie, incivilizaciòn, en la horda? Se trata de un momento muy complicado, de mucho de dolor y callado sufrimiento que puede ser transformado en una oportunidad para un camino, una salida, para reencontrar el rumbo que alguna vez perdimos. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>De ahí, la necesidad de teorizar, repensar lo viejo y lo nuevo, de revisar viejas categorías construidas que pueden ser la punta de lanza de una nueva construcción, bucear en las palabras, ceder el paso a nuevas voces, abrir la escucha, aprestar la mirada, meditar.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>Esto supone centrar la reflexión en <st1:personname productid="la Institución" st="on">la Institución</st1:PersonName>, en el significado del<span style=""> </span>acto de educar, en<span style=""> </span>la figura del que educa, en el interjuego<span style=""> </span>vincular que se construye en el acto de educar, en el legado de la sociedad y<span style=""> </span>en lo que se espera de los recién llegados, en las intermediaciones que posibilitan u obturan <st1:personname productid="la Institución." st="on">la Institución.</st1:PersonName><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>El desafío es trabajar con la reproducción, la repetición, la continuidad o la innovación. Son tiempos de<span style=""> </span>elección, de decisión, de intentos, de posicionamiento, para que la pulsiòn de muerte no se desate y produzca el aniquilamiento del si mismo (Nancy) .<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>Los educadores trabajan en territorios institucionales que son considerados lugares de trabajo.<span style=""> </span>Sobre ellos no se cuestiona, no hay preguntas. Al propio tiempo sostienen la necesidad de ellas para cumplir con el mandato fundacional que la sociedad les ha instituido. Es obvia la pregunta ¿En qué se fundamenta la necesidad de las Instituciones? <st1:personname productid="La Instituciones" st="on">La Instituciones</st1:PersonName> existen porque el ser humano es un ser de lenguaje (Hebe Tizio) Significa que este ser vive en un mundo simbólico, donde la producción<span style=""> </span>y construcción de la cultura necesitan de la palabra para la circulación. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>Siguiendo las ideas de Tizio, las instituciones son formas de regular el goce, nunca alcanzan a realizar plenamente su cometido por la tensión permanente entre instituyente e instituido, entre el malestar y la inercia. Tienen una función<span style=""> </span>civilizadora, reguladora del goce, en el sentido de hacerlo socialmente aceptable y también lo produce. Una vez que se instala, tiende a funcionar por la vía de la repetición de manera<span style=""> </span>inercial, dificultando la función que debe realizarse.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>En las instituciones educativas, el discurso que las sostiene, comporta<span style=""> </span>su reducción a un atributo estereotipado: “es un marginado”, “es pobre”, “viene de un hogar marginal, por eso no se interesa ni estudia”. Admite estigmatizar al sujeto y lo fija en esta modalidad.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>En el discurso pedagógico el tiempo es ruptura, separación, apertura, noción que implica pensar la educación como discontinuidad. . Donde el presente se construye en tanto resignificación del pasado, incorporando a la lógica del discurso la idea de après-coup (Violeta Núñez: Construyendo un saber: 144) <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>No hay una línea continua de progreso, sino rupturas que produce la irrupción de lo nuevo. El encuentro le produce<span style=""> </span>al sujeto un efecto retrospectivo y a su vez el doble proceso del encuentro y de lo nuevo.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>La niñez expresa lo nuevo, la novedad, sostienen H. Arendt y Lyotard.<span style=""> </span>Condición que requiere de los adultos la asunción de la diferencia intergeneracional con responsabilidad, garantizando el orden de la transmisión que permita la transformación de ese nuevo ser. El niño es heredero de lo que vendrá, de lo nuevo que encierra lo viejo,<span style=""> </span>es sujeto de crecimiento, sujeto que está en proceso de constitución.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>La educación<span style=""> </span>tiene la responsabilidad del encuentro de los “recién llegados”, de la protección del nacimiento, condición para la continuidad del mundo. La consecuencia de<span style=""> </span>ser en el mundo tiene un doble vía desde la responsabilidad, sostiene H. Arendt,<span style=""> </span>proteger al mundo de los recién llegados, proteger su fragilidad. La educación cobra un papel fundamental en la función de hacer comprender el mundo al nuevo, sin considerar el educador al niño como medio para satisfacer sus propias utopías. Por tanto, el futuro de los Marcelos a la responsabilidad tiene como condición que los adultos garanticen su propia responsabilidad sobre ellos, protegiéndolos, instruyéndolos, estableciendo relaciones e interpretaciones simbólicas del mundo,<span style=""> </span>desde la hospitalidad y no desde la hostilidad.<span style=""> </span><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>La educación considerada de este modo, se torna una responsabilidad<span style=""> </span>y autoridad confiada, transitoria mente sobre el ser que se educa. Media indudablemente, para que sea posible, la confianza en el ser que se educa, confianza depositada en quien educa y confianza en la institución que cumple ese mandato.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>La constitución del<span style=""> </span>sujeto de la educación remite al capital inicial depositado a<span style=""> </span>partir del cual el sujeto obtiene cierto interés. Se establece a partir de la decisión de perseguir lo que aparece como carencia.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>La educación para que cumpla su cometido debe transmitir lo viejo, lo dado, para que lo nuevo pueda producirse. Se trata de la herencia a repartir entre los recién llegados en forma equitativa (H. Arendt)<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>Se trata de la garantía en el reparto que faculta al sujeto a tener la palabra, a pensar,<span style=""> </span>a apropiarse del<span style=""> </span>bagaje cultural de la sociedad y a iniciar nuevos caminos y búsquedas.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>Para que el sujeto<span style=""> </span>de la educación se constituya como tal es necesario otorgarle responsabilidad de los efectos sociales de sus actos poder, auto responsabilizándose de<span style=""> </span>sus opciones, de sus elecciones.