lunes, 24 de noviembre de 2008

TE ESCUCHO , ME ESCUCHAS:

Los días viernes en víspera del día de la madre o actualmente debido a la disfuncionalidad de las familias tradicionales, le llamamos día de la familia. Una alumna sugiere salir al patio para tener un día de convivencia.
Organizamos entre todos comprar galletitas y gaseosa, nos trasladamos al patio de la escuela en una hermosa sombra de un gigantesco árbol.
Las risas de los chicos y el saltar y transmitir sus alegrías nos llevó 10´ aproximadamente. Una vez que desayunamos, comenzaron a traer sus sillas en forma de circulo, y contarme ciertas historias de sus pequeñas experiencias de amor, de salidas a la noche, de la preferencia de límites, algunas,…otras de transgredir las normas, porque ya son grandes, según ellos.
Al escuchar, observo a una jovencita que estaba aislada con los auriculares de su MP3, le sugiero que se acerque al grupo y me responde que esos diálogos no le interesan, porque ella es madura. Se resiste. Le coloco la mano cariñosamente por la espalda y le sonrío.
Seguimos charlando con el grupo, mientras de reojo observo que la joven se extrae el auricular y se acerca al grupo.
Le pregunto ¿Por qué se considera madura?- al principio no contesta nada.
Mientras otros deciden jugar a la pilla, la invitan los compañeros a jugar, ella no quiere. El resto de la clase me sugiere, que van a ensayar una obra con personajes-técnica ya aprendida .ME PONGO EN EL LUGAR DEL OTRO Y HAGO COMO SI FUERA…
Aprovecho que nos quedamos solas para generar un vínculo .La joven comienza a contarme su problema, se siente discriminada y con mucha responsabilidad pues es la hija mayor y debe cuidar a sus 6 hermanos porque la mamá trabaja y su padre no se encuentra en la ciudad, debido a tubo que trasladarse a Córdoba en busca de un trabajo mejor, el es albañil. Me siento tan impotente por no poder calmar su dolor…no tengo plata para comprar un regalo a mamá, me dice.
Le pregunto que sabe hacer, me contesta nada…luego dice escuchar música, pintar, escribir. Le sugiero que le escriba una carta…se le ilumina el rostro.
Comienza a escribir .Regresan los demás alumnos y preguntan ¿Qué hace Dalila Seño? Escribe les contesto. , escribe una carta para su mamá. Algunos deciden imitarla… otros siguen jugando y dicen después le escribiré…suena el timbre, los chicos regresan al aula con sus sillas. Limpiamos el lugar que usamos, levantamos los papeles y me quedo pensando. ¡Cuanto podemos calmar las angustias de otros , si solo prestamos nuestros oídos¡


PROF. MARIA MARIANI DE GALARZA
ESC. NORMAL “REP. DEL ECUADOR “ NIVEL MEDIO-

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