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>La palabra es lo que liga al sujeto y a los otros. Tal unión requiere de la disposición del sujeto, del deseo del otro,<span style=""> </span>caso contrario la virtud del lazo que anuda no se expresa. De modo que, el interés de este sujeto está relacionado con las acciones del educador y los contenidos que le oferte con la posibilidad del trabajo que<span style=""> </span>la educación demanda.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>La educación en las democracias es un derecho,<span style=""> </span>alcanza a todos sin distinciones. En ellas<span style=""> </span>se asocia<span style=""> </span>la idea de derecho a libertad, a igualdad. La igualdad es entendida como<span style=""> </span>que todos son iguales entre todos y no en relación a tal o cual categoría construida<span style=""> </span>que diferencia<span style=""> </span>los sujetos.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>Jacotot (el protagonista de la obra de Ranciere “El maestro ignorante) no aceptaría explicación alguna de desigualdad, si se toma su concepción de inteligencia: todos lo sujetos tienen la misma inteligencia. La explicación es el nombre que recibe la ficción de la desigualdad.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>La comunidad entre sujetos iguales es una hipótesis en el punto de partida, que debe estar presente y ser reconsiderada en forma permanente.<span style=""> </span>Las sociedades optan entre ser hombres iguales en una sociedad desigual o desiguales en una sociedad igual.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>La igualdad no es tanto una característica inherente, un derecho que el sujeto político poseería por las instituciones, sino que es “una herencia sin testamento” (René Char) o, como sostiene Ranciere, “una potencia sometida siempre a la prueba de su<span style=""> </span>verificación”<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>A través del tiempo, la ampliación de los márgenes de igualdad es producto de luchas diversas, fragmentarias, con rupturas y continuidades. En determinados momentos de la historia emergen luchas por la reivindicación a favor de categorías sociales excluidas de derechos sociales, económicos, políticos, culturales, etc. Las sociedades generan un resto social, categorías sobre las que operan discriminaciones de carácter social, que impiden el acceso a la igualdad. Para el “resto” se crean condiciones de precariedad en sus trabajos, formas de vida, en el consumo, en sus viviendas, etc. que conlleva a la exclusión, a la “des- afiliación” (Castel, 1998)<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>Paradójicamente, junto a la desigualdad y a la exclusión se desarrollan importantes procesos de democratización<span style=""> </span>de los que están en el sistema. La mayor igualdad entre los incluidos, los que están adentro, implica una brecha profunda con respecto a los excluidos.<span style=""> </span>Aún más, la segmentación tiene lugar al interior de cada grupo social donde actúa. La educación, la cualificación obran para producir las fragmentaciones, exacerbadas, en muchos casos, por el avance tecnológico.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>La escuela, que se basa<span style=""> </span>por su naturaleza en la relación pedagógica,<span style=""> </span>es uno de los<span style=""> </span>lugares donde se somete a prueba la distribución de la herencia. Las formas de desigualdad existentes en esta relación, fundadas en la condición del niño, y el adulto que tiene la<span style=""> </span>responsabilidad sobre él, se llama autoridad. Autoridad entendida como garante, el que tiene la autoridad, el que promete, hace crecer y garantiza la igualdad.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>Es aquí donde la confianza cobra dimensión, como posibilidad del otro, confianza en la acción, como hipótesis de la conducta por venir del sujeto que se educa.<span style=""> </span>En el interior de la<span style=""> </span>escuela, en el interior de la clase, en el interior de la relación pedagógica misma, la confianza es constitutiva de esta relación (L. Cornu)<span style=""> </span>No en sentido unilateral. Sino en forma recíproca, del que educa hacia el<span style=""> </span>destinatario de la relación pedagógica, y desde éste hacia el educador.<span style=""> </span>La idea se relaciona con<span style=""> </span>la democracia, porque la educación que se propone como meta formar ciudadanos, debe poner confianza en la educación.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>Lo contrario sería suponer que el hombre, por su condición originaria,<span style=""> </span>no es digno de confianza, que poco se puede esperar de él, o bien, que habría que recurrir a métodos o estrategias de disciplinamiento, para “ordenarlo”, para hacerlo “más humano”. Es así, que la educación tendría por finalidad ordenar la naturaleza del<span style=""> </span>recién llegado, como mandato externo, porque no se confía en<span style=""> </span>lo que trae su naturaleza. La confianza sería unilateral y no recíproca en la relación pedagógica.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>Como sostiene Cornu, la confianza es cotidiana, no podríamos sobrevivir<span style=""> </span>si no tuviéramos permanentemente confianza. Además, la confianza tiene una función liberadora, da libertad de acción en quien se confía. Caso contrario, se supondría que el sujeto hará lo que otro sujeto fijó, determinó como mandato exterior, porque el estado del otro es una amenaza para el orden instituido.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>La confianza en la relación pedagógica es recíproca, le da un lugar al otro, al nuevo. Implica libertad, responsabilidad frente al recién llegado y sus posibilidades, ausencia de dominio sobre el que se educa. El reconocimiento del sujeto, da la palabra, permite la acción, libera.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>Siguiendo<span style=""> </span>las ideas de Cornu, la confianza hace libre, al que da y al que recibe. Le da un nuevo sentido a la palabra comunidad y posibilita la<span style=""> </span>independencia intelectual del hombre. <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>El desafío de la formación de los docentes se centra, en lo que sostiene G. Frigerio, cómo abrir la alternativa de una diferencia, cómo romper la perpetuidad de la repetición, de la reproducción. Las ruptura de “lo que siempre se hizo así, de lo dado, de lo instituido” supone el tránsito hacia la incertidumbre, el abandono de viejas certezas que tranquilizan, que dan seguridad porque lo nuevo por construir está en el terreno de la incertidumbre, de lo que está por venir. Sin embargo el camino es posible si se hace el trabajo y esfuerzo de la objetivación, de desnaturalización, de lo que está ahí formando parte de la rutina y del orden establecido.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>Es tarea de extrañamiento, desde el papel de extranjero, que reflexiona, abre la pregunta, explora, indaga. Asimismo, un componente importante es el verbo “dar”, porque quien está dispuesto a dar habilita a un otro que decide si está dispuesto a recibir. Educar es dar.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>Conlleva una actitud ética y responsable: “dar lo que no se tiene”, “enseñar hasta lo que no se sabe” (Ranciere en El maestro ignorante). Supone<span style=""> </span>asumir la acción de educar como distribución a todos, interrumpiendo la reproducción de las desigualdades, para que no se cumplan las profecías de exclusión, para no marcar destinos prefijados de antemano (como el caso de Marcelo), para ayudar a inventar el futuro, proyectarlo, hacerlo posible, conquistarlo, para abrir caminos,<span style=""> </span>sin que otro<span style=""> </span>decida<span style=""> </span>por el sujeto, anulando la posibilidad de constituirse , independientemente de las diferencias naturales que separan.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>Existen condiciones que contribuyen a la habilitación del otro y a la propia habilitación del que educa. Es difícil<span style=""> </span>que el que educa habilite el deseo, desde la resignación por la tarea que hace, desde el desencanto, la desesperanza convencido que no obtendrá los resultados esperados, porque los alumnos “que le tocaron” , “ porque es una camada de flojos para el aprendizaje de los que nada espera.”<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>El educador cumple una acción política, es corresponsable de la construcción de lazos sociales, a partir del reconocimiento del otro, en la confianza que ese otro es digno de tal acto, en el convencimiento que el encuentro y reconocimiento de otros parte de<span style=""> </span>su experiencia<span style=""> </span>como sujeto que fue constituido. Es una acción política porque crea las condiciones para la filiación simbólica, que es reconocer al otro como semejante aceptando las diferencias.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>Los efectos de la<span style=""> </span>educación y de las instituciones se significan y resignifican en diferido (G. Frigerio). No se ajustan a un presente, los efectos se hacen presentes en la vida de los sujetos, en las biografías de los sujetos, en lo lazos que tejen, en los social y en el mundo interno de cada sujeto. Todo ello<span style=""> </span>hace referencia a la extraterritorialidad y extemporalidad del efecto (G. Frigerio).<span style=""> </span><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>Los efectos posteriores pueden manifestarse en hombres y mujeres realizados, formados, activos, aceptados, amados, reconocidos, ponderados, contenidos, cuidados, constituidos, o bien , en<span style=""> </span>posibilidad que no fue, desesperanza, desencanto, porque la institución que se espera que integre , o sea la escuela,<span style=""> </span>rotula,<span style=""> </span>marca la diferencia, no incluye, rechaza, no escucha, limita la palabra o tiene efectos demoledores (“sos picarito, vienes de tal escuela”, “vives en el barrio el triángulo...”), no deposita , ni restituye la confianza (“tienes 25 amonestaciones y quedas fuera de la institución”) , la restringe construyendo en el otro la<span style=""> </span>representación<span style=""> </span>de un destino inevitable aunque injusto, doloroso<span style=""> </span>y limitante.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>En el educador y en la institución responsable de la tarea, no hay excusa posible que limite la acción pedagógica, más que la limitación de la responsabilidad, del interés profesional, de la confianza depositada en el ser que<span style=""> </span>quiere o desea ser educado.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>Finalmente luego de escribir el último párrafo tomé la decisión de ayudar a Marcelo y a todos los Marcelos<span style=""> </span>en la tarea de restitución de la confianza, porque son dignos, merecen tener un destino mejor, una vida más humana, convencida de que lucharán para que sus hijos no repitan la historia.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>Marcelo tiene memoria, no olvida. Como<span style=""> </span>quiere construir otro futuro, continuará estudiando el año próximo.<span style=""> </span>Por lo menos lo piensa en voz alta, el deseo está presente.<span style=""> </span><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: justify; line-height: 150%;"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: right; line-height: 150%;" align="right"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;">Prof. Lidia Maldonado de Harón<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: right; line-height: 150%;" align="right"><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"><span style=""> </span>Escuela Normal Superior “República del Ecuador”<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-right: -44.1pt; text-align: right; line-height: 150%;" align="right"><u><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;">Frías</span></u><span style="font-size: 11.5pt; line-height: 150%;"> – Sgo. Del Estero<o:p></o:p></span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-307277725283458125.post-45200049819169426472008-06-03T08:30:00.000-04:002008-06-03T08:31:16.872-04:00Diario de un preceptor:practica de la que poco se habla<p class="MsoNormal" style="text-align: center;" align="center"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;"><span style=""> </span>“…Los relatos constituyen instrumentos poderosos<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: center;" align="center"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;"><span style=""> </span><span style=""> </span>…hacen creer y hacen hacer (…)<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;"><span style=""> </span>Por las historias, los lugares se tornan habitables<span style=""> </span><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;"><span style=""> </span>Habitar es narrativizar. Fomentar esta narratividad <o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;"><span style=""> </span><span style=""> </span><span style=""> </span>También es, por lo tanto, rehabilitar. Hay que<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;"><span style=""> </span><span style=""> </span>Despertar las historias que duermen en las calles…<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;"><span style=""> </span>Michel de Centeau y<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal"><span style="font-size: 11pt; font-family: Arial;"><span style=""> </span>Luce Girza (1.999)<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Me propuse escribir…para ello intentaré desprenderme de lo que más pueda de aquellas teorías a <span style=""> </span>las que adhiero y las cuales inundan el discurso del deber ser…menuda tarea de quien se atreve a vaciarse de contenidos que la forman. De hecho, sé que estoy ante el fracaso total ,aún así me urge<span style=""> </span>la insistencia solo de narrar lo que vivo-vivimos…en estas historias que duermen casi insomnes en los pasillos…en todos los lugares y no lugares que nos dibuja la escuela…Voy a arremeter con ira todos los designios sobre el “metaforeo” redundante que digan que las cosas son como son, voy a dudar de mí en cada palabra que imprima y voy a buscar ser lo más explícita en aquello que no se ve , en lo dormido, en lo oculto, en lo ocultado del hacer… Urdiré los pliegues de mi hacer hasta que la tinta de mi bic deje un trazo que habiliten este hacer… Mi práctica de preceptor no buscaré definiciones que me amparen o resguarden, voy a lanzarme sin paracaídas, con la sola estrella de tratar de ser lo mas fiel a lo que en la práctica realizo.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Mi rol de preceptor<span style=""> </span>es breve e intenso por lo emotivo que en <span style=""> </span>el encuentro, por lo tanto escribo desde la inexpertez…Diría no lo lean y jajá<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;"><span style=""> </span>No escribe la autoridad, pero me autorizo a hacerlo… quizás para despertar fantasmas, siempre pensé que un preceptor era solo eso<span style=""> </span>y nunca me preocupé por urdir el mundo subterráneo<span style=""> </span>de la práctica; de estudiante fueron para mí: los que tomaban la asistencia y controlaban la disciplina, de profesional me representaron valiosos colaboradores- a quienes en verdad pocas veces extrañé para desarrollar mi hacer-<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;"><span style=""> </span>Pero algo cambió…en el momento menos pensado<span style=""> </span>tuve la oportunidad de hacer un reemplazo. Al principio dudé bastante, estábamos a fin de año yo ya tenia todo previsto para irme en la noche del último examen que tomaría en el IFD, venia de un año de muchas exigencias académicas, cursaba mi especialización en la universidad, lo único que pensaba era volver a ver a mis hijos y para aceptar el cargo .Tenia que hacer tantos papeles por un mes de trabajo que encima me iba a prolongar la separación familiar…pero algunas cosas hicieron ruido en mi mente desde luego no todas vinculadas a la vocación (¡já! ) Pensé en dos cuestiones que redundarían en beneficios utilitarios (Mmm) Una la menos santa que cobraría, serviría para disfrutar con mis hijos, la otra, esta muy ligada<span style=""> </span>a mi formación, seria una buena oportunidad para trabajar con adolescentes, acercarme a ellos y esto serviría a mi trabajo final de Pos-grado. Confieso que las cosas no se desarrollaron acorde a mis pecados de avaricia (tener, saber…ja/ja) Pero me dieron y dan tanto que sería muy pecadora (egoísta) si no dejara este relato para la posteridad –lean las ratitas, que alguna vez harán un festín con mis papeles. jajá-<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">La suplencia no ceso en diciembre, tampoco cobré en mis vacaciones, entonces<i style=""> no gastaos esos dineros con mis cachorrotes-</i> si no que el Estado protector me ahorró mis haberes y cuando retorné a mi tarea en este presente año; me abonaron la deuda y con mi esfuerzo pagué mi carrera- la cual estaba a punto de terminar de cursar con la cual tenia morosidad.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">O sea este rol por el cual poco me pregunté durante años empezó haciéndome un “regalo” que fue un alivio contable. En cuanto a mi último propósito hacer una intervención con adolescentes para cumplimentar mi trabajo final tampoco sucedió…. Pues empecé este año a intervenir a desandar el mundo de preceptora no para recibirme de especialista; sino para adentrarme en un hacer en el cual no tuve formación didáctica para hacerlo, y en el que en el día a día se juega no solo la práctica del rol sino mi postura personal<span style=""> </span>sobre “el otro”: mis alumnos , esas y esos adolescentes con las/os cuales cada mañana nos encontramos y sacan de mi ser cuestiones que ni yo entiendo…no se por que? ni si en todas partes es así<span style=""> </span>pero hay algunos “rituales” que se juegan, hay modos de decir “somos adolescentes” y formas de decir “Soy adulto”… uno lee mucho no solo por la especialización en adolescencia que hice sino porque en estos tiempos hay muchos Programas muy buenos que el Ministerio ofrece (en entre otras) Me encanta ¡pero a veces me da temor que nos pase como en la época de la transformación educativa. En ese tiempo todos hablábamos, dábamos, asistíamos a formación en teorías de aprendizaje, todo éramos constructivistas-pecado nombrar el conductismo-todos partíamos del aprendizaje significativo, la psicogénesis y terminamos enseñando menos poco, casi… en fin. Hoy todos “discurseamos” de culturas juveniles, de inclusión, de y de…y me persigno.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;"><span style=""> </span><span style=""> </span>Por si nos olvidamos (¡ojala! sea solo paranoia) de ser adultos que cuidemos, que pongamos límites, que enseñamos, que incluyamos asegurando a todos<span style=""> </span>ser partícipe de la cultura y protagonistas de su tiempo, si no logramos verlos como sujetos de derecho y solo los vemos como adolescentes. Bueno ¡basta! me puse cursi y me vino el devaneo “intelectualizado” ¡je, jé!<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;"><span style=""> </span>No podría decir que la historia que escribo existe solo por que yo sea<span style=""> </span>la desgranadora de sus hilos. Mi práctica, mi rol este que vivo y convivo con los otros, sucede aquí , en esta escuela, en este turno y en este espacio (planta alta).por ello esta historia aunque se mezcle con otra historia y se ensambla<span style=""> </span>en una historia institucional , con su espacio y tiempo; es única y vale narrarla..<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;"><span style=""> </span>Cómo dije entre nos-alumnos y preceptores-se juegan algunos “rituales” distintos a los que viví como alumna. Antes del toque de timbre los prece (no todos) subimos en busca de “los principitos y principitas” como dice una colega eh aquí que los “pequeños” hacen honor a su abolengo y esperan –ser buscados diariamente para asistir al izamiento de <st1:personname productid="la Bandera. Este" st="on">la Bandera. Este</st1:PersonName> hacer, lejos de producir malestar, produce alegrías, miradas y comentarios cómplices entre preceptoras acerca de si están dormidos, con ganas de no bajar… en Fin vamos aula por aula de nuestras alas , saludamos y los invitamos con un “vamos chicos”, ellos caminan pausadamente, se dejan caer sobre algún banco…entonces nuestras manos sobre el hombro<span style=""> </span>y un “vamos” dan mucho efecto..Juro que lo que narro no es sacado de un cuento “maravilloso”… los chicos, nuestros alumnos /as responden -a su manera- de forma positiva a esos “rituales” de encuentro, entonces sus pasos se hacen más rápidos, y su voces se escuchan más porque van contándose todo…la formación es otro “ritual” donde ellos hacen notar<span style=""> </span>que no alcanzó esta invitación primera para formar fila, entonces sucede que de nuevo nuestra mano toca sutilmente el hombro y se empiezan a organizar en filas. No todos los prece practicamos estos ritos, pero no soy la única…y veo que este acercamiento predispone a un mejor encuentro (todos estamos mas o menos malhumorados temprano o estamos casi sin ganas de entrar en actividades) Así es que alumnos y prece nos pasamos energía para una jornada que siempre tiene su misterio por más programada que estén….<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoBodyText" style="margin-bottom: 6pt; line-height: normal;"><span style="font-family: Arial;">El día a día de ser “Prece”, como me llaman los chicos, es una aventura maravillosa. Digo aventura pues cada hacer con los alumnos son una serie de “sucesos extraños” para lo cual no nos han formado el Profesorado; implica riesgo, en el sentido de arriesgar la tranquilidad, la burocracia del rol; que básicamente remite a tomar asistencia, asistir a los profesores y controlar la disciplina.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">En este quiebre de la práctica se juega lo maravilloso de ser PRECEPTOR... Antes de seguir narrando este hacer, quiero decir que escribo solo para “despistar los fantasmas” que moran en mi mente, no hay intención de erigirme en referencia ni decir así se debe trabajar pues entiendo que es algo personal que se juega diariamente en mi rol, que va más allá de mi formación y deber, y que se vincula a la postura personal que tengo frente a los chicos. Ellos sin lugar a dudas son sujetos de derecho y yo el adulto responsable, esencialmente este es el eje desde donde intervengo y también debo reconocer que detrás de cada una de las acciones que llevo a cabo, está un pus que excede ampliamente al de mis honorarios ($ 680, bajo, bajo - pero planteos gremiales aquí NO)<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Este “pus” es la red afectiva que circula entre ellos y yo. Algo que realmente me da alegría, que no me cansa y que me sirve de energía para resistir en otros roles del sistema donde el estereotipo y las características del trabajo tensionan mi vida cotidiana.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Bueno, paro con esto, definitivamente soy feliz con ellos y no crean que la felicidad es algo dado y fácil, muy por el contrario, es un esfuerzo constante por buscar que los territorios de la escuela interpreten a estos jóvenes en su condición de adolescentes. No desde el lugar del dejar hacer sino desde el respeto por sus derechos y por otra parte es un trabajo con los jóvenes: para asumir responsabilidades, entender que hay otro mundo posible y que ellos<span style=""> </span>merecen participar y que para ello hay desafíos, vencer resistencia, no victimizarse, romper con el prejuicio -especialmente- de nosotros los adultos.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Muchas cosas atravesaron mi hacer el presente año; la mayoría asociada al dolor, el sufrimiento al riesgo social al que están inmersos los alumnos.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Por ello desde el primer día procuré estar cerca de ellos, conocer su vida - no por chusma, ja ja!- convertirme en un adulto confiable en el sentido que no soy la compinche sino la persona que los acompaña y gestiona las acciones necesarias para garantizar que su derecho a educarse no sea vulnerado.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoBodyText" style="margin-bottom: 6pt; line-height: normal;"><span style="font-family: Arial;">Los primeros días trabajamos sobre la construcción del grupo reconociendo las dificultades pero planteándonos desde el pensar las fortalezas para apoyarse y lograr las metas.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">El diálogo grupal y una entrevista individual fueron los primeros datos para reconocernos y pensar el año desde mi lugar de preceptora. Esta información fue socializada con los profes de manera informal y personal. El sentido de este hacer se basó en las limitaciones de tiempo que tienen los docentes: salen de un curso, pasan a otro y algunos en otras escuelas; por ello adopté que toda información pertinente les haga conocer en el día a día, salvo en alguna excepción puntual que necesite el aporte de los docentes, para intervenir con un alumno. Entonces diseñé y apliqué una encuesta donde los profes respondían sobre aspectos personales y académicos del alumno.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Esta decisión la tomé de manera casi intuitiva dado que se venían planteando situaciones respecto a un alumno, la cual a mi entender lo estigmatizaban y potenciaba las conductas disruptivas y las vinculadas al margen de la ley.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Antes de relatar esta intervención volveré sobre como nos constituimos como grupo, digo nos constituimos pues el desafío fue formar parte de su mundo escolar, y para ello nos debíamos conocer y reconocer como sujetos potentes y a la vez limitados. Esa manera de reflexionar, nos llevó a pensarnos desde la heterogeneidad como un grupo con potencia para aprender no solo lo académico sino lo actitudinal y vincular que fue el énfasis que puse dado mi rol. Aquí quiero detenerme para retomar lo de la “aventura maravillosa” de ser Prece, siento que el hecho que desde mi hacer no está mediado por la evaluación hace que las acciones sean posibles. Los jóvenes, contrariamente a lo que muchos piensan, tienen todos mucho por dar, solo que hay que ayudarlos a que ellos confíen en ellos mismos, se sientan valorados -no juzgados- y reconocidos. Ellos saben aceptar las normas en la medida que son claras, justas y no arbitrarias; les gusta establecer acuerdos y tienen un manantial de empatía que está al alcance de nuestras manos, si sabemos llegar a ellos desde el respeto y la alegría.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">A los jóvenes les gusta vernos felices, que respondamos bien, que les demos respuestas a sus demandas... y aunque no se crea, les agrada que se les pongan límites. Pero ellos son implacables más allá de todos los riesgos que puedan poner al vilo de lo no legal, ellos prefieren respetar a ultranza a quienes consideran merecedor de respeto. Para ellos el docente que enseña, el adulto que no se contradice, el que le muestra el camino sin apelar a medios de coerción ni de erigirse perfectos son los merecedores de sus respetos.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Trabajé con dos cursos de Primer Año, cada uno de los cursos era un universo con sus características particulares.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Mi acercamiento, involucramiento, acompañamiento se vinculó de manera grupal o individual según la situación.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Debo decir que todo lo desandado fue posible porque el Equipo de Gestión supo apoyar mis intervenciones y confió en mis decisiones profesionales. Esto es fundamental ya que no solo repercutió en mi tarea profesional sino también en mi vida en general. No es una cuestión menor saberse reconocido por los superiores y que ellos confíen en nuestro hacer, dado que las respuesta a los problemas que van surgiendo en el día a día, no son caminos transitados y todo hacer exige abrir senderos donde el riesgo a equivocarse no debe paralizar.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Todo el hacer me exigió mirar más allá de lo evidente, romper lo establecido dado que pensar que todo está bien solo porque los chicos cumplen las normas es mirar solo una parte, más allá del buen trato y el respeto que nos proferimos alumnos y Prece, hay realidades que no se pueden soslayar y que implicó pensar otras maneras de hacer el rol -que para mi es nuevo, novedoso, desafiante y de mucho compromiso-. No podía quedarme con la postura cómoda “los chicos son buenitos”, “no rompen cosas”, “se manejan bien” o “ni no me jodan, que hagan lo que quieran” o “yo me rijo con el reglamento”. Debía urdir más allá de lo construido y que rozaba con aquellas cuestiones de la vida personal que los atraviesa y que traen a la escuela. Tuve que ser cauta, soy Prece, no psicóloga ni asistente social pero algo debía dar para que los chicos tengan más oportunidades.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Repito, no podría haber ensayado este andar si no hubiera encontrado eco en mis superiores ni mucho menos si mis colegas preceptores hubieran obturado mi hacer. Cuando llegué a esta escuela, me tocó desempeñarme en la planta alta, allí conocí a un grupo humano excelente y lo que más me gustó fue el trato con los jóvenes, ellos -mis colegas- no son preceptores que no gritan, ofenden, por el contrario todos tienen un diálogo y un hacer basado en el respeto y la contención. Aproveché estas circunstancias y dejé ver claramente desde el principio cual era mi idea de trabajo con los jóvenes. Mis pares, me apoyaron, y entre todos buscamos en el día a día que los alumnos encuentren un lugar afable, un espacio de respeto y cuidado queremos que ellos vengan, se queden en la escuela, que la añoren, pues creemos que si esto es posible, estamos haciéndole un camino muy importante para que los profes enseñen. Si los chicos no dejan la escuela, si están en el sistema hay mayores posibilidades de aprendizaje y por ende de cambiar sus trayectorias de vida.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">No bien empezó el año, luego de habernos conocido y sabiendo que uno de los cursos presentaba mayores retos<span style=""> </span>debido a las trayectorias personales de los alumnos: los alumnos provenían de distintas escuelas del medio y de otras zonas rurales, tenia una alumna que había vivido en Israel y recién llegaba a Argentina -sus padres migraron por la crisis económica y volvieron huyendo de la guerra-, tenia alumnas que trabajaban en tareas domésticas, hijos sin madre y con padre en la cárcel; un alumno que cuando sus padres se separaron fue a vivir con sus abuelos, luego murió su abuela y quedó con su abuelo -viejo y enfermo-, él vivía prácticamente solo, lo mismo otro que vivía solo con su hermano un poco mayor dado que sus padres se separaron y cada uno “vivió su vida”; conocer esto fue muy importante pues ayudó a tomar decisiones que acompañaron a los jóvenes, las cuales en su mayoría fueron exitosas. Por supuesto que aquí el mérito puro es de ellos que se prendieron de la piola que les tiré y pudieron sortear un año que no fue simple, que no terminó de la mejor manera en todos los casos -los menos- pero ayudó a que muchos de ellos hayan encontrado en la escuela un “territorio donde lo humano es posible”.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Debo reconocer que no estoy a favor de las amonestaciones, al menos en el sentido que se las aplica. Considero que es un proceso burocrático que no modifica nada y que lo único que hace es poner en mayor riesgo a los jóvenes.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Pues expulsar es sumar desventajas.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">A pesar de que creo que las amonestaciones sin más trato que el de la aplicación de un mecanismo coercitivo es un instrumento legal expulsivo; están vigentes y se aplica en la escuela. Ante esto y “conociendo el paño” -como decía mi abuela- a “los lulucitos” (trato afectivo con los cuales me refiero a ellos cuando estamos dialogando entre preceptores) ya dije que una colega llama “de príncipes y principitas” a sus alumnos; entonces a los míos otra colega les llama “los pequeños lulu de...” en fin, una manera de acariciar a estos jóvenes que muchas veces se le agrega a sus condiciones de vida, cargas que hace que su existencia no sea tan simple a los 15 o 16 años.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Sabiendo las normas a las que pueden apelar los docentes para ejercer “el control” y sabiendo “el paño” de los alumnos -debido a su edad y su historia- los pondría en algún momento ante alguna disrupción y su sanción; lo que potencia que esto se repita, dado que a mi entender un joven amonestado adquiere un mote, un rótulo que lo estigmatiza y por ende genera un efecto pigmaleón.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">El docente sabe por su colega, por otro adulto o por experiencia propia que un joven fue amonestado por x motivo y generalmente termina utilizando el mismo medio para controlar: la sanción.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Ante esto me propuse que mis alumnos no cayeran en el artificio burocrático de las amonestaciones, para ello debía trabajar con ellos para que sus conductas sean las apropiadas al mundo escolar y por supuesto a la vida. Pero no es<span style=""> </span>simple -los chicos se ríen, gritan, saltan, usan el celular, escucha MP3, van al baño en horario de clase- los llamo “los caminadores” luego diré por qué y el costo que tuvo para ellos la práctica de este deporte ja! ja!; ya reflexionamos sobre ello al fin de la clase.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Esta manera de disrumpir en las clases son camino seguro a ser amonestado.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Entonces ¿qué hacer? ¿Cómo poder torcer una práctica institucionalizada? ¿Cómo expresar sin generar choques con mis pares docentes que mis alumnos no debían ser amonestados - pues los ponen en mayor riesgo?<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">A veces la vida nos da respuesta a través de otras acciones, y fue así que encontré un atajo para empezar lo que fue mi reto y el inicio de algo que posibilitó que todos los jóvenes con mayor riesgo social terminaran sus clases y la mayoría con buen rendimiento (y no es que le cambie la nota en la libreta ja! ja! - humor negro).<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Para proteger su identidad llamaré 1º “Sol” y 1º “Luna”.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Pues ante todo lucho por preservarlo de todos los prejuicios que los acosan.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">El curso “Sol” -del cual describí alguna historia de los alumnos- presentaba a simple vista mayores problemáticas que el curso “Luna” pero paradójicamente quien me lanzó al ruedo en mis intervenciones fueron “los luneros”. Este curso presentaba una mayor cantidad de alumnos de buen rendimiento escolar, provenían de clase media y en menor medida había hijos de padres de clases populares.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Los alumnos no fueron disruptivos, la mayoría sabia ejercer muy bien “el oficio de alumnos” contrariamente los “soles”<span style=""> </span>jugaban todo el tiempo, energía desmedida, llegar tarde luego del recreo, buscarlos, traerlos fue el ejercicio físico que me aportaron diariamente, ir por ellos me llevó kilómetros que desde luego reportó en beneficio de mi vida sedentaria.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Como dije en los “lunas” me “saltó la ficha”, antes del toque de timbre para ir al izado de la bandera, subo a buscarlos y entonces entre los ritos de tocar sus hombros<span style=""> </span>para que bajen, uno de ellos me llamó para que viera un video en su celular y todos me rodearon -grande fue mi sorpresa al ver con horror esas imágenes horribles de la operación de una persona.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Traté de que ellos no se intimiden frente a mi postura y comenzamos un diálogo -yo obviamente estaba al borde del vómito, ver rodar una cabeza a las 730 de la mañana y que los jóvenes consuman esto, es de terror!-.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Me contaron que circula por Internet y que ellos lo bajan y se lo pasan, luego de hablar no pude con mi genio y me salió la madre que llevo adentro y les hablé a los varones como si fueran ellos mi hijo, les dije que de bueno tiene ver ese horror ¿por qué no tenían una foto de una chica bonita en vez de esa tragedia?.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Bajamos, yo nauseosa y sorprendida, pero no por desconocimiento pues uno sabe toda la basura que pueden consumir los jóvenes; sino porque esto marcaba un punto que yo no podía dejar de ver e intervenir.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Volví y decidí no decirle nada a mis pares pues quería respetar la identidad de quienes me habían confiado y aun no tenía la suficiente confianza en mis compañeras como para hablar. Entonces decidí hablar con <st1:personname productid="la Asesora Pedaggica" st="on">la Asesora Pedagógica</st1:PersonName>, quien fue mi Profe y mi musa para desarrollarme en el arte de enseñar; si bien reconocía que ella era conservadora sabía que estaba haciendo una Maestría<span style=""> </span>en la misma Facultad donde hago mi Especialización en Adolescencia, entonces dije voy por ella pues necesito trabajar con esto. Se lo planteé, se interesó mucho, hicimos algunas elucubraciones teóricas pero en práctica estábamos cero.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Más tarde aprendí que con ellos -adolescentes- como en toda práctica social siempre se está navegando en aguas turbulentas, que cambian segundo a segundo por lo cual siempre se parte con una sensación de estar cero.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">En la escuela no tenemos Gabinete a pesar de contar con más .... alumnos.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Pero sabía que en Nivel Terciario de <st1:personname productid="la Escuela" st="on">la Escuela</st1:PersonName> el Departamento de Capacitación contaba con una Psicopedagoga -la cual cuenta con muy pocas horas cátedra (5) pero con un don profesional y humano maravilloso. Le propuse a <st1:personname productid="la Asesora" st="on">la Asesora</st1:PersonName> que solicite que <st1:personname productid="la Psicopedagoga" st="on">la Psicopedagoga</st1:PersonName> trabaje en esas horas con alumnos que lo necesite. <st1:personname productid="la Asesora" st="on">La Asesora</st1:PersonName> gestionó y <st1:personname productid="la Psicopedagoga" st="on">la Psicopedagoga</st1:PersonName> al otro día me daba el primer turno, que desde luego fue una entrevista conmigo. Así empezamos a tientas, con mucho esfuerzo y ganas, a desandar un hacer que excede al trabajo en el horario escolar. Pues la entrevistas, los seguimientos se lo hace a contraturno. Es decir debía ir por la tarde al horario de <st1:personname productid="la Psicopedagoga" st="on">la Psicopedagoga</st1:PersonName> o ella venia a la mañana en mi horario.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">El teléfono fue nuestro puente inmediato en situaciones extremas que hubo y donde había riesgo para los chicos (luego los relataré).<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Así fue la base de lo que poco a poco se fue perfilando con mayor fuerza:<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Mis alumnos no se los amonestan, ellos van a <st1:personname productid="la Psicopedagoga" st="on">la Psicopedagoga</st1:PersonName>, claro que esto no fue gratis, pues institucionalizar una práctica no es imponer. Muchas bromas doble sentido, algunos saludos menos, un poco de mirada de recelo y comentarios no elogiosos fueron solo un filtro por el cual se “coló” este hacer que contó en definitiva con mucho más apoyo que resistencia. No solo instalamos el trabajo con <st1:personname productid="la Psicopedagoga" st="on">la Psicopedagoga</st1:PersonName>, sino que las jornadas institucionales tuvieron por eje la adolescencia, las culturas juveniles y como soporte para entender al sujeto de aprendizaje, en base de esto se hizo propuestas para P.C.I., luego se convocó a profesionales para un trabajo con los docentes de los cursos “Sol” y “Luna” y más tarde para todos los docentes.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">En definitiva, en medio de los grandes riesgos que atravesaron los jóvenes<span style=""> </span>la escuela supo dar respuestas y esto fue posible porque hubo una cadena de responsabilidades; que sin ser engreída y ostentosa pero si revalorizando al rol el cual es devaluado no solo desde el sueldo sino también de la representación simbólica que se tiene dentro<span style=""> </span>de las escuelas: “tomadores de asistencia y de café”, “no hacen nada” digo que las respuestas empezaron por el eslabón del Prece quien al estar en contacto con los alumnos y al asumir el rol de adulto responsable gestiono a otros eslabones y así estos, hasta llegar a los Directivos quienes entendieron que nuestra escuela debe no solo por obligación, hacer un lugar para todos los chicos.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">El hecho que los docentes de los cursos donde ejerzo mi rol tenga asistencia técnico-profesional no fue casual, surgió luego que un fin de semana alumnos de mis cursos desarrollaron actividades al margen de la ley por lo cual fueron detenidos.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Llegar al lunes y saber que dos “luluatos” estaban en prisión me dio un cimbronazo, sentí que algo no había hecho por ellos pero rápidamente reflexioné y dejé de culparme por lo que está fuera de mi alcance y decidí trabajar por lo que sí podía hacer: que los chicos vuelvan a clase inmediatamente, a que se los libere, y que el curso esté preparado para la vuelta de ellos, hablamos con los alumnos -por eso sostendré hasta el fin más allá de todo lo que viven, lo que transgreden, siempre hay que insistir con ellos, no bajar los brazos, a veces en medio de las tinieblas se enciende un fósforo y se hace posible buscar un rumbo para vivir dignamente.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Charlar con los chicos, desdramatizar la situación, romper la imagen de ídolos por transgredir, descartar todo acto que lleve a lastimar, juzgar por los errores cometidos. aprendí mucho con ello, especialmente a ser más transparente, menos hipócrita... les debo tanto la generosidad de compartir los secretos en busca de mejorar su vida o la de un compañero. Allí acordamos en acompañar sin prejuicios pero sin concesiones que potencien los actos no legales.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Mi mayor placer -en medio de lo que me dolió que hayan sido judicializados- fue verlos inmediatamente en clase, el abrazo y los ojos que brillaban decían todo; luego de manera individual trabajamos sobre esta nueva etapa en la escuela; mi brazo en el hombro fue el gesto certero de decir no comparto lo que has hecho pero estoy aquí para que sigamos buscando otro mundo que mereces vivir, un lugar no desde la marginalidad sino desde tu derecho a participar de los bienes de la humanidad.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">El Equipo Profesional trabajó sobre las actitudes de los docentes, en fin, no es fácil pero todo aportó para que los chicos sigan estudiando. Por supuesto no fue tan simple, en alguna circunstancia tuve que jugarme entre hacer oído sordo o hacer respetar el derecho de estos chicos a no ser estigmatizados, ni humillados por algún docente con comentarios no adecuados. Un informe de situación elaborado luego de que el curso me plantearan los términos<span style=""> </span>con los que un docente incriminó a los alumnos con problema con la ley, alcanzó para poner punto final a una situación que no debía suceder, por suerte, el docente en cuestión luego de un diálogo profesional conmigo y más tarde con la directiva, asumió una actitud positiva y todo pasó. Esto también nos enseña a todos, aprendemos que no debemos decir cosas ofensivas, que se debe pedir disculpas y aceptarlas, que los chicos no están solos en la escuela, entre las paredes de casi 100 años.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Hay adultos que los cuidan, que reparan cuando hieren pero sobre todo hay un lugar para todos en el “Sol” y en la “Luna”.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Espero que la fiaca de las vacaciones no me deje sin ganas de contar pues dije solo un poquitito de tantas cosas vividas y por supuesto no dije nada de las experiencias positivas que desandamos.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Cuando me vuelvan a acosar los fantasmas de los recuerdos de un año singular y que no quiero olvidar pues aprendí, disfruté y sentí pasión por este rol: Preceptor; entonces empezaré a destejer los relatos de los viajes de estudio que emprendí de “metiche” (o sea metida, así me llaman algunos pares) con <st1:personname productid="la Profe" st="on">la Profe</st1:PersonName> de Geografía, aprendí junto con mis alumnos muchas cosas, diría que descubrí una veta de antropóloga (frustrada) y muchos de ellos encendieron su pasión por la investigación y la sensibilidad por lo social. ¿Qué puedo decir antes de irme? Simplemente:<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 6pt 17pt; text-align: justify; text-indent: -17pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; font-size: 7pt; line-height: normal; font-size-adjust: none; font-stretch: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Arial;">No sabía hacer nada de este rol, todo lo que hice fue voluntad y postura personal frente a los jóvenes como sujetos de derecho.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 6pt 17pt; text-align: justify; text-indent: -17pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; font-size: 7pt; line-height: normal; font-size-adjust: none; font-stretch: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Arial;">Lo pude hacer porque me apoyaron.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 6pt 17pt; text-align: justify; text-indent: -17pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; font-size: 7pt; line-height: normal; font-size-adjust: none; font-stretch: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Arial;">Resultó -a pesar de las circunstancias y limitaciones- muy positivo.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 6pt 17pt; text-align: justify; text-indent: -17pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; font-size: 7pt; line-height: normal; font-size-adjust: none; font-stretch: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Arial;">Los alumnos/as me regalaron tanto afecto, que para mi fue terapéutica su presencia a pesar de los caos.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 6pt 17pt; text-align: justify; text-indent: -17pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; font-size: 7pt; line-height: normal; font-size-adjust: none; font-stretch: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Arial;">Mi reto: seguir contando lo transitado.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 6pt 17pt; text-align: justify; text-indent: -17pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="">-<span style="font-family: "Times New Roman"; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; font-size: 7pt; line-height: normal; font-size-adjust: none; font-stretch: normal;"> </span></span><!--[endif]--><span style="font-family: Arial;">Mi pedido: que el que lea el relato no crea que lo digo para decir que es lo correcto en el hacer, sino que me motiva escribir -ya dije- esos fantasmas que me rondan cuando paro la vida de escuela y puedo reír por alguna salida de los jóvenes o pensar como se seguirá habilitando en el borde un lugar para que sigan estudiando.<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;"><o:p> </o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;"><span style=""> </span><o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style=""><span style="font-family: Arial;"><span style=""> </span>PROF. HAYDEÉ VERÓN <o:p></o:p></span></b></p>Unknownnoreply@blogger.com